Bogotá vuelve a ocupar uno de los primeros lugares, al menos en la región, de un ranking sobre tiempo perdido en el tráfico y peor velocidad promedio en horas pico.
Así quedó registrado en una investigación del 2.023 publicada por la firma neerlandesa especializada en sistemas de navegación Tom Tom sobre las ciudades con los peores índices de tráfico en el mundo.
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Hasta arriba, se encuentra Londres (Inglaterra) con un estimado de 37 minutos, 20 segundos para recorrer 10 kilómetros, seguido de Dublín (Irlanda) con 29 minutos, 30 segundos y, finalmente, Toronto (Canadá) con 29 minutos cerrados.
El caso de Londres es especialmente crítico, pues, desde el 2.021 habría retomado la tendencia prepandemia de incrementar el tiempo en el tráfico, cada año.
Sin embargo, las ciudades latinas no se quedan atrás; ya que, después de Milán (en la cuarta posición, con 28 minutos, 50 segundos) se encuentra Lima (Perú) con 28 minutos y 30 segundos, para un total de 157 horas perdidas, por año, en el tráfico.
Apenas 40 horas más que en Bogotá, donde el mismo trayecto de 10 kilómetros toma alrededor de 25 minutos, 30 segundos en realizarse.
La capital colombiana, según Tom Tom, tiene un promedio de 20 kilómetros por hora en hora pico, en vías principales. Apenas 3 kilómetros por encima de Lima; lo que la sitúa como la segunda ciudad con peor tráfico en la región.
Aunque bien es cierto que, en Dublín, Toronto, Milán y Lima, por cada kilómetro recorrido se pierde un minuto en el tráfico. Algo que, con todo y su posición desalentadora en Latinoamérica, no sucede en la caótica y a medio terminar Bogotá; incluso, cuando el tráfico es peor, que de acuerdo con la firma neerlandesa es el jueves entre las 5:00 y las 6:00 de la tarde.
Tips para el uso de la caja de cambios de un vehículo automático en el trancón:
En las grandes ciudades, el tráfico denso es una constante diaria para muchos conductores. Para aquellos que manejan vehículos con caja de cambios automática, el conocimiento adecuado de su uso en estas situaciones puede ser crucial para transformar un trayecto estresante en uno más llevadero. La correcta utilización de estos vehículos no solo mejora el confort del conductor, sino que también previene reparaciones costosas y reduce el riesgo de accidentes, haciendo que la conducción sea más segura y eficiente.
El funcionamiento básico de una caja de cambios automática consiste en simplificar la conducción, ya que cambia las marchas automáticamente según la velocidad y las condiciones del camino. Los modos principales incluyen “P” (parqueo), “R” (reversa), “N” (neutral) y “D” (drive o conducir). Algunos vehículos ofrecen modos adicionales como “L” (bajas) o “S” (deportivo).
Una recomendación de los expertos es mantener el modo “D” para avanzar normalmente y conservarlo la mayor parte del tiempo en tráfico pesado. Acelerar y frenar suavemente puede evitar el desgaste prematuro del vehículo, preservando los componentes mecánicos y ayudando a mantener una mayor eficiencia de combustible.
Para evitar frenazos bruscos y colisiones, es esencial mantener una distancia adecuada con el vehículo de adelante. Esto permite ajustar la velocidad sin necesidad de frenadas constantes, proporcionando un mayor margen de maniobra.
En situaciones en las que el tráfico se detiene completamente, es necesario mantener el pie en el pedal del freno para evitar que el vehículo avance solo. Aunque puede ser tentador cambiar a “N” o “P”, lo recomendable es mantener la palanca en “D” mientras el pie presiona el freno, asegurando una respuesta rápida si el tráfico comienza a moverse nuevamente.
Algunos conductores creen que cambiar a “N” (neutral) en paradas prolongadas ahorra combustible, pero esta práctica puede ser contraproducente. Cambiar frecuentemente entre “N” y “D” en tráfico pesado no solo resulta molesto, sino que también puede causar desgaste innecesario en la caja de cambios y eliminar el control del conductor en situaciones imprevistas.
Muchos vehículos modernos están equipados con el sistema Start-Stop, que apaga automáticamente el motor cuando el vehículo está detenido y lo vuelve a encender al soltar el freno. Este sistema es especialmente útil en tráfico denso, ya que ayuda a reducir el consumo de combustible y las emisiones. Los conductores deben familiarizarse con el funcionamiento de este sistema para aprovechar al máximo sus beneficios.
Algunos vehículos automáticos ofrecen un modo manual o de baja relación (L o M) que permite al conductor controlar las marchas de manera más precisa. En situaciones de tráfico muy empinadas o en descensos prolongados, usar estas opciones puede proporcionar un mayor control y seguridad.
Cada vehículo tiene características y recomendaciones específicas de acuerdo con el fabricante. Por ello, es aconsejable revisar el manual del propietario para entender mejor las peculiaridades de la caja de cambios automática del vehículo en uso.