Colombia, ubicada en el “Cinturón de Fuego del Pacífico”, experimenta una alta sismicidad debido a la interacción de las placas tectónicas Nazca, Caribe y Sudamérica.
Las zonas con mayor frecuencia de sismos son:
Es importante destacar que la sismicidad en Colombia es un fenómeno dinámico y la ocurrencia de sismos puede variar en el tiempo y el espacio.
Los tsunamis, olas gigantes que pueden causar devastación masiva en las costas, se originan principalmente por perturbaciones abruptas en el fondo marino. Estas perturbaciones, a menudo causadas por terremotos submarinos de gran magnitud, desplazan verticalmente grandes columnas de agua, generando una serie de olas que se propagan en todas direcciones.
Mientras estas olas viajan por aguas profundas su altura puede ser imperceptible; sin embargo, al acercarse a la costa, donde la profundidad del océano disminuye, las olas se comprimen y su altura aumenta dramáticamente. Este fenómeno, junto con la longitud de onda excepcionalmente larga de los tsunamis, permite que una ola gigante penetre tierra adentro con una fuerza devastadora.
Si bien los terremotos son la causa más común, otros fenómenos como erupciones volcánicas submarinas o deslizamientos de tierra también pueden generar tsunamis.
En Colombia, la medición de sismos está a cargo del Servicio Geológico Colombiano (SGC), entidad que utiliza la escala de magnitud de momento (Mw) para cuantificar la energía liberada durante un evento sísmico. Esta escala, que ha reemplazado a la Richter en el ámbito científico, proporciona una medida más precisa de la energía liberada, especialmente en sismos de gran magnitud.
El SGC cuenta con una red de sismógrafos distribuidos estratégicamente en todo el territorio nacional, los cuales registran las ondas sísmicas y envían la información en tiempo real al centro de análisis. A partir de estos datos, los expertos determinan la magnitud, profundidad y epicentro del sismo.
Es importante destacar que la escala de magnitud de momento es logarítmica, lo que significa que un aumento de una unidad en la escala representa una liberación de energía 32 veces mayor. Por ejemplo, un sismo de magnitud 6 libera 32 veces más energía que uno de magnitud 5.
El Servicio Geológico Colombiano reportó un evento sísmico que tuvo como epicentro Pitalito, Huila, el cual, tuvo una magnitud de 2.7 y una profundidad Superficial (Menor a 30 km).
En Colombia, las zonas con mayor sismicidad incluyen regiones como el suroccidente y la cordillera de los Andes. A lo largo del país, existe una extensa red de instrumentos sísmicos dedicados a registrar todos los movimientos telúricos. Aunque muchos de estos movimientos son imperceptibles y no se publican en las redes sociales del Servicio Geológico Colombiano (SGC), son importantes para los registros de la institución.
El director de Geoamenazas del SGC afirma que cuentan con una red de monitoreo que incluye la Red Sísmica Nacional y estaciones sísmicas en observatorios vulcanológicos y sismológicos de Manizales, Pasto y Popayán. Estas instalaciones no solo monitorean la actividad de los volcanes, sino también la sismicidad en sus alrededores.
De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riego de Desastres (Ungrd) un sismo es la liberación súbita de grandes cantidades de energía, que se representan a través de ondas que se desplazan por el interior de la tierra y que al llegar a la superficie puede ser percibida por las personas, animales y hasta estructuras.
Los sismos pueden ser provocados por diversos factores:
En el plano internacional se han reportado delicadas emergencias relacionadas con sismos en los últimos meses; si bien la tierra nunca deja de moverse, algunas de estas actividades son mucho más perceptibles para la ciudadanía. En Colombia este fenómeno genera una amplia preocupación por los antecedentes, lo que insta a los expertos a mantener en constante alerta y aclarar cualquier tipo de información sobre el mismo.
Si ocurre un sismo en su área, es crucial tener en cuenta acciones que deben evitarse debido al nerviosismo o estrés:
En emergencias relacionadas con desastres naturales, como terremotos, huracanes e incendios forestales, es importante no solo salvaguardar la vida propia y la de las demás personas, sino también la de los animales. Por eso, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal de Bogotá planteó un listado de recomendaciones a tener en cuenta para evacuar con mascotas en situaciones de riesgo.
Fijar un punto de encuentro en caso de sismo es crucial por varias razones:
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) hizo un podio con los cráteres que se encuentran a mayor altura en el país.
El oro en este caso se lo lleva el Nevado del Huila que se ubica a 5.364 metros sobre el nivel del mar (msnm). La plata se la asignaron al del Ruiz que está a 5.321 msnm y cerrando con bronce está el del Tolima con 5.215 msnm.
El diploma olímpico se lo llevan los de Santa Isabel con 4.965 msnm y de Cumbal con 4.764 msnm.
El devastador sismo que ocurrió a las 8:12 de la mañana del 31 de marzo de 1983, en la capital del Cauca, conllevó a que en la legislación colombiana se adoptara la primera norma de sismorresistencia para las construcciones en el territorio nacional, según explicaron en un artículo del SGC con motivo de la conmemoración de esta tragedia natural en la que perdieron la vida 250 personas.
La destrucción del movimiento telúrico, con una magnitud de 5,6 grados con una profundidad superficial de 15 kilómetros, tuvo como consecuencia que el 90 % del centro histórico de edad ciudad fuera arrasado, mientras que en todo el departamento 5.000 edificaciones quedaran en ruina, agregaron desde la entidad.
El Servicio Geológico Colombiano consultó Fernando Díaz, ingeniero y experto en Amenaza y Riesgo Sísmico de esa entidad, quien recordó que en la década de 1980 se estaban recopilando normativas para que las edificaciones en el país pudieran soportar los sismos que son constantes en el territorio, sin embargo, la tragedia en Popayán aceleraron ese proceso.
“Para inicios de los años 80, la Asociación de Ingeniería Sísmica (AIS), conformada por profesores de varias universidades del país y expertos capacitados en el exterior, habían adelantado la adaptación de normas internacionales”, puntualizó.
Agregó que luego de ese terremoto, el Gobierno del entonces presidente Belisario Betancur expidió un decreto de emergencia para adoptar de manera exprés los criterios de construcción sismorresistente de la AIS, para que en 1984 se expidiera el Código Colombiano de Construcciones Sismo Resistentes.
“Esta norma se ha ido actualizando y hoy la conocemos como NSR-10. Por eso, en este aniversario, recordamos la importancia del cumplimiento de esta normativa, ya que es apremiante en el diseño y construcción de todas las edificaciones, pues vivimos en un país sísmicamente activo (sic)”, destacaron en otra publicación en su cuenta oficial en la red social X.