Asesinato de Juan Sebastián Aguilar en Bogotá: investigadores señalan posibles irregularidades

El homicidio de Pedro Aguilar, ocurrido el 7 de agosto, presenta inconsistencias en la versión inicial del francotirador. Detalles recientes cuestionan quién pudo haberlo asesinado

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Juan Sebastián Aguilar fue asesinado el 7 de agosto en Bogotá, al salir de su residencia- crédito @AlfredoSerranoZ/X
Juan Sebastián Aguilar fue asesinado el 7 de agosto en Bogotá, al salir de su residencia- crédito @AlfredoSerranoZ/X

El asesinato del esmeraldero Juan Sebastián Aguilar, conocido popularmente como “Pedro Aguilar”, ocurrido el 7 de agosto en el conjunto residencial de Bosques de Márquez, en el norte de Bogotá, planteó un escenario complejo para las autoridades encargadas de la investigación.

Según Semana, el esmeraldero fue asesinado a tiros al término de una ceremonia religiosa que celebraba en su nuevo hogar, donde vivía con su esposa desde hacía menos de un mes. Un único disparo atravesó el pecho y la espalda de Aguilar.

La Policía Nacional y el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación (CTI) fueron alertados de inmediato por los escoltas de Aguilar, que indicaron que el tirador se había escondido en un bosque cercano, a unos 200 metros de distancia. Inicialmente, se sugirió que el crimen había sido cometido por un francotirador altamente entrenado utilizando un fusil de asalto.

Imagen de referencia. El CTI encontró elementos como un trípode improvisado en la zona donde podía estar el tirador - crédito Colprensa
Imagen de referencia. El CTI encontró elementos como un trípode improvisado en la zona donde podía estar el tirador - crédito Colprensa

Sin embargo, las pruebas iniciales y las investigaciones forenses comenzaron a cuestionar esta teoría. Los videos de seguridad recolectados y los análisis de balística preliminares están siendo objeto de un escrutinio exhaustivo. El proyectil recuperado de la casa de Aguilar, que impactó primero en una pared antes de atravesar su cuerpo y terminar en un espejo, parece corresponder a una bala de 9 milímetros y no a un fusil de asalto, según los resultados preliminares.

Además, en la zona donde supuestamente se ocultó el tirador, se encontraron una estera militar y un trípode improvisado en madera, que serán sometidos a análisis forenses para determinar su relación con el ataque.

Así mismo, el medio citado reportó que, al consultar a varios testigos, incluidos algunos familiares de Aguilar, mostraron reticencia a declarar, lo que ha complicado aún más la investigación.

Otra de las situaciones que se presentó en el momento del atentado contra Aguilar fue la misteriosa desaparición de la ropa que portaba en el momento de su muerte, lo que también generó dudas e incertidumbre. Este material era crucial para los rastros forenses que podrían revelar información adicional sobre el asesinato.

Las primeras investigaciones sugieren que el francotirador estaba en una zona boscosa - crédito CTI
Las primeras investigaciones sugieren que el francotirador estaba en una zona boscosa - crédito CTI

El esmeraldero, conocido por su historial turbulento y peligroso, había sobrevivido a un intento de asesinato hace un año en la misma ciudad. De hecho, antes de dedicarse a la esmeralda de forma independiente, fue jefe de seguridad del célebre zar de las esmeraldas, Víctor Carranza.

Esto llevó a los investigadores a considerar diversos ángulos, incluyendo la posibilidad de que alguien cercano a Aguilar pudiera haber facilitado o perpetrado el crimen.

El dictamen preliminar del Instituto de Medicina Legal clasificó la muerte de Aguilar como violenta y tipo homicidio, destacando la potencia y velocidad del disparo. A pesar de las inconsistencias en las versiones iniciales, se espera que los estudios balísticos y forenses proporcionen datos más concretos sobre el tipo de arma utilizada y la distancia del disparo.

Aguilar utilizaba el alias Pedro Aguilar en la constitución de su empresa de seguridad - crédito El Tiempo
Aguilar utilizaba el alias Pedro Aguilar en la constitución de su empresa de seguridad - crédito El Tiempo

Entre tanto, otra de las inconsistencias que también le está causando serios interrogantes a las autoridades es la aparente doble identidad que tenía el esmeraldero, ya que según informó el diario El Tiempo, Aguilar firmó como “Pedro Aguilar” y no como Juan Sebastián Aguilar en los documentos de constitución de varias de las empresas que aparecían a su nombre.

La reconstrucción de los hechos realizados por el CTI y el análisis de las nuevas pruebas recolectadas, incluyendo la estera militar y el trípode, podrían cambiar la hipótesis del caso. No obstante, la posibilidad de que la información sobre los movimientos de Aguilar hubiera salido de la propia residencia no ha sido descartada, sugiriendo la existencia de un cómplice dentro de su círculo íntimo.

Las autoridades continúan trabajando con minuciosidad en la investigación, con la esperanza de esclarecer todos los detalles de este asesinato y encontrar a los responsables.

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