Monitora fue agredida por la madre de uno de los niños en su ruta: ni siquiera las suplicas de los menores lograron separarlas

El mal ejemplo llegó hasta la ruta de un colegio en Bogotá, luego de que la monitora y una mamá se agredieran físicamente, en medio de un cruce de palabras que, en contados segundos, pasó de los gritos a los golpes.

Mientras discutían por el horario de recogida, la monitora gritó que debía realizar su reclamo directamente en el colegio y, entonces, la madre se subió a la buseta y la agarró por el cabello.

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A patadas, la monitora intentó bajarla de la ruta, pero la madre se había aferrado a su cabello de tal manera que no lo logró, ni siquiera cuando dos niños trataron de intervenir para separarlas.

Le advirtió: “Está afectando a sus hijos, señora”, pero, aun así, decidió continuar la agresión, hasta que acordaron soltarse, solo si la tutora accedía a bajar del vehículo.

Una vez finalizó la pelea, entre reclamos de otros padres y los niños alterados, la monitora le hizo saber: “Sus hijos no se montan a mí ruta el día de mañana. No se montan ni el jueves ni nada, hasta que arregle”, mientras, la mujer se alejaba y respondía con insultos.

“¿Por qué nadie fue capaz de interceder para separarlas y evitar que hicieran ese show tan bochornoso frente a los menores?”, “Hay personas que su forma de reclamar y otras por su formar de contestar no tienen de otra que solucionar los problemas así ¿Está bien? Claro que no. A los hijos de la señora no les espera un buen futuro si aprender a resolver los problemas así”, “Les regalan la ruta, les regalan la pensión del colegio, les regalan la matrícula, les regalan las onces, les regalan el almuerzo, les regalan hasta los útiles y nada es suficiente”, “Yo solo veo a una agresora”, “La única persona que pasará la vergüenza es el hijito que debe seguir tomando la ruta”, “Falta de empatía. Que absurda la madre del menor al agredir a la coordinadora de la ruta. Tiene que entender que Bogotá está pasando por una transformación en vías y el tráfico no depende del conductor ni sus ayudas”, se lee en algunas de las reacciones a la publicación del video, presuntamente captado por el conductor.

Durante el primer semestre de 2024, las Casas de Justicia y la Personería de Bogotá registraron un incremento significativo en los conflictos de convivencia en conjuntos de apartamentos y edificios residenciales, reportando 1.600 incidentes relacionados con peleas y riñas, lo que representa un 8,5% más en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta tendencia preocupa a autoridades locales y residentes, que buscan soluciones para mejorar la calidad de vida en los espacios urbanizados de la capital.

En respuesta, la Secretaría Distrital de Seguridad de Bogotá identificó las cuatro fuentes principales de conflicto: el no pago de arriendos o alquileres, el exceso de ruido, el manejo inadecuado de basuras, y la falta de control sobre las mascotas y sus desechos. Estos problemas recurrentes reflejan desafíos persistentes en la gestión de la convivencia entre vecinos que comparten espacios limitados y servicios comunes.

Según datos oficiales del distrito para el 2.023, las localidades que presentan un mayor índice de conflictos son Suba (568 casos), Bosa (198), Kennedy (133), Ciudad Bolívar (115), Barrios Unidos (103) y Usme (99). Les siguen de cerca Fontibón (95), Usaquén (93), Chapinero (82), Tunjuelito (79), San Cristóbal (66), Engativá (37), Los Mártires (36) y Puente Aranda (30). Estos datos subrayan la necesidad de respuestas específicas y adecuadas para cada contexto individual en la ciudad.

Una encuesta llevada a cabo por el Ministerio del Interior y la firma Cifras y Conceptos, también en el primer semestre del 2.024, reveló que un 67% de los ciudadanos prefiere no denunciar estos conflictos debido a la percepción de que no existen medidas eficaces para castigar estas conductas. La falta de temor a las denuncias por parte de los infractores les permite actuar impunemente, deteriorando la calidad de vida en muchas comunidades. Luis Carlos Restrepo, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá, destacó la carencia de pedagogía para que los ciudadanos conozcan y entiendan los mecanismos y acciones apropiadas para manejar estos conflictos.

Restrepo advierte que, aunque las inspecciones de Policía suelen imponer medidas correctivas, en muchos casos se opta por soluciones a través de la “justicia por mano propia”. “Cuando llegan estos conflictos a las inspecciones de Policía, efectivamente se imponen las medidas correctivas, pero muchas veces se acude a la resolución aplicando la justicia por mano propia”, expresó el decano.