No fue un francotirador, sino un sicario el presunto asesino del esmeraldero ‘Pedro Aguilar’ en un exclusivo sector de Bogotá

Aunque desde que se supo la semana pasada del crimen de Juan Sebastián Aguilar, conocido como ‘Pedro Aguilar’ o ‘Pedro pechuga’, en varios medios de comunicación trascendió que el perpetrador del homicidio sería un francotirador que utilizó un fusil de alta precisión, supuestamente un Galil calibre 5,56 milímetros, la investigación por este hecho habría arrojado que este hecho ocurrió en otras circunstancias.

En primera medida se utilizó un arma diferente, ya que en el lugar en el que presuntamente se ocultó el asesino se encontraron vainillas de proyectiles de 9 milímetros, por lo que expertos en balística consideran que utilizó un subfusil de ese calibre como los Colt SMG o las carabinas AR15 que son muy precisas a distancias menores a 60 metros, que fue similar a la que se encontraba la víctima, señalaron en el informativo de televisión Noticias Uno.

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Agregaron que según esta hipótesis, al responsable del asesinato se le habría facilitado de esta manera ocultar el arma con la ejecutó al esmeraldero que fue impactado en el pecho. Además, el criminal habría estado en su trinchera 24 horas antes en el lote aledaño al condominio en el que vivía el comerciante de las piedras preciosas, de 58 años de edad en el momento de su muerte.

Incluso, de los nuevos detalles que conocieron en Noticias Uno de la investigación de las autoridades por este caso, se supo que el delincuente durmió en una colchoneta de campaña similar a la que utilizan los militares cuando están en operativos.

Además, indicaron que el disparo por el que perdió la vida Aguilar, primero dio contra una pared y luego hirió de muerte al empresario, lo que lleva a plantear que el autor realmente no sería un tirador de alta precisión, sino de un sicario.

En ese noticiero establecieron que para lograr ese homicidio, el señalado asesino a sueldo hizo un trabajo de inteligencia de varios meses, seguramente, con allegados de la víctima, para tener claro la ubicación de su vivienda, así como de la identificación de sus rasgos físicos.

Finalmente indicaron que las autoridades, luego de las primeras indagaciones por este impresionante crimen, ya conocerían los rasgos físicos del asesino y algunos de sus datos básicos, tras las entrevistas y las grabaciones de videovigilancia del condominio.

El crimen del esmeraldero ocurrió el miércoles 7 de agosto, en la tarde, luego de que Aguilar regresara de una misa y mandara a bendecir su nuevo hogar, que había mandado a blindar, ya que en octubre del año pasado se salvó en dos atentados en su contra, uno en Boyacá y otro en su oficina.

En esa última ocasión, el empresario estaba en el piso 15 de un edificio en el norte de Bogotá, cuando le dispararon con un fusil, cuyos proyectiles traspasaron las ventanas que también eran blindadas. Sin embargo, no resultó ileso, ya que varias esquirlas afectaron gravemente a uno de sus ojos.

En Noticias Uno también recogieron que, de acuerdo con la investigación del asesinato de Aguilar, el crimen habría sido ordenado desde la ciudad de Dubái, en Emiratos Árabes, donde estaría la guarida de una organización que se consideraba extinta y que se denomina como Nueva Junta Directiva del Narcotráfico (Njdn).

Al parecer, la conforman empresarios de las esmeraldas que lavan dinero del tráfico de estupefacientes bajo fachadas de explotación de los yacimientos de las piedras preciosas.

Según la información de inteligencia, que conocieron en ese medio de comunicación, habría una relación entre esa estructura con el presunto plan para asesinar al presidente Petro, que el mismo mandatario denunció la semana pasada.