Nhora Elena Gamboa es una colombiana que está consternada por el fallecimiento de su pareja sentimental Germán Ávila, con quien ya llevaba varios años conviviendo en unión libre.
Ávila era un soldado del Ejército Nacional que estaba en Ucrania desde enero del 2024 combatiendo en la guerra contra Rusia, pero abruptamente su vida acabó cuando presuntamente sufrió problemas coronarios.
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Nhora Gamboa asegura que alrededor de la muerte de su esposo hay incógnitas sin resolver por parte del Gobierno ucraniano y, también, hay abandono de las instituciones colombianas.
De acuerdo con una entrevista brindada por la colombiana a BBC News Mundo todo inició cuando motivado por el dinero Ávila decidió emprender su travesía a Ucrania para brindar apoyo al país atacado por Rusia.
Pero durante el mes de marzo, todo cambió cuando le avisaron que Ávila estaba siendo atendido en la capital ucraniana de Kyiv debido a una trombosis. Tras esa angustiante llamada y tres semanas de incomunicación y zozobra, le confirmaron a Gamboa que el soldado colombiano había fallecido por complicaciones en su salud.
Entre tanto Nhora ha cuestionado la falta de acompañamiento y comunicación por parte del país y de las fuerzas armadas que su pareja había ido a apoyar.
“¿Por qué nunca me dejaron hablar con el médico que lo trató? ¿Qué causó su infarto cerebral? ¿Estaba en combate, cuando se suponía que su labor no incluía pelear, y me ocultan información?”, indicó la colombiana a BBC News Mundo.
Pero los cuestionamientos no han llegado exclusivamente al Gobierno ucraniano, de acuerdo con Gamboa durante el periodo que no pudo tener mayor información de su compañero sentimental decidió comunicarse con entidades colombianas, de donde no recibió mayor respuestas.
“Durante los días que estuvo en coma contacté al consulado de Colombia en Varsovia pidiendo ayuda. Me pidieron datos. Me dijeron que averiguarían, aunque solo podían solicitar información y esperar, como yo. Les dije que se trataba de una urgencia, pero nunca tuve colaboración suficiente. Estoy en contacto con varias viudas y familiares que pasaron por situaciones parecidas”, indicó al medio citado la viuda del mercenario.
El Gobierno colombiano ha tomado distancia de la idea de que exmilitares y soldados presten servicios como mercenarios en Ucrania. En múltiples ocasiones, la Cancillería ha resaltado los riesgos que representa ese conflicto bélico. Incluso, el embajador de Colombia en el Reino Unido, Roy Barreras, indicó hace algunos meses en una entrevista con El Tiempo que la cifra de bajas podría llegar hasta 50 personas.
“Son 51 colombianos muertos en el combate. Lo que implica una tragedia y una pésima decisión porque es muy lamentable que alguien decida alquilarse para matar por dinero en una guerra ajena. La profesión de mercenario es miserable y es una trampa mortal”.
La viuda del militar colombiano ha resaltado que hay varias incógnitas sin resolverse. Aunque se le han realizado dos autopsias al cadáver, confirmando la causa del deceso y que el cuerpo llegó sin ninguna herida de bala, la falta de comunicación con las personas encargadas de atender el fallecimiento de su compañero en Ucrania le impide conocer gran parte de los detalles que llevaron al triste final de su pareja en el continente europeo.
“Hasta hoy sigo sin saber qué causó ese infarto cerebral. ¿Estaba en combate cuando no debía y me están ocultando la información?, Insisto en preguntar cuándo nos envían toda la documentación sobre los procedimientos que se le realizaron, pero se justifican diciendo que están en guerra y que hacen lo que pueden. Lo desconectaron sin tenerme en cuenta a mí ni a su familia. Solo por estar en guerra no pueden disponer así de un ser humano, un ser invaluable que dejaron morir como animal. Un ser que gozaba de una excelente reputación y bienestar”, concluyó Nhora Gamboa al medio citado.
Algunos exmilitares colombianos están optando por luchar en Ucrania debido a varios factores económicos y sociales. La búsqueda de mejores ingresos económicos es una de las principales razones, ya que los salarios ofrecidos por las fuerzas ucranianas superan significativamente los ingresos que perciben en Colombia. Además, las condiciones para los pensionados militares en el país son precarias, con pensiones insuficientes y falta de apoyo estatal adecuado.