El Consejo Noruego para Refugiados (NRC) entregó su más reciente reporte sobre el número de colombianos que vive en zonas donde tienen influencia grupos armados y aseguró que este aumentó en un 70% desde 2021.
El reporte indica que un total de 8,4 millones de colombianos viven en zonas de conflicto, lo que representa 3,5 millones más que en 2021. Por esta razón, la organización hizo un enfático llamado, asegurando que “El sufrimiento de la población civil está siendo ignorado. Tanto el gobierno como las agencias humanitarias que brindan ayuda deben hacer más para atender las necesidades humanitarias y de protección de la población civil”.
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A su vez, el secretario general de NRC, Jan Egeland, realizó una visita a las áreas en conflicto del país y sus declaraciones generaron preocupación: “La esperanza de paz, que fue tan intensa en mi visita a Colombia hace 10 años, se está desvaneciendo, especialmente en las zonas rurales. Desde entonces, la violencia en Colombia ha alcanzado niveles devastadores, como ocurría antes del acuerdo de paz de 2016. Todas las partes del conflicto deben priorizar urgentemente el fin de la violencia y la protección de las víctimas en los esfuerzos de paz actuales. La oportunidad de restablecer la paz se está esfumando”, explicó.
Así también, agregó que los grupos armados presentes en las zonas rurales utilizan una serie de tácticas para imponerse y controlar la vida de los habitantes de estas zonas. Entre ellas, les impiden a la población salir de sus comunidades, una situación conocida como “confinamiento“.
En el primer semestre de este año, los asesinatos, las intimidaciones, las minas antipersonal y el fuego cruzado han prevenido a casi 65.000 personas a salir de las áreas donde se encuentran sus viviendas, por lo que el desplazamiento volvió a estar en el radar de los principales problemas en el territorio.
El informe indica que, en comparación con el año anterior, la expansión de los grupos armados no estatales y los enfrentamientos armados han provocado un incremento del 20% en el número de personas confinadas en 2024, convirtiendo a las víctimas del conflicto en “invisibles” e imposibles de recibir ayuda humanitaria.
Las escuelas se han convertido en campos de batalla
El reporte precisó que, desde enero de 2022, casi 30.000 estudiantes han sido afectados por la violencia armada y han tenido que suspender sus clases por hechos como: ataques directos e indirectos contra escuelas, la ocupación o utilización de escuelas por parte de grupos armados y el reclutamiento forzado de menores de edad.
“Las familias con las que me reuní esta semana me hablaron de lo difícil que les parece vivir en paz ahora que los actores armados dominan cada vez más sus vidas. Aunque el gobierno de Colombia ha hecho mucho por promover la paz y asistir a las víctimas del conflicto, lo que he visto resalta las extraordinarias amenazas a las que las comunidades aún se enfrentan por parte de los actores armados, en medio de una desesperada necesidad de estabilidad”, reiteró Egeland.
Cabe mencionar que Colombia sigue en la lista de los cuatro países con mayor número de desplazados internos. A finales de 2023, alrededor de 5,1 millones de personas estaban desplazadas internamente como consecuencia del conflicto y la violencia en el país sudamericano.
Migrantes en Colombia
El problema también perjudica a personas refugiadas y migrantes que intentan reconstruir sus vidas o transitar hacia Norteamérica. Un gran número de personas cruzan Colombia en busca de seguridad y oportunidades en Estados Unidos o México, a menudo pasando por el tapón del Darién.
”Proteger a las decenas de miles de personas que arriesgan sus vidas cruzando estas rutas migratorias debe ser también una prioridad para el gobierno colombiano y otros gobiernos latinoamericanos que se han comprometido a hacerlo en la Declaración de Cartagena y el próximo Plan de Acción de Chile”, instó Egeland.