El presidente panameño, José Raúl Mulino, anunció el jueves 8 de agosto que los vuelos de repatriación financiados por Estados Unidos para migrantes que han llegado a Panamá tras cruzar la selva del Darién se dirigirán hacia Colombia, el país fronterizo por donde ingresan.
El pasado primero de julio, según EFE, Panamá y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para repatriar a los migrantes que cruzan el Darién mediante vuelos financiados por Norteamérica. Este pacto, valorado en seis millones de dólares, no entregará el dinero directamente al gobierno panameño, sino que se destinará a financiar las operaciones necesarias para implementar el programa.
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Al respecto el presidente de Panamá dijo que “serán a Colombia (los vuelos de repatriación). Todo el mundo entra por Colombia, no por Venezuela. No tenemos frontera con Venezuela, es Colombia, y sí se está arreglando ese tema”.
En esa semana también, la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, visitó Panamá. Durante su estancia, mantuvo reuniones con diversas autoridades, incluido el presidente panameño, con el fin de discutir asuntos bilaterales y de cooperación en seguridad.
En relación con lo anterior el primer mandatario panameño comentó que “conversé de ese tema y se lo dije a la general Richardson, que estamos esperando el memorándum de entendimiento (MoU/ el acuerdo entre ambas partes para repatriar migrantes)”.
En ese sentido, el presidente panameño José Raúl Mulino, explicó que “La pelota está del lado de ellos. Nosotros hemos hecho todo lo que podemos hacer y no pasa nada del lado de Estados Unidos, que tanto énfasis y tanta presión pusieron para que ese MoU se firmara”.
Igualmente, dijo sobre el acuerdo antes mencionado lo siguiente: “ya está firmado, hay un camino hecho, entiendo las complejidades actuales del gobierno de EE. UU. y su campaña electoral pero el problema está ahí, su frontera está en Panamá, no en Texas”.
El acuerdo tiene como objetivo disminuir el flujo migratorio a través de la peligrosa selva del Darién, que en lo que va del año ha sido atravesada por más de 216,000 migrantes, la mayoría de ellos venezolanos. Según datos oficiales de Panamá, para el 2023, la cifra total superó los 520,000 migrantes, un número sin precedentes.
Desde el 3 de julio, Panamá ha estado instalando progresivamente lo que llaman “barreras perimetrales”, lo que son vallas de alambre de púas en un tramo de aproximadamente 47 kilómetros en el Darién. El objetivo es cerrar al menos cinco rutas no autorizadas utilizadas por los migrantes y canalizar su paso a través de un corredor humanitario.
Según las autoridades panameñas, y tal como recordó el jueves 8 de agosto el presidente Mulino, el flujo migratorio disminuyó en julio en comparación con el mes anterior. Esta reducción se ha atribuido a las medidas implementadas en la región, que incluyen la instalación de barreras perimetrales y el establecimiento de un corredor humanitario.
No obstante, el presidente panameño ha indicado anteriormente que la cantidad de migrantes cruzando el Darién podría incrementarse después de todo lo ocurrido después de las elecciones del 28 de julio en Venezuela, dado que la mayoría de los migrantes provienen de ese país caribeño.
El Darién es una extensa selva de 266 kilómetros que sirve como frontera natural entre Panamá y Colombia. Esta región es atravesada por migrantes en su ruta hacia Norteamérica, enfrentándose a múltiples riesgos, como inundaciones repentinas, ataques de animales salvajes y la presencia de grupos armados. Estos grupos frecuentemente extorsionan a los migrantes, cobrando por el paso, robándoles y, en algunos casos, sometiéndolos a abusos sexuales.
En relación con el anterior tema, según la Oficina de Migración de Panamá, hasta el momento en 2024, más de 212,000 personas han atravesado la selva del Darién con destino a Estados Unidos. En 2023, esa inhóspita selva fue cruza por más de 500,000 individuos, siendo dos tercios de ellos provenientes de Venezuela.