La ciudadanía no sale del asombro por el crimen de Juan Sebastián Aguilar, un conocido comerciante de esmeraldas, que fue abatido por un francotirador el miércoles 7 de agosto de 2024 en el conjunto residencial Bosques de Márquez, ubicado en la localidad de Usaquén, donde residía, en el norte de Bogotá.
Desde la tarde del mismo miércoles, el equipo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía intensificó sus labores de investigación tras cometerse el crimen del destacado personaje, conocido en el ámbito de las esmeraldas como “Pedro Aguilar” o “Pedro Pechuga”,
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Durante varias horas, los investigadores examinaron detalladamente los eventos que precedieron al hecho violento. Así fue como se establecieron algunas pistas del francotirador que hoy llaman especialmente la atención de los expertos y las personas que han estado siguiendo de cerca el caso.
Una colchoneta que hallaron en la zona boscosa, ubicada en inmediaciones del conjunto residencial donde ocurrió el asesinato, es una de esa pistas. Según la información preliminar, el francotirador pudo estar durante varios días esperando a su víctima, por eso la colchoneta que, al parecer, usó para dormir durante aproximadamente una semana.
El uso de drones ha sido fundamental para los investigadores de la Fiscalía. Estos dispositivos permitieron mapear el área y determinar las posibles rutas de escape del asesino que, según las autoridades, podría haber huido hacia el municipio de La Calera o hacia la carrera Séptima.
Además, las autoridades no descartan la posibilidad de que el criminal haya utilizado un animal para facilitar su escape a través del bosque. Por las características del terreno se podría tratar de un caballo, perfecto para sacarlo rápida y sigilosamente del sitio luego de cometer el asesinato.
Juan Sebastián Aguilar era nativo de Chiquinquirá, Boyacá, y tuvo un papel crucial en la seguridad de Víctor Carranza, conocido como el zar de las esmeraldas, hasta su muerte en 2013. Carranza, figura central de las denominadas “guerras verdes”, consideraba a Aguilar no solo como un guardaespaldas, sino también como un estratega indispensable.
El homicidio de Aguilar ha causado una gran conmoción no solo en Usaquén, sino también en otras partes de la ciudad. Las autoridades, incluida la Policía Nacional, están dedicando todos sus recursos para esclarecer el crimen y llevar a los culpables ante la justicia. La investigación continúa activamente y se espera que pronto se puedan identificar y capturar a los responsables de este violento acto.
La seguridad, el fuerte de Pedro Pechuga
Con la experiencia adquirida con Víctor Carranza, Pedro Pechuga conformó una empresa de vigilancia llamada Seguridad Oriental.
De acuerdo con el medio local Boyacá Siete Días, esa compañía del esmeraldero asesinado se encarga de prestar los servicios a otras empresas como Esmeraldas Mining Services y Colombian Shared Services, conocidas como Compañías Muzo Colombia.
Juan Sebastián Aguilar, de 58 años, también hacía parte de la junta directiva de Esmeraldas Santa Rosa. Además, era reconocido como el zar de la seguridad de las minas en el territorio nacional.
Luego de su asesinato, desde Fedesmeraldas emitieron un comunicado en el que lamentaron los hechos ocurridos el miércoles 7 de agosto. “Fedesmeraldas expresa su más profunda indignación y rechazo ante la muerte violenta del señor Juan Sebastián Aguilar, ocurrido en las últimas horas en la ciudad de Bogotá”, se lee en su pronunciamiento.
“Este lamentable hecho atenta no solo contra la vida de un ser humano, sino también contra los valores de seguridad, paz y respeto que defendemos como gremio. Nos solidarizamos con la familia de la víctima en este doloroso momento, y exigimos a las autoridades competentes una investigación rigurosa y expedita que permita esclarecer los hechos”, agrega el documento.
El gremio de esmeralderos también enfatizaron en su compromiso para la protección y bienestar de los colombianos, razón por la cual le pidieron a las autoridades reforzar las medidas de seguridad en el sector. “La violencia no puede ni debe ser tolerada en ninguna circunstancia”, puntualizaron.