El gerente General del Banco de la República, Leonardo Villar, alertó sobre posibles desafíos que podrían surgir en el proceso de recaudación fiscal para 2025, señalando que estos riesgos tienen el potencial de comprometer la estabilidad y ejecución del presupuesto planeado para el próximo año.
Durante su intervención, que se registró en el marco de la presentación del Gobierno a las comisiones económicas terceras y cuartas del Senado y la Cámara, Villar abordó el proyecto de ley del presupuesto para el 2025, estimado en $523 billones. Villar expresó su preocupación sobre los riesgos que el Gobierno podría enfrentar para alcanzar la meta de recaudación fiscal de la Dian, establecida en $317,4 billones.
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“Tal como lo señala el Comité Autónomo de la Regla Fiscal en su evaluación del marco fiscal de mediano plazo de 2024, existen riesgos en torno a las expectativas de recaudo en 2025″, afirmó el gerente. Así mismo, explicó que si la Dirección de Impuestos no logra alcanzar el aumento proyectado en la recaudación, se podría enfrentar un déficit de ingresos equivalente al 0,4% del PIB en el próximo año. Esta situación provocaría dificultades en el manejo del flujo de caja del Estado, complicando la financiación de sus obligaciones.
Según Villar, es imperativo que el Gobierno realice ajustes significativos en su nivel de gasto para alinearse con la regla fiscal que se comprometió a respetar. De igual forma, destacó que un recorte en el gasto público no solo es crucial para mantener la estabilidad financiera y cumplir con las metas fiscales, sino también para prevenir posibles complicaciones económicas en el futuro.
“El Presupuesto General de la Nación para el año 2025 eleva la estimación de los recursos recaudados por gestión a 1,6% del PIB, 29 billones de pesos, sin contar los recursos esperados por la aprobación del proyecto de ley de financiamiento que el Gobierno está preparando”, sintetizó.
Cabe destacar que, varios sectores expresaron su opinión respecto al proyecto de ley de financiamiento que se presentará antes del 15 de septiembre en el Congreso. Con este, el Gobierno pretende obtener al menos 12 billones de pesos para aliviar el servicio de la deuda, ya que no se están cumpliendo las expectativas de ingresos en el presupuesto general.
Por su parte, entidades como Fedesarrollo y el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana sugirieron un recorte presupuestal cercano a los $39 billones como medida prudente para enfrentar los desafíos económicos del país.
Además de la ley de financiamiento, el presupuesto general de la nación (PGN) prevé una serie de ingresos adicionales para cubrir las asignaciones de gasto. Se estima que se recaudarán $511 billones en total, desglosados en $319,1 billones provenientes de ingresos corrientes, $162,8 billones generados por recursos de capital, y $29,0 billones que llegarán de fondos especiales y rentas parafiscales.
Alerta por desvíos en proyecciones macroeconómicas
Villar expresó su inquietud ante las recientes desviaciones que surgieron en las proyecciones macroeconómicas propuestas por el Gobierno. Según el gerente del Banco de la República, estas variaciones en los supuestos iniciales plantean serios desafíos para la estabilidad económica del país y podrían afectar la planificación financiera a corto y mediano plazo.
“Desviaciones en los supuestos macroeconómicos como una eventual menor tasa de crecimiento del PIB o tasas de interés más altas de la deuda del Gobierno podrían llevar a un escenario fiscal menos favorable”, afirmó.
De igual forma, mencionó que estas alteraciones en las proyecciones de ingresos podrían requerir ajustes significativos en el gasto. “Se espera que las desviaciones en la proyección de ingresos frente a las metas conlleven ajustes oportunos en el programa de gasto por parte del Gobierno nacional”, resaltó.