Ecuador-Colombia de 1868
Dos temblores se originaron en la zona limítrofe de Ecuador y Colombia el 15 y 16 de agosto de 1868, con magnitudes de 6.3 y 6.7, siendo este último el más mortal con una duración de casi un minuto de movimiento.
El primero de ellos se registró en las localidades de El Ángel y La Concepción; mientras que el segundo terremoto dejó la ciudad ecuatoriana de Ibarra completamente destruida. Se cree que este movimiento causó alrededor de 70 mil víctimas, contabilizando muertos y heridos en ambos países.
Terremoto de Cúcuta de 1875
También llamado como el Terremoto de los Andes, este movimiento telúrico se produjo el 18 de mayo de 1875 y tuvo una magnitud de entre 7.5 y 8.5 en Cúcuta, aunque también repercutió en el estado venezolano vecino de Táchira.
Pese a que algunos aseguran que el número de víctimas de este terremoto llegó a 3 mil, al menos en la zona afectada de Colombia únicamente fueron encontrados 461 cuerpos. De este sismo también afloraron aguas termales de los sitios hoy conocidos como “Agua Hedionda”, “El Tampaco” y “Aguas Calientes”.
La zona geográfica en donde se ubica Colombia lo hace un país propenso a sismos. (REUTERS/Luisa González)
Sismo y tsunami de 1906
Un sismo de magnitud 8.8 azotó a la provincia de Esmeralda en Ecuador, colindante con Colombia, el 31 de enero. Este movimiento generó un tsunami que dejó mil 500 muertos. Según información del SGC, las olas alcanzaron los cinco metros de altura y dejaron bajo el agua la región colombiana de Tumaco.
Terremoto de Páez de 1994
El terremoto se originó en las faldas de la Cordillera Central de los Andes del Cauca, en el suroeste de Colombia, el 6 de junio de 1994. Fue de una magnitud de 6.4 y dejó alrededor de 800 personas fallecidas, principalmente los habitantes de las comunidades cercanas al río Páez. Este es considerado el segundo más mortífero en la historia del país.
Eje Cafetero de 1999
Considerado el peor terremoto en la historia reciente del país, este terremoto afectó los departamentos de Quindío y Risaralda en Colombia, dejando más de mil personas muertas.
El movimiento telúrico se originó el 25 de enero de 1999 con una magnitud de 6.2. Diversos hospitales se vieron afectados y los recursos para atender la emergencia fueron limitados. El sismo dejó cuatro mil personas heridas y cerca de 500 desaparecidas.
Alrededor de ocho mil fincas cafeteras fueron completa o parcialmente destruidas, también 13 mil estructuras de muchos tipos de empresas e industrias quedaron afectadas.
En Colombia la intensidad de los sismos se mide con la Escala Macrosísmica Europea (EMS-98), la cual parte de la intensidad 2, descrita como “apenas sentido” por muy pocas personas en reposo; el nivel 3 es catalogado como “sentido levemente”, en donde puede haber balanceo de algunos objetos.
Un sismo es considerado de intensidad 4 cuando es “sentido ampliamente” por muchas personas en el interior de edificaciones y por pocas en el exterior. Las ventanas, puertas y platos vibran. En el nivel 5, “sentido fuertemente”, los objetos pequeños se desplazan, hay un vaivén de puertas o ventanas y se pueden registrar leves grietas en edificios o casas.
La intensidad de tipo 6 implica un “daño leve”, en este rango algunas personas pueden llegar a perder el equilibrio; algunos objetos llegan a caerse y muchas edificaciones presentan daños leves. El nivel 7 se presenta cuando hay un “daño moderado”, es decir, los muebles pesados llegan a desplazarse y muchos edificios tienen grietas y puede haber caída de revestimiento de los muros.
Finalmente, en las intensidades por arriba de 7 acontece un “daño severo”: en este punto muchas personas tienen dificultad para mantenerse en pie; los objetos pesados se caen; y las estructuras antiguas y débiles pueden llegar a colapsar.
Los tsunamis, olas gigantes que pueden causar devastación masiva en las costas, se originan principalmente por perturbaciones abruptas en el fondo marino. Estas perturbaciones, a menudo causadas por terremotos submarinos de gran magnitud, desplazan verticalmente grandes columnas de agua, generando una serie de olas que se propagan en todas direcciones.
Mientras estas olas viajan por aguas profundas su altura puede ser imperceptible; sin embargo, al acercarse a la costa, donde la profundidad del océano disminuye, las olas se comprimen y su altura aumenta dramáticamente. Este fenómeno, junto con la longitud de onda excepcionalmente larga de los tsunamis, permite que una ola gigante penetre tierra adentro con una fuerza devastadora.
Si bien los terremotos son la causa más común, otros fenómenos como erupciones volcánicas submarinas o deslizamientos de tierra también pueden generar tsunamis.
Colombia es uno de los países donde los sismos son frecuentemente percibidos. Este fenómeno no es casualidad, sino que responde a varias razones geológicas específicas propias de la región; una de las principales causas de esta alta actividad sísmica radica en la subducción de la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana, este proceso genera tensiones significativas que se liberan en forma de terremotos.
Cabe mencionar que, Colombia se encuentra en una posición geográfica particular, situada en el borde de tres placas tectónicas: la Placa Sudamericana, la Placa de Nazca y la Placa del Caribe. El movimiento y la colisión de estas placas tectónicas son responsables de la mayoría de los terremotos registrados en el país.
Además, es parte del Cinturón de Fuego del Pacífico. Esta región es conocida por su intensa actividad sísmica y volcánica, siendo responsable de cerca del 90% de los terremotos a nivel mundial. A esto se suman las diversas fallas geológicas en el territorio, entre las que se encuentran la Falla de Romeral, la Falla de Bucaramanga y la Falla de Algeciras.
De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riego de Desastres (Ungrd) un sismo es la liberación súbita de grandes cantidades de energía, que se representan a través de ondas que se desplazan por el interior de la tierra y que al llegar a la superficie puede ser percibida por las personas, animales y hasta estructuras.
Debido a su posición en el Cinturón de Fuego del Pacífico, Colombia se identifica como una nación con alta vulnerabilidad a los sismos. Esta área es la localización de aproximadamente el 75% de los volcanes del planeta y es escenario del 80% de los sismos más intensos a nivel global.
El país está situado sobre dos zonas de subducción significativas, donde la placa tectónica de Nazca colisiona con la Sudamericana, y esta última a su vez interactúa con la placa del Caribe, generando movimientos sísmicos frecuentes.
Por lo tanto, las regiones de Nariño, Chocó, Caldas y Santander son las que mayormente experimentan esta actividad sísmica.
Los recientes temblores en el municipio de Los Santos, Santander, han generado preocupación en parte de la población colombiana. El Servicio Geológico Colombiano (SGC) expuso la razón por la cual tiembla en esa región, que convierte a Bucaramanga en una de las capitales más afectadas por los sismos.
Luego del sismo con magnitud 5.7 que sacudió gran parte del país el pasado 28 de mayo, con epicentro en Los Santos, Santander, que causó la evacuación en edificios y la publicación de cientos de reacciones de internautas, pone en la lupa nuevamente este municipio que, según el Sistema Geológico Colombiano (SGC), es el epicentro de aproximadamente el 60 % de los sismos ocurridos en el país, pero ¿por qué?.