El creciente brote del virus Oropouche (Orov) en varias naciones americanas ha llevado a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a emitir una alerta epidemiológica este 2 de agosto.
Según el comunicado oficial, se ha registrado un total de 8.078 casos confirmados de fiebre de Oropouche en Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba y Perú, cifra que ha alarmado a las autoridades sanitarias de la región.
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El virus Oropouche se caracteriza por presentar síntomas similares al dengue y se propaga principalmente a través de la picadura de insectos como el jején (Culicoides paraensis) y el mosquito Culex quinquefasciatus. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, rigidez en las articulaciones, malestares generales y, en algunos casos, fotofobia (sensibilidad a la luz), diplopía (visión doble), náuseas y vómitos persistentes. La enfermedad tiende a durar entre cinco a siete días.
Brasil, con 7.284 casos reportados y dos lamentables fallecimientos, es el país más afectado por este brote. Siguiendo a Brasil, Bolivia ha registrado 356 casos, Perú 290, y tanto Colombia como Cuba han reportado 74 casos cada uno. En Colombia, los 74 casos de fiebre de Oropouche se han detectado en los departamentos de Amazonas (70 casos), Caquetá (1 caso) y Meta (1 caso). Además, se han identificado dos casos procedentes de Tabatinga, una localidad brasileña cercana a la frontera con Colombia.
El Instituto Nacional de Salud de Colombia (INS) ha implementado una estrategia retrospectiva de búsqueda de casos por laboratorio, aprovechando el sistema de vigilancia del dengue y la investigación de síndromes febriles, lo que ha permitido la identificación de estos casos. La entidad ha informado que el 51.4% de los infectados en Colombia son mujeres y que la mayoría de los afectados son niños y jóvenes entre los 10 y 19 años.
En medio de esta crisis, la OPS ha instado a los países afectados a reforzar la vigilancia y el diagnóstico de laboratorio del virus. Así mismo, ha reiterado la importancia de tomar medidas preventivas para reducir la propagación de la enfermedad. Estas medidas incluyen el uso de repelentes, vestimenta que cubra las piernas y los brazos, y mosquiteros de malla fina para evitar las picaduras de insectos portadores del virus. En la actualidad, no existen vacunas ni tratamientos antivirales específicos para la fiebre de Oropouche, por lo que la prevención juega un papel crucial.
La preocupación de la OPS también se centra en la falta de consciencia sobre la enfermedad entre la población general, lo que podría favorecer su rápida propagación. Ante esto, se ha pedido a los gobiernos de los países afectados que intensifiquen las campañas de sensibilización y educación para informar a las comunidades sobre los riesgos y las medidas preventivas necesarias.
La OPS subrayó la necesidad de vigilancia exhaustiva, dado el hecho de que los síntomas de la fiebre de Oropouche se parecen a los de otras infecciones arbovirales, lo que podría llevar a una subestimación de los casos.
Por su parte, TeleMedellín enfatizó las declaraciones recientes del Instituto Nacional de Salud de Colombia en las que se destaca la urgencia de mantenerse alerta y reforzar las medidas de prevención y control de focos de infección en los diferentes territorios. “La naturaleza del virus y su modo de transmisión incrementan las probabilidades de una rápida expansión a otras áreas”, señaló el medio.
La OPS ha fortalecido la capacidad de diagnóstico en 26 países de la región y ha recomendado incrementar la vigilancia y la respuesta rápida ante cualquier incremento de casos en nuevas áreas, subrayando la importancia de una respuesta coordinada y efectiva para hacer frente a esta amenaza.
Según declaraciones del director de *vigilancia en salud pública del Instituto Nacional de Salud colombiano, Franklyn Prieto, la detección de casos de Oropouche ha sido posible gracias a la vigilancia epidemiológica del dengue. “La enfermedad causada por el virus Oropouche manifiesta síntomas muy similares a los del dengue, incluyendo fiebre alta, cefalea intensa, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos”, explicó Prieto a RCN Radio.
Con informes procedentes de varias regiones de América Latina, la comunidad internacional está observando de cerca la evolución de este brote. Las medidas preventivas y el fortalecimiento de la capacidad de respuesta sanitaria son cruciales en este momento crítico para evitar una mayor propagación del virus y reducir el impacto en las poblaciones vulnerables.