El intento de robo a un camión varado en la vía Briceño - Tocancipá terminó de la peor manera para un delincuente inexperto, al que una turba furiosa de conductores atrapó, mientras trataba de intimidar al propietario del vehículo que pretendía asaltarlo.
Así quedó registrado en una serie de fotografías y videos compartidos a través de las redes sociales, en los que se ve cómo el presunto ladrón fue amarrado de pies y manos al camión, a la espera de las autoridades.
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De ahí que, al llegar al punto en el que se encontraba varado el camión tuvieran que desatarlo, al tiempo que calmaban a los conductores, para evitar que lo golpearan, antes de trasladarlo a una estación de Policía.
Sin embargo, la sed de justicia por mano propia era evidente, como sugieren en redes sociales: “El ciudadano aplicando algo de justicia con la zurda porque saldrá libre en pocas horas”, “5o sombras de Briceño”, “Los de la golpiza están de un cariño”, “Aplausos para el señor del camión y quienes decidieron acompañarlo”, “Pero no le hicieron nada”, “En vez de llegar a preguntar al ciudadano si está bien o qué sucedió, la Policía se acerca para cuidar al delincuente”, “Le fue muy bien. Al que intentó matar a un comerciante en San Andresito lo mandaron a desayunar con Jota Mario Valencia”.
EL nivel de aprobación de las golpizas y los mal llamados casos de “ajustamiento” desconocen que “Lo que permite la ley colombiana es capturar a la persona que presuntamente cometió un delito y llevarla ante las autoridades competentes. Nada de golpearlos hasta casi matarlos o quemar los vehículos en los cuales están transitando”, como indició en entrevista para Citytv el abogado penalista Ricardo Burgos.
Días antes, dos menores fueron desnudados y golpeados en Bogotá tras fracasar en el robo a un vehículo particular
La noche del lunes 12 de agosto se registró un nuevo incidente de “justicia por mano propia” en el barrio Timiza, ubicado en el sur de Bogotá. Los hechos ocurrieron cuando dos menores de edad llegaron al lugar, presuntamente con la intención de robar un vehículo de la marca Chevrolet. Según videos difundidos en redes sociales a través de canales de denuncia ciudadana, la víctima del intento de robo recibió una puñalada en la pierna derecha al resistirse.
El forcejeo terminó alertando a los residentes del sector, quienes salieron rápidamente en ayuda del propietario del vehículo y lograron capturar a los dos adolescentes. En los videos se observa cómo la turba de vecinos enardecida procedió a despojar de sus ropas a los menores y los mantuvo retenidos hasta la llegada de la Policía.
Cuando las autoridades finalmente arribaron al lugar, encontraron a los jóvenes acorralados por la multitud. De ahí que tuvieran que intervenir para proteger a los adolescentes y trasladarlos a la estación de policía. Durante este proceso, los menores fueron apaleados por los vecinos, que también intentaron interrogarlos. En todo momento, los capturados negaron su participación en el intento de robo, a pesar de que la víctima se encontraba a pocos pasos de ellos.
Este incidente ha generado una profunda preocupación entre quienes se oponen a la “justicia por mano propia”, especialmente por la edad de los involucrados. En redes sociales, la reacción ha sido variada: mientras algunos condenan enérgicamente lo sucedido, otros defienden la acción de los vecinos. “Hay que darles una lección porque vienen acostumbrados a salir para delinquir y quedar en total impunidad”, comentó un usuario, respaldando la respuesta violenta de la comunidad.
Eventos de este tipo generan un debate extenso y complejo sobre la justicia y la necesidad de estrategias efectivas para combatir la delincuencia, sin caer en la violación del debido proceso o los derechos fundamentales de los capturados, especialmente cuando se trata de menores de edad. La falta de un consenso sobre cómo manejar estos incidentes refleja una sociedad dividida e impaciente por encontrar soluciones que garanticen la seguridad de los ciudadanos.