La eliminación del matrimonio infantil en Colombia está cerca de convertirse en ley. La iniciativa recientemente aprobada en el tercer debate de la Comisión Primera del Senado, ahora solo requiere ser debatido en plenaria para su adopción definitiva.
El proyecto de ley “Son niñas no esposas”, presentado por las representantes a la Cámara Alexandra Vásquez y Jennifer Pedraza, y defendida en el Senado por la senadora Clara López, pretende erradicar el Matrimonio Infantil y las Uniones Tempranas (MIUT) en que uno o ambos contrayentes sean menores de edad pues, actualmente, la ley permite que jóvenes desde los 14 años puedan casarse con el consentimiento de los padres.
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Además, busca establecer el Programa Nacional de Atención Integral a Proyectos de Vida para niños, niñas y adolescentes. Alexandra Vásquez, representante por Cundinamarca, celebró la aprobación en Comisión Primera del Senado y exhortó a la plenaria a apoyar el proyecto: “Como autora, celebro la aprobación en primer debate de Comisión Primera del Senado. Espero que podamos darle continuidad a este proyecto, por supuesto, apoyar y decir no al matrimonio infantil mediante esta iniciativa que permite devolverles derechos a niños, niñas y adolescentes”, aseguró, con la esperanza de que el proyecto pase a conciliación y sanción presidencial.
Por su parte, Jennifer Pedraza, representante por Bogotá, subrayó el hito histórico que representa el avance de este proyecto en la lucha por los derechos de la infancia: “¡Vamos avanzando en la lucha por los derechos de la infancia! Faltan un debate para que en Colombia logremos eliminar definitivamente el matrimonio infantil. Nunca habíamos llegado tan lejos. Seguimos”.
Esta propuesta legislativa toma relevancia en un contexto en el que Colombia ocupa el puesto 20 a nivel mundial en uniones de niñas y adolescentes antes de los 15 años y el puesto 11 antes de los 18 años. Las niñas indígenas son unas de las más afectadas, con un 33.8% casadas antes de los 18 años.
Datos recientes señalan los altos riesgos asociados al embarazo infantil y adolescente, junto con las graves consecuencias para la salud mental y reproductiva y el elevado riesgo de enfermedades de transmisión sexual (ETS). La urgencia de abordar esta problemática es evidente y ha sido un motivo recurrente en la defensa de este proyecto de ley.
El éxito en la construcción y avance del proyecto de ley que busca la eliminación del matrimonio infantil también ha sido atribuido a la participación y respaldo de la ciudadanía. Pese a que la iniciativa ha sido archivada en ocho ocasiones anteriores, las representantes Vásquez y Pedraza confían en que este intento será exitoso, y en que el Congreso demostrará un compromiso real con el bienestar y desarrollo de la juventud y la niñez colombiana.
Este proyecto de ley también pone de relieve la importancia de abrir un diálogo social amplio sobre el matrimonio infantil y la necesidad de establecer políticas públicas efectivas que aborden las raíces profundas de este fenómeno, como la pobreza, las normas de género tradicionales y la falta de acceso a la educación de los menores. De acuerdo con Profamilia, una de las organizaciones que respalda la iniciativa: “Este cambio legal debe acompañarse de las acciones necesarias por parte del Estado, la sociedad y la familia, que impulsen los cambios sociales que lleven a desnaturalizar estas prácticas, permitan empoderar a las niñas, niños y adolescentes sobre sus derechos sexuales y reproductivos, y generen oportunidades para que puedan cumplir sus sueños y proyectos de vida de manera libre, digna y segura”.
En ese sentido, la organización hizo un llamado al Congreso y a la sociedad civil a “lograr la eliminación de esta práctica nociva y de esta manera contribuir a la materialización del interés superior de los niños, niñas y adolescentes, y de la primacía de sus derechos”.