El senador y exjefe negociador de paz con las Farc, Humberto de la Calle, manifestó públicamente su preocupación frente al “descontrol territorial” en materia de seguridad en Colombia, en medio de las negociaciones que adelanta el Gobierno nacional con grupos al margen de la ley.
Tras las conversaciones con algunas de estas estructuras armadas, De la Calle advirtió sobre la alarmante situación que se vive en el país. Según información que recogió Semana, el funcionario enfatizó que, aunque hay una baja en cifras de inseguridad, “el descontrol territorial está haciendo presencia en el territorio nacional”, afectando regiones como Valle, Cauca, y Putumayo.
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“No es por molestar, me preocupan los ceses al fuego”
Además de su preocupación general por la inseguridad, el servidor público criticó la falta de claridad en las negociaciones con la Segunda Marquetalia, el grupo disidente de las Farc más grande. En sus palabras, expresó que “no hay una reglamentación que les muestre a los colombianos cuál es el destino de esas conversaciones”, indicó Humberto de la Calle en el diálogo con el medio. De esa manera, insistió en que este descontrol es distinto al fenómeno de la inseguridad urbana que afecta a personas por delitos comunes, como el robo de celulares.
Entonces reposó su argumentación sobre los ceses al fuego, como otro punto crítico. En línea con esta preocupación, destacó que, en algunas zonas del país, la presencia de la fuerza pública parece haberse reducido, dando más espacio a los grupos armados, además, en vista de que no cesa la inquietud sobre que algunas organizaciones armadas busquen firmar acuerdos sin una verdadera intención de cumplirlos“. “Lo que han sentido los colombianos es que ha desaparecido la presencia de la fuerza pública. Hay determinadas zonas donde hay grupos con cese al fuego con la fuerza pública y otros no”, dijo.
En el Congreso, De la Calle recordó las dificultades de negociar bajo el cese al fuego. Se dirigió a los senadores y al ministro de Defensa para subrayar que las lecciones aprendidas del pasado deben ser tomadas en cuenta al evaluar la situación actual. “No quiero llevar esta discusión a lo que pasó en La Habana”, dijo, “porque dirán que uno quedó nostálgico de eso y que quiere dar clase, cosa que no es cierta”.
Segunda Marquetalia y sus operaciones en territorio colombiano
El contexto actual de descontrol territorial cobra mayor relevancia en atención al fortalecimiento de la Segunda Marquetalia en distintas regiones del país. De manera particular, el occidente de Nariño ha visto una consolidación de esta organización. Pero en otros departamentos como Putumayo también.
El 10 de agosto del 2024 se reportó que las tropas del Ejército Nacional descubrieron un depósito clandestino de explosivos perteneciente al grupo armado Segunda Marquetalia, lo que evitó potenciales ataques en el suroccidente del país. El hallazgo fue realizado por efectivos de la Vigésima Séptima Brigada de Selva y el Comando Operativo de Estabilización y Consolidación (Júpiter) en la vereda Las Mariposas, en el municipio de Villagarzón, departamento del Putumayo, según informó el Ejército Nacional a través de un comunicado.
Los explosivos estaban escondidos en la selva, cubiertos con plásticos negros para evitar su detección. Entre los materiales incautados se encontraban 32 detonadores, más de treinta artefactos explosivos improvisados, 435 metros de cordón detonante, cien metros de cable dúplex y seis minas diseñadas para ser usadas con drones. De acuerdo con las autoridades, estos explosivos representaban una grave amenaza para la población civil y las fuerzas de seguridad locales.
La operación en Villagarzón no solo evitó posibles ataques sino que también evidenció las tácticas del grupo armado para ocultar su arsenal en la densa selva de Putumayo. Estas tácticas reflejan un nivel de sofisticación y adaptación por parte de los grupos al margen de la ley, que continuamente buscan nuevas formas de eludir la detección por parte de las autoridades.