Animalistas hicieron un llamado de urgencia a Bomberos Bogotá para rescatar a gato que llevaría atrapado una semana en puente de TransMilenio

Con un llamado de urgencia a través de las redes sociales, los activistas de Plataforma Alto,, tras varios reportes sin atender a la línea 123, lograron llamar la atención de Bomberos Bogotá para que se presentaran en el puente que lleva a la estación de Transmilenio Universidad Nacional para rescatar a un minino que estuvo al menso 120 horas atascado en la estructura de concreto.

Y es que, a pesar de que los habitantes del sector estuvieron llevándole agua y comida, el felino, al momento del rescate, se encontraba visiblemente agotado y entumido, por el espacio reducido en el que se ve había visto obligado a pasar días y noches enteras.

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“Este gatico lleva una semana atrapado debajo del puente de Transmilenio de la estación Universidad Nacional, Bogotá. Le han estado poniendo comidita y agua, pero ya se ve enfermo. Se ha llamado al 123 y hasta ahora nada. Se necesita ayuda urgente”, lamentaron en una publicación realizada en su perfil, de la red social X.

Su esfuerzo por llamar la atención de los organismos de rescate animal no fue en vano y, hasta último momento, tuvieron fe en que, en cualquier momento se presentarían los bomberos para rescatar al animal, verificar su estado de salud y ayudarlo a encontrar un hogar en el que no vuelva a poner su vida en riesgo.

Algo que, finalmente ocurrió la tarde del miércoles, según compartieron desde el proyecto en redes: “¡Buenas noticias! El equipo de Bomberos Bogotá acaba de rescatar al gatico que llevaba varios días atrapado en un puente de Transmilenio, en Bogotá. Muchos gracias a Bomberos de Bogotá por acudir en su ayuda”.

Bogotá enfrenta una crisis creciente de abandono de animales domésticos. Según datos divulgados por el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (Idpyba), el problema alcanzó cifras récord en el 2023, con un registro de 11.860 mascotas abandonadas al año. Lo que se traduce en que 32 animales de compañía terminan en las calles cada día, un aumento preocupante del 26% con respecto al 2022, que representa el abandono de 3.000 perros y gatos adicionales.

La cabildante del Partido Liberal, Clara Lucía Sandoval, ha sido una de las voces más críticas tras la revelación de estos datos, llamando la atención sobre los distintos factores que han llevado a que la situación empeore. Durante una inspección reciente en la Casa Ecológica de los Animales, aún en construcción, Sandoval manifestó su profunda preocupación por la mala gestión y la falta de seguimiento en los contratos.

Según Sandoval, el proyecto todavía tiene un 20% de trabajo pendiente en su primera fase, pese a que la licencia de construcción se venció en enero de 2024; lo que, sumado a la escasez de personal y una alta rotación laboral, ha ralentizado significativamente la culminación del proyecto, a pesar de los 42.000 millones de pesos invertidos.

El Idpyba, el ente encargado de gestionar el bienestar animal en Bogotá ha enfrentado duras críticas por la reducción en su presupuesto para la subdirección de Cultura Ciudadana, que cayó a 900 millones de pesos. Esta disminución ha dejado a solo seis empleados para cubrir las 20 localidades de Bogotá, lo que, según Sandoval, ha impedido efectivas campañas de prevención y protección animal. La concejala afirma que este déficit en la ejecución de políticas públicas ha exacerbado el problema del abandono.

La crisis del abandono animal no es un problema aislado, recalca Sandoval, pues se encuentra vinculado con el maltrato y la falta de atención adecuada a los animales que conviven con los casi nueve millones de habitantes de Bogotá. Precisamente, uno de las carencias más evidentes ha sido la insuficiente cultura ciudadana en cuanto a la tenencia responsable de mascotas.

El bienestar de los animales que conviven diariamente con los ciudadanos deja mucho que desear. La insuficiencia de campañas educativas y un seguimiento adecuado para evitar el maltrato son puntos clave que requieren atención inmediata. Por ende, al no abordar de manera integral estas carencias, se perpetúan ciclos de abandono y maltrato.

Por otra parte, la mala gestión de proyectos como la Casa Ecológica de los Animales pone en evidencia la necesidad urgente de una reestructuración organizacional dentro del Idpyba. La obra, que fue propuesta con la intención de mejorar significativamente la protección y el bienestar animal, falla en cumplir con sus plazos y objetivos iniciales, lo que en última instancia desmotiva a la ciudadanía de confiar en las entidades públicas.

De ahí que, en su intervención, Sandoval también se refiriera a la necesidad de fortalecer las estructuras internas del Idpyba para garantizar una mayor eficacia en la gestión, desde la planificación de campañas de concienciación hasta la fiscalización de los recursos destinados a proyectos de infraestructura en pro del bienestar animal. La ineficiencia en estos aspectos ha contribuido al panorama desalentador que se vive actualmente.

Los habitantes de Bogotá juegan, sin embargo, un rol fundamental. Una participación ciudadana activa y consciente en el cuidado y protección de los animales podría revertir significativamente estas cifras. Pero para que esto sea efectivo, Sandoval insiste en que se requieren campañas de educación robustas y continuas, y una base institucional sólida que respalde y ejecute efectivamente las políticas de bienestar animal.