Se accidentó mujer que pidió una moto por aplicación en Bogotá: sufrió cinco fracturas y el conducto ‘la dejó botada’

La vida de Nubia Castillo, una trabajadora bogotana de 54 años, se desmoronó el pasado 30 de julio cuando un accidente de tránsito la dejó con múltiples fracturas y un doloroso recuerdo de negligencia.

Castillo, quien había solicitado un servicio de moto a través de una aplicación, fue víctima de un siniestro vial que la dejó gravemente herida y enfrentando serias repercusiones económicas.

El fatídico día comenzó con una rutina aparentemente ordinaria para Castillo. Tras una visita a un centro médico, la mujer solicitó un servicio de moto para regresar a su hogar, ubicado en la localidad de Suba, cerca del humedal de Juan Amarillo. El trayecto incluía una parada en un supermercado de la zona, pero lo que parecía un viaje rutinario se convirtió en una pesadilla.

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En declaraciones a City Noticias, Castillo relató que el accidente ocurrió cuando el conductor de la moto que la transportaba intentó esquivar a otra motocicleta. La maniobra, según Castillo, no salió como estaba previsto.

“Yo vi que había una moto adelante parada, pero el muchacho no frenó, ni nada, sino que se fue encima de él por la parte izquierda. Pasé por encima del casco de él”, describió la víctima.

El impacto fue tan fuerte que Castillo fue lanzada del asiento, quedando inconsciente en el lugar del accidente. Cuando recobró el conocimiento, fue trasladada a la Clínica Alcalá, donde los médicos confirmaron que había sufrido múltiples fracturas: la clavícula en tres partes, cuatro costillas rotas y una fisura en la pelvis. La gravedad de sus lesiones requiere un largo proceso de recuperación y un tratamiento médico continuo.

El aspecto más perturbador de la situación es la conducta del conductor de la moto. Según Castillo, después del accidente, el joven, que aparentemente tenía alrededor de 22 años y conducía una moto AKT 2023, no solo abandonó la escena, sino que también dejó información falsa en el hospital. “Simplemente me dejó botada”, afirmó Castillo con frustración. La mujer ha pedido públicamente que el conductor sea localizado y se le haga justicia.

El impacto del accidente no ha sido solo físico para Castillo. Como conductora de taxi, la mujer se enfrenta a una interrupción significativa en su capacidad para trabajar debido a sus fracturas. Esta situación no solo pone en riesgo su salud, sino también su estabilidad económica, ya que el tiempo de inactividad necesario para su recuperación se traducirá en una pérdida de ingresos vitales.

La conducta imprudente de algunos conductores de motocicletas y la falta de responsabilidad por parte de quienes deberían garantizar la seguridad de los pasajeros. El hecho de que el conductor de la moto haya abandonado el lugar sin proporcionar asistencia o información de contacto válida refleja una falta de ética y responsabilidad que agrava aún más la situación de las víctimas.

Las autoridades locales y las empresas de aplicaciones de transporte se enfrentan a un desafío crucial en la regulación y monitoreo de estos servicios. La falta de mecanismos efectivos para responsabilizar a los conductores y garantizar un mínimo de seguridad puede tener consecuencias devastadoras para los ciudadanos que confían en estos servicios para su transporte diario.

En respuesta a este incidente, varios grupos de defensa de los derechos de los consumidores y organizaciones de seguridad vial han instado a una revisión urgente de las políticas y prácticas de las aplicaciones de transporte. La implementación de medidas más estrictas para garantizar la seguridad y la responsabilidad de los conductores es esencial para evitar que tragedias como la de Nubia Castillo se repitan.

Mientras tanto, Nubia Castillo se enfrenta a una dura batalla para recuperar su salud y estabilizar su vida. Su caso sirve como un recordatorio sombrío de los riesgos asociados con el transporte en moto en la ciudad y la necesidad urgente de mejorar las prácticas de seguridad y responsabilidad en el sector.