El Banco de la República ajustó a la baja sus pronósticos de crecimiento económico para el año 2025, estimando una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,7%, en comparación con la proyección anterior del 3,2% emitida en abril de este año.
Estas cifras fueron reveladas por Hernando Vargas, gerente técnico del emisor, durante la presentación del más reciente informe de política monetaria.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Durante la más reciente reunión de la Junta Directiva del emisor, se anunció que el equipo técnico había revisado alza el pronóstico de crecimiento del PIB para 2024, ubicándolo en un 1,8% desde el 1,4% previsto anteriormente.
Vargas explicó la relación entre ambas proyecciones, señalando que “al subir la base de 2024, revisamos a la baja nuestra proyección de crecimiento en 2025″. Este ajuste toma en cuenta diversas variables y expectativas económicas que se desarrollarán en el futuro cercano.
El equipo técnico del Banco de la República también identificó varios riesgos que podrían influir negativamente en la economía del país. Entre estos riesgos, uno de los más destacados es la posibilidad de que la inflación mantenga una mayor persistencia, especialmente en el sector de servicios, lo cual podría derivar en aumentos significativos en las tasas de interés.
Así mismo, se mencionó la posibilidad de un apretamiento de las condiciones financieras externas o un incremento en la percepción de riesgo soberano, que podría conllevar presiones cambiarias y ajustes en la tasa de interés real neutral. Estas condiciones fueron observadas, en particular, durante el pasado mes de junio.
Otro riesgo relevante identificado está relacionado con los posibles ajustes en los precios de los servicios regulados, que podrían ser superiores a los incorporados actualmente. También se señaló que los datos económicos del primer y segundo trimestre de este año sugieren una demanda menos débil de lo anticipado, lo que podría alterar las proyecciones económicas.
En cuanto a los factores que podrían impactar a la baja las tasas de interés, se destacó el riesgo de un menor crecimiento debido al impacto de las altas tasas de interés reales en la demanda agregada. Además, la caída prolongada en sectores como el comercio, la manufactura y la construcción podría aumentar el desempleo y reducir la inversión de forma más acentuada de lo previsto.
En términos de política monetaria, Hernando Vargas destacó la trayectoria esperada de las tasas de interés, subrayando que estas continuarán recortándose en la medida en que la inflación se acercará a la meta del 3%. “Este pronóstico incluye una senda de tasas de interés de política monetaria que garantiza que la inflación en nuestro pronóstico converja a la meta del 3% a finales del 2025″, afirmó Vargas.
Sin embargo, advirtió que estos recortes no serán extremadamente amplios debido a los riesgos y la distancia existente respecto a la meta de inflación. “No se puede reducir muy rápido la tasa de interés debido a la distancia y los riesgos que hay sobre la inflación”, agregó, sugiriendo una reducción progresiva y cautelosa en las tasas de interés.
La mediana de las proyecciones de tasa de política monetaria esperadas por los analistas es decreciente a lo largo del horizonte pronosticado, ubicándose en un promedio de 9,5 % para el cuarto trimestre de 2024 y disminuyendo al 6 % al cierre de 2025.
La economía colombiana enfrenta un contexto complejo, condicionado por factores internos y externos que influyen sobre las proyecciones de crecimiento y estabilidad. El Banco de la República monitorea continuamente estos aspectos para ajustar sus políticas y recomendaciones de acuerdo con las circunstancias en evolución.
La revisión a la baja en los pronósticos de crecimiento para 2025, a pesar de una ligera mejora en las expectativas para 2024, refleja la cautela con la que se enfrentan los desafíos económicos presentes y futuros.
El ajuste en las tasas de interés y la identificación de riesgos potenciales forman parte de una estrategia para gestionar la economía de manera sostenible, enfocándose en objetivos de inflación controlada y crecimiento estable.