El asesinato de Juan Sebastián Aguilar, también conocido como ‘Pedro Pechuga’, conmocionó a la comunidad minera cundiboyacense, el pasado 19 de octubre de 2023, cuando un francotirador acabó con su vida en Bogotá.
Aguilar, de 58 años, era un influyente empresario de esmeraldas nacido en Chiquinquirá, Boyacá, que ya había sido objeto de dos atentados en el pasado.
El fatídico incidente ocurrió en la localidad de Usaquén, en un conjunto residencial cercano al centro comercial Palatino. Según fuentes judiciales citadas por El Colombiano, las investigaciones indican que el asesinato podría estar vinculado a disputas internas en la estructura conocida como la Nueva Junta Directiva del Narcotráfico (Njdn).
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Esta organización, que operó entre 1990 y 2010 en la sombra de los grandes carteles colombianos, usaba el comercio de esmeraldas para lavar activos ilícitos.
Entre los líderes de esta cofradía estaban los hermanos Luis Agustín y Juan Francisco Caicedo Velandia, alias don Lucho y ‘el Ingeniero’; Julio Lozano, alias Patricia; y Daniel ‘el Loco’ Barrera, entre otros. Tras su extradición, la Njdn permaneció inactiva, pero con el regreso de sus cabecillas al país, surgieron reclamaciones y amenazas sobre las fortunas camufladas en el negocio de las piedras preciosas.
El asesinato de Aguilar remite a una cadena de violentos sucesos en Bogotá desde 2021, empezando por la muerte de ‘don Lucho’. Siguieron episodios como el homicidio de David Fernández Barrero, alias el Gordo, y Claudio Javier Silva Otálora, alias el Patrón.
Juan Sebastián Aguilar fue un personaje clave en el sector de las esmeraldas. En su juventud fue un hombre de confianza de Víctor Carranza, el llamado “Zar de las Esmeraldas”. Con el tiempo, Aguilar invirtió en vetas de “oro verde” en Muzo, construyendo así su fortuna y convirtiéndose en socio de Carranza.
Las investigaciones señalan que Aguilar fue víctima de un atentado anterior. El pasado 7 de agosto, mientras estaba en su oficina en el piso 15 de la empresa Esmeraldas Santa Rosa, dos proyectiles disparados por un francotirador le rozaron la cabeza. A partir de este intento fallido, Aguilar incrementó su esquema de seguridad, pero no logró evitar otro ataque mortal.
El asesinato de “Pedro Pechuga” se enmarca en un contexto de violencia y reacomodo en el bajo mundo capitalino. De acuerdo con El Colombiano, es relativamente común usar francotiradores en áreas rurales de Colombia, como Catatumbo, Urabá y Arauca, donde organizaciones ilegales ejercen.
Además, recientemente, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció un supuesto plan para asesinarlo, alegando que grupos narcotraficantes internacionales estarían involucrados. Alias Iván Mordisco, líder de las disidencias de las Farc, habría conspirado con la refundada Njdn desde su base en Dubái, en Emiratos Árabes Unidos.
El resurgimiento de esta organización ilegal, que las autoridades habían dado por desmantelada, revela un intento de retomar el control sobre actividades como el tráfico de drogas y el lavado de activos a través del comercio de esmeraldas. Lo ocurrido con Aguilar añade una sombría nota a la escalada de violencia relacionada con estos conflictos y las vaguedades intrínsecas del poder en el crimen organizado colombiano.
El periodista Gerardo Reyes, de Univisión, reportó que Alexei Schacht, abogado penalista de Nueva York, informó en julio pasado a la Embajada de Estados Unidos en Bogotá y a autoridades colombianas sobre un posible atentado contra el presidente Petro, basado en información de un cliente acusado de narcotráfico. Según Reyes, en el plan estarían involucrados un líder de las disidencias de las Farc, un exgeneral de la policía, y un poderoso narcotraficante.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, detalló la información de inteligencia recibida sobre la planificación de un atentado contra Petro el 20 de julio, mismos actos conmemorativos del 214 aniversario del Grito de la Independencia, que habría retrasado la llegada del presidente al evento. “Había informaciones respecto a eso, sí señor, de un atentado,” comentó Velásquez sin revelar más detalles.