Colaboró con figuras como RBD, Danna Paola, Manuel Turizo, Diplo, Goyo, Mary J. Blige, Ximena Sariñana, Francisca Valenzuela, Flor De Toloache o Natti Natasha. Abrió el concierto de Justin Bieber en Bogotá en 2017. Tiene una nominación al Latin Grammy. Hizo bandas sonoras. Es DJ pero también multiinstrumentista.
En algún momento le dijeron que eso no era posible. “Recuerdo que en Los Ángeles hubo gente que me dijo ‘deberías hacer producir un género, porque si no eres difícil de vender’. ¿Quién dijo que no? Mark Ronson hace todo, Trent Reznor hace todo. Greg Wells hace todo. ¿Por qué a ellos no les dicen eso? Dije, ‘Yo voy a hacer todo’, y hoy me buscan por eso”.
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Ese carácter determinado en seguir sus propias reglas define a Ali Stone. Sea como compositora, como productora, como multiinstrumentista, abogando por los derechos de las mujeres en la industria musical, o ahora encarando una carrera musical hecha y derecha, la bogotana se ganó un lugar en el negocio por no tener complejos a la hora de seguir sus instintos, pero a la vez por adaptarse a los de aquellos artistas con los que trabaja.
Como suele suceder con un considerable porcentaje de los artistas que se dedican a la música, Ali estuvo muy influida en sus inicios por el ejemplo de su familia. “Mis papás tocan instrumentos, mis tíos también. Siempre estuvo ahí. Mi mamá siempre para dormirnos nos cantaba”, comentó en entrevista con Infobae Colombia.
Ese ejemplo la llevó a aprender piano desde los cuatro años, con una formación clásica. Poco a poco fue sumando más instrumentos a su repertorio, incluyendo guitarra, bajo, batería y flauta. Aunque aseguró que perdió la cuenta de cuantos instrumentos sabe tocar, dijo que “más de 10, seguro”. Además de aprender el ukelele, el requinto o percusiones típicas de Colombia, expandió sus miras en cuanto a instrumentos. “En la pandemia aprendí a tocar instrumentos de la India, porque dije ‘bueno, tengo tiempo libre’”, comentó entre risas.
Pero su vida pudo terminar de otro modo. Tras terminar sus estudios de Administración de Empresas y conseguir un empleo con horario de oficina, la música parecía un capítulo terminado, hasta que se presentó la oportunidad de su vida. “En 2013 me gané un concurso de Disney para hacer una reversión de Monsters University, del soundtrack de la película. Ese fue como el primer pepazo para pensar que podía ser algo serio”, recordó.
“Yendo al trabajo me dio un breakdown y me puse a llorar. Pensé que estoy haciendo esto, no porque me llene, lo que me apasiona es la música. Entonces renuncié”. Justo después llegó la oportunidad de ser el acto de apertura de Justin Bieber cuando el canadiense se presentó en Bogotá, en 2017, como parte del Purpose World Tour. Poco después se mudó a Los Ángeles y desde entonces su labor como productora cobró fuerza.
De la gran cantidad de artistas con los que trabajó, destacó a Axwell, clave cuando ganó el concurso de remezclas de la banda sonora de Monsters University, a Danna Paola que la recordó como “esa primera artista latina que me defendió, y abogó por mí”, y a Bruses, artista mexicana con la que colaboró en la creación de Señorita Revolución, tema nominado a los Latin Grammy a Mejor canción Pop Rock en 2023.
Ser una productora latina en un entorno tan exigente como Los Ángeles tiene sus desafíos, pero le saca provecho a esa misma singularidad. “Un buen productor es como un buen psicólogo. Tú no sabes con qué egos te vas a encontrar cada día, por qué situaciones está pasando. Me ha pasado que trabajo con artistas supercallados y me toca pensar cómo hago para sacarle esa carne para escribir la canción”. Afirmó que en su estudio de Los Angeles tiene todo dispuesto para que la dinámica sea “muy casera”. “Hay artistas americanos que me dicen que jamás en la vida los había atendido así”, señaló.
Ali incursionó en solitario con Pandora, álbum publicado en plataformas digitales el pasado 29 de mayo. Se trata de un álbum conceptual en el que se entrecruzan la leyenda griega de Pandora, con la propia identificación de la bogotana con todo lo que encierra esa caja. La clave de su éxito está en que no hay silencios entre temas. “Cuando las componía decía ‘tengo que encontrar la manera que se conecten para que se sienta el hilo, la narrativa, que todo vaya fluyendo acorde’”, explicó.
El hecho de modular transitando entre ritmos tan distintos como el acústico, la inspiración del heavy metal más clásico en las guitarras, o el dubstep, significaron una realización creativa notable. A eso se le añade su experiencia con bandas sonoras, motivo por el cual suele concebir los temas desde una perspectiva audiovisual. “Cuando estoy haciendo canciones puedo ver los videos casi de las canciones. Era como si estuviera viendo un videojuego pasando por mi cabeza”, afirmó.
Ali contó que la idea de trabajar con el concepto de Pandora provino de Diplo, reconocido por su trabajo con Major Lazer y en solitario. “Estábamos trabajando en Jamaica, y mientras estábamos allá me dijo que yo era como la caja de Pandora, porque yo hacía un montón de música, tocaba miles de instrumentos, hablaba un montón de idiomas… ‘de ti sale todo, eres la caja de Pandora’ Quedé boquiabierta y dije ‘sí, tienes razón’”, recordó con una sonrisa.
Frente a la cuestión de con quién le gustaría trabajar en el futuro, Ali no dudó. “Me gustaría trabajar con Shakira. Me gustaría hacerle algo roquero. Yo siempre digo que cuando necesites algo roquero, llámame. Con rock o con esa onda árabe”.