Crisis financiera en el Senado: Efraín Cepeda confirmó que tenían “escasísimos recursos” para continuar con labores

En la administración financiera del Senado de la República, el presidente de la corporación, el congresista Efraín Cepeda, confirmó que el Ministerio de Hacienda, liderado por Ricardo Bonilla, se comprometió a transferir los recursos necesarios para el funcionamiento de la entidad legislativa en la segunda semana de agosto. Este anuncio surge en un momento crítico, donde la falta de fondos había generado serias preocupaciones sobre la operatividad del Congreso.

Durante una rueda de prensa celebrada en la tarde del 6 de agosto, Cepeda explicó que la Mesa Directiva del Senado, en conjunto con los voceros de todos los partidos políticos, había expuesto recientemente la grave situación financiera que enfrenta la corporación. Según el congresista del Partido Conservador, la falta de liquidez había llevado a una parálisis en el funcionamiento del Senado, que afectó su capacidad para operar eficientemente.

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“Nos encontrábamos sin recursos disponibles y tuvimos que reunirnos con urgencia con el ministro de Hacienda y el director de Presupuesto para abordar la crisis”, afirmó Cepeda. “En esa reunión, se nos aseguró que esta misma semana se realizaría el giro de los recursos necesarios para el funcionamiento del Senado. Aunque en este momento contamos con recursos extremadamente limitados, la promesa del Ministerio de Hacienda es que la situación se resolverá pronto”.

La crisis financiera del Senado es un tema de creciente preocupación en las últimas semanas. Hace aproximadamente un mes, se había reportado que la corporación estaba en dificultades para cubrir gastos básicos, como el pago de servicios públicos esenciales. Las dificultades financieras se habían intensificado debido a la falta de un aval oficial por parte del Ministerio de Hacienda para utilizar los fondos asignados al Congreso.

El descontento con la situación llegó a su punto máximo cuando el Senado se encontró incapaz de pagar el recibo de la electricidad, una situación que no solo comprometió el funcionamiento diario de la entidad, sino que levantó cuestionamientos sobre la gestión financiera y la capacidad de respuesta del Gobierno central.

De acuerdo con W Radio, las autoridades del Senado intentaron repetidamente contactar al jefe del Ministerio para obtener la autorización necesaria para los recursos. Sin embargo, la respuesta del funcionario habría sido idéntica a la frase pronunciada por el presidente de Argentina, Javier Milei, durante su toma de posesión: “No hay plata”.

En total, serían $26.500 millones lo que necesitan en el Congreso de la República para cubrir lo correspondiente a los servicios públicos, tiquetes, gastos de aseo y cafetería. Además, desde el recinto explicaron que no se pagaron los honorarios correspondientes en mayo a los contratistas, situación que podría extenderse hasta julio, tal y como pasó.

La administración de Gustavo Petro presentó el lunes al Congreso el proyecto de presupuesto de gastos para el año 2025, estableciendo un monto total de 523 billones de pesos (130.275 millones de dólares). Esta propuesta, anunciada por el Ministerio de Hacienda, surge en un contexto de dificultades fiscales que podrían amenazar el cumplimiento de los objetivos económicos del país.

La iniciativa presupuestaria, que debe ser aprobada por el Congreso antes del 20 de octubre, representa un aumento significativo con respecto al presupuesto de 483 billones de pesos de 2024. Este incremento se produce tras el anuncio del Gobierno en junio de un congelamiento de gastos por 20 billones de pesos sobre el presupuesto aprobado originalmente para 2024, que ascendía a 502,6 billones de pesos.

El proyecto de presupuesto para 2025 está estructurado de la siguiente manera:

• Gastos de funcionamiento: 327,9 billones de pesos
• Recursos para el servicio de deuda: 112,6 billones de pesos
• Inversiones: 82,4 billones de pesos

Jairo Bautista, director de presupuesto del Ministerio de Hacienda, destacó que el presupuesto está diseñado para impulsar la reactivación económica. “El proyecto de ley apuesta por objetivos de gasto fundamentales en sectores clave como salud, educación e infraestructura”, indicó. Este enfoque busca revitalizar áreas críticas de la economía y promover un crecimiento sostenido en el contexto de desafíos fiscales persistentes.