Luego de cinco años de investigación para establecer que la culpable del homicidio de la caleña Diana Tabares Maya fue una mujer de origen panameño, identificada como Yvonne Serrano, una corte en el sur de la Florida confirmó su sentencia a cadena perpetua en la tarde del 12 de agosto, fallo con el que estuvo conforma la familia de la colombiana.
“Gracias a Dios se hizo justicia por mi hija. Era lo que estábamos pidiendo, que ella no volviera a ver la luz del sol y se logró. Da un poquito más de paz en el corazón”, señaló en medio del llanto Isabel Tabares, madre de la víctima, indicaron en el informativo de televisión Noticias Caracol.
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De acuerdo con las pruebas que recopilaron las autoridades judiciales estadounidenses, la condenada le disparó en la cabeza, tras regresar de una fiesta, ya que Tabares se ofreció a llevarla a su casa, luego de que estuvieran departiendo en una fiesta que se llevó a cabo el 22 de noviembre de 2019.
El juicio contra la asesina, de 56 años de edad, duró cerca de dos meses, y en junio de este año la declararon como culpable de homicidio en segundo grado, entre otras razones porque la mujer incluso alteró la escena del crimen.
De acuerdo con la investigación del caso, la joven colombiana, de 21 años de edad en el momento de su trágico deceso, conoció a su victimaria en el gimnasio al que ambas acudían.
Precisamente, los encargados de establecimiento para realizar ejercicio organizaron un evento en un bar al que asistieron las dos mujeres, donde fue la última vez que vieron a la caleña con vida.
Posteriormente, las dos se fueron en el vehículo de Tabares Maya y cuando dejó a la señalada homicida en su hogar, esta abrió fuego contra la cabeza de la joven.
Ya en la mañana siguiente, tras lavar la ropa que vestía ese día y de manipular las grabaciones del sistema de videoseguridad que tenía instalada en su vivienda, la ahora condenada a estar lo que le queda de su vida en una cárcel, llamó de emergencia a las autoridades para ponerlos en conocimiento de que frente a su vivienda había una persona muerta, por eso también la hallaron culpable del delito de manipulación de evidencias.
Por otro lado, Serrano cambió su versión varias veces. En una de ellas, dijo haber “perdido el conocimiento y despertado en su cama” tras haber estado en el local World of Beer la noche anterior. En otra de sus declaraciones, afirmó haber reaccionado “en el asiento del copiloto del vehículo junto a Daniela”. Esto llevó a las autoridades a incrementar esfuerzos para aclarar los hechos.
Durante el proceso, la policía de Coral Springs, localidad en la que ocurrió el crimen, encontró el casquillo de una bala de 9 milímetros en el piso del asiento del pasajero del carro de la víctima, y se confirmó que la victimaria tenía permiso para el porte de armas de fuego.
Serrano, de hecho, tras la deliberación del jurado con el que se confirmó su sentencia, no expresó ningún tipo de arrepentimiento por ese crimen, y ni siquiera habló tras el veredicto.
“Esa mujer es lo que yo describí. Insensible, sin corazón, sin respeto por la vida de nadie. Era nada. Entonces no tenía nada que decir”, reiteró la madre de la vallecaucana en Noticias Caracol.
En ese noticiero indicaron que la defensa de la homicida tiene 30 días para solicitar el recurso de apelación, pero la familia de la joven confía en que lo hagan ante la contundencia de la investigación que llevó un lustro para establecer la responsabilidad de Serrano.