Un botiquín de emergencias en caso de sismos debe estar bien equipado para enfrentar diferentes situaciones de emergencia. En primer lugar, es fundamental contar con materiales médicos básicos. Estos incluyen vendajes adhesivos de varios tamaños para tratar cortes y raspones, vendajes elásticos para esguinces y sostén de articulaciones, gasa esterilizada para cubrir heridas y evitar infecciones, y cinta adhesiva médica para asegurar vendajes y gasas. También es importante tener algodón para limpiar heridas y aplicar desinfectantes, toallitas antisépticas para desinfectar, y solución salina para limpiar heridas y ojos.
Además de los materiales médicos, un buen botiquín debe contener una variedad de medicamentos esenciales. Entre ellos, analgésicos como paracetamol o ibuprofeno para aliviar el dolor, antihistamínicos para reacciones alérgicas, antisépticos como povidona yodada o clorhexidina, y ungüentos para quemaduras que alivien y protejan la piel quemada. Es crucial incluir cualquier medicamento personal prescrito que sea vital para los miembros de la familia, asegurándose de mantenerlos en un lugar accesible.
El botiquín también debe estar equipado con herramientas y equipos útiles. Tijeras médicas para cortar vendajes y ropa si es necesario, pinzas para extraer astillas u objetos pequeños, un termómetro para medir la temperatura corporal, y guantes desechables para protegerse al tratar heridas son elementos indispensables. Además, mascarillas para protegerse del polvo y otras partículas, una linterna con baterías extra para visibilidad en caso de cortes de energía, y una manta térmica para mantener el calor corporal son esenciales para la preparación en situaciones de emergencia.
Otros elementos que no deben faltar en un botiquín de emergencias incluyen un manual de primeros auxilios que guíe en situaciones de emergencia, alcohol en gel o desinfectante de manos para mantener la higiene, una bolsa de frío instantáneo para reducir la hinchazón y el dolor, y un silbato para alertar a los equipos de rescate respecto a la ubicación. También es importante tener una lista de números de emergencia, como bomberos, policía y servicios médicos, copias de documentos personales, como identificación y pólizas de seguro, y dinero en efectivo en caso de que los cajeros automáticos no funcionen.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riego de Desastre (Ungrd) define un sismo como la liberación súbita de altas cantidades de energía, que se registran por medio de ondas que se desplazan por el interior de la tierra y que al llegar a la superficie puede ser percibida por personas, animales y hasta estructuras.
Debido a su posición en el Cinturón de Fuego del Pacífico, Colombia se identifica como una nación con alta vulnerabilidad a los sismos. Esta área es la localización de aproximadamente el 75% de los volcanes del planeta y es escenario del 80% de los sismos más intensos a nivel global.
El país está situado sobre dos zonas de subducción significativas, donde la placa tectónica de Nazca colisiona con la Sudamericana, y esta última a su vez interactúa con la placa del Caribe, generando movimientos sísmicos frecuentes.
Por lo tanto, las regiones de Nariño, Chocó, Caldas y Santander son las que mayormente experimentan esta actividad sísmica.
La alta actividad sísmica en Los Santos, Santander, se debe principalmente a su ubicación geográfica en una región de intensa actividad tectónica.
Este municipio se encuentra en el entorno del nudo de Bucaramanga, una zona de interacción entre varias placas tectónicas, como la placa de Nazca, la placa suramericana y la placa del Caribe. La convergencia y el movimiento de estas placas generan numerosas fallas geológicas y, como consecuencia, una elevada frecuencia de sismos.
Además, la falla de Bucaramanga, una de las más activas del país, contribuye significativamente a la ocurrencia de eventos sísmicos recurrentes en la región.
La revisión del estado de los canales y desagües del hogar es crucial en caso de un sismo por varias razones. En primera instancia, un movimiento telúrico puede causar daños estructurales no visibles de inmediato, comprometiendo la integridad de estas instalaciones.
Eventuales fisuras o bloqueos en los canales y desagües pueden derivar en filtraciones, inundaciones y acumulación de agua indeseada, aumentando el riesgo de daños materiales adicionales y problemas de salubridad.
Además, es esencial garantizar que los sistemas de desagüe funcionen correctamente para prevenir la acumulación de agua y posibles inundaciones internas, especialmente crucial durante fenómenos naturales como lluvias intensas post-sismo.
Por lo tanto, una inspección y reparación oportuna puede prevenir complicaciones mayores y contribuir a la seguridad y habitabilidad del hogar después de un sismo.
A nivel general, los términos sismo, terremoto y temblor son considerados sinónimos por diversas autoridades y diccionarios. Según la Real Academia Española, terremoto se define como un movimiento brusco de la corteza terrestre, lo cual coincide con la definición de sismo. Sin embargo, existe una diferenciación en el uso coloquial de estos términos en diferentes regiones.
En Latinoamérica, donde los movimientos de las placas tectónicas son frecuentes, las palabras temblor y terremoto se utilizan a menudo para describir fenómenos de distinta magnitud. Generalmente, un temblor se asocia con un movimiento sísmico de menor intensidad y duración limitada a pocos segundos, mientras que un terremoto se refiere a un fenómeno más fuerte, con potencial destructivo significativo y una duración que puede extenderse a minutos. De otro lado, la palabra sismo se refiere a cualquier movimiento de la corteza terrestre, sin importar su intensidad o consecuencias.
Los recientes temblores en el municipio de Los Santos, Santander, han generado preocupación en parte de la población colombiana. El Servicio Geológico Colombiano (SGC) expuso la razón por la cual tiembla en esa región, que convierte a Bucaramanga en una de las capitales más afectadas por los sismos.
Fijar un punto de encuentro en caso de sismo es crucial por varias razones:
Luego del sismo con magnitud 5.7 que sacudió gran parte del país el pasado 28 de mayo, con epicentro en Los Santos, Santander, que causó la evacuación en edificios y la publicación de cientos de reacciones de internautas, pone en la lupa nuevamente este municipio que, según el Sistema Geológico Colombiano (SGC), es el epicentro de aproximadamente el 60 % de los sismos ocurridos en el país, pero ¿por qué?.