La Pastoral Social de la Iglesia católica lanzó una dura crítica a los grupos ilegales ELN y el Clan del Golfo, que atormentan constantemente a la población civil al sur del departamento de Chocó. La presencia de estas organizaciones ha derivado en confinamientos y en desplazamientos forzados.
De acuerdo con la iglesia, estos grupos armados son incoherentes, ya que dicen que están en una lucha popular y revolucionaria cuando realmente afectan a la población civil. “... si es un abuso de poder que un fuerte se aproveche de un débil y que un rico se aproveche de los pobres, también es un abuso de poder el que personas, y grupos armados, se aprovechen de personas desarmadas. Todos ustedes están destruyendo lo que dicen pretender construir. La guerra nunca ha sido solución. Solo ha traído siempre males mayores”, cuestionó la iglesia en un comunicado.
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La entidad envió un mensaje de solidaridad con las comunidades afectadas al sur de este departamento y a las iglesias que hacen presencia en las zonas, deseando así que la crisis por el conflicto armado termine pronto.
“Queremos pedirles, en esta hora, vuestra auténtica capacidad de liderazgo para ejercer, con nobleza, la vocación política, reconociendo con acierto la situación que se vive, alentando el compromiso y el empeño de todos y dejando de lado descalificaciones y posturas que promuevan el resentimiento y la división”, agrega la misiva.
De acuerdo con cifras de la Defensoría, el paro armado ordenado por el ELN hace varios días ha afectado a más de 45.000 personas de comunidades afros e indígenas. Los municipios que más sufren por esta problemática son Nóvita, Istmina, Medio San Juan, Sipí y Litoral del San Juan. La confrontación de esta organización con el Clan del Golfo, que se disputan el control del territorio, ha empeorado la situación a gran escala.
Recientemente, una niña indígena, identificada como Isabella Piraza Pizario, de tan solo 16 meses, murió en el municipio de Istmina como resultado de la falta de atención médica, esto tras las intimidaciones del paro armado anunciado por este grupo criminal que supone un riesgo latente para las comunidades de la zona.
Jeison Mosquera, el alcalde de esta localidad, en diálogo con Blu Radio, aseguró que la menor pertenecía a la comunidad indígena de San Cristóbal, que queda a dos horas en lancha de la zona urbana del municipio. El traslado de la niña se dificultó debido al temor y la zozobra de los habitantes por posibles enfrentamientos y represalias del grupo armado ilegal.
“Tenía síntomas de paludismo, de desnutrición y por el paro no pudo salir. En esa comunidad no hay centro de salud y por la situación de seguridad no pudo llegar al médico”, dijo el funcionario.
El mandatario local manifestó su impotencia e inconformidad ante debido a la imposibilidad de acompañar a la familia de la niña, ya que navegar el río San Juan supone riesgos de seguridad. En la zona de los hechos también hay otras personas que necesitan de atención médica urgente, como una mujer en estado de embarazo.
“No hemos podido acompañar a la familia porque como están en esa zona donde no se puede ingresar por el tema del paro y nosotros estamos en la cabecera municipal, únicamente hemos tenido comunicación por teléfono. Ha sido imposible ir al territorio”, agregó Mosquera.
Las autoridades locales indicaron que hay un grave riesgo para 200 estudiantes de una escuela rural de Istmina, que este domingo presentan las pruebas Saber 11. La aplicación del examen no ha sido confirmada debido a que la situación de seguridad complica la llegada de la logística.