Gran preocupación ha surgido entre los trabajadores de la veterinaria Quirurgivet, ubicada en Bogotá, por una serie de amenazas recibidas por parte de una vecina del sector.
La mujer, quien asegura ser médica, ha manifestado que debido al ruido proveniente del establecimiento no puede descansar y, por esa razón, ha amenazado con envenenar a los perros que atienden.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
De acuerdo con el médico veterinario Felipe Bohórquez, la semana pasada recibió una carta junto con un empaque de veneno para roedores. En la carta, una vecina del vecindario, de manera anónima, aseguraba ser doctora y que, como no puede descansar, amenazó con arrojar elementos perjudiciales para la vida de los animales.
“El día viernes 2 de agosto sobre las 3 pm, en el jardín interno de nuestras instalaciones dejaron caer un sobre gris que contenía una carta “anónima” y un empaque de veneno para ratas. En esta carta, se nos amenaza de manera explícita por los ladridos generados por pacientes y perritos de guardería. Uno de los vecinos del sector manifiesta que, escuchar perros ladrar durante el día desde su casa le resulta molesto a él y a su familia, por lo cual, han decidido arrojar alimentos con veneno para ratas con el fin de que los animales los consuman y se intoxiquen. En esta carta, además, la persona manifiesta ser profesional de la salud e incluso cita el acto como ‘cruel’”, se aprecia en la denuncia publicada en la cuenta de Instagram del veterinario.
En la denuncia de Bohórquez se incluye la carta en la que la supuesta doctora relata, con frialdad y sin remordimiento, que a partir del 2 de agosto comenzará a intentar envenenar a los perros de Quirurgivet debido a que no ha podido descansar, lo cual ha afectado negativamente su desempeño laboral.
“Sé que esto puede considerado como cruel; sin embargo, estoy dispuesta a hacer lo que sea por el bienestar de mis pacientes a pesar de su negligencia. Estoy priorizando la vida de mis pacientes. Esto lo estaré haciendo desde mañana agosto 2 de forma indefinida hasta que simplemente los ladridos cesen. Mientras sigan existiendo, a diario lanzaremos alimentos con las sustancias que les he compartido”.
El médico veterinario aseguró que los ruidos provenientes de las mascotas atendidas están dentro de lo razonable y que la veterinaria cuenta con todos los documentos en regla para operar en la zona. Además, enfatizó que desde un inicio estuvieron dispuestos al diálogo con los vecinos afectados.
Sin embargo, dejó en claro que las amenazas y acciones directas para atentar contra la vida de los perros no serán pasadas por alto. Por eso se han iniciado las acciones correspondientes, presentando las pruebas necesarias, ante la supuesta profesional de la salud que lleva más de tres días arrojando alimentos con veneno tales como tocino e inclusive chocolate, que de por sí solo es mortal para los perros.
“No pensamos quedarnos callados o ceder ante amenazas, siempre hemos estado prestos a dialogar y hemos buscado maneras de mitigar los ladridos, que cabe resaltar, NO son constantes y que además, constituyen un derecho de nuestros caninos. Tenemos los videos de nuestras cámaras donde se evidencian las personas que tiraron esto a nuestro patio no los subimos por temas legales”, concluyó en su denuncia el médico veterinario Bohórquez, solicitando a las autoridades la pronta intervención y realizando a la comunidad un llamado al razonamiento y empatía.
Qué sanciones podría tener la médica
En Colombia, la legislación en materia de protección animal ha avanzado significativamente en los últimos años, especialmente con la promulgación de la Ley 1774 de 2016, conocida como la Ley de Protección Animal. Esta ley reconoce a los animales como seres sintientes y establece que merecen protección contra el sufrimiento y el maltrato. Bajo esta normativa, cualquier acto de crueldad hacia los animales es considerado un delito, con sanciones penales importantes.
El Código Penal colombiano, en su artículo 339A, modificado por la Ley 1774, establece que cualquier persona que maltrate a un animal doméstico o silvestre, causándole la muerte o lesiones graves, puede enfrentar una pena de prisión de 12 a 36 meses. Además, se contemplan multas de 5 a 60 salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV) y la inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión, oficio o tenencia relacionada con animales por el mismo periodo de la pena de prisión.
En el caso de las amenazas recibidas por la veterinaria Quirurgivet, estas podrían ser consideradas una tentativa de maltrato animal, la cual también es punible bajo la ley colombiana, con una pena proporcional a la del delito consumado, disminuida en una tercera parte.
Las autoridades administrativas también tienen la facultad de imponer sanciones adicionales. Entre ellas se incluyen multas de hasta 50 SMMLV por actos que atenten contra la integridad de los animales. Además, pueden emitir órdenes de cese de actividades que pongan en riesgo la vida o el bienestar de los animales, lo cual aplicaría a las acciones de la doctora en cuestión.
En cuanto a las implicaciones éticas y profesionales, si la persona implicada es efectivamente una profesional de la salud, el Colegio Médico Colombiano o la entidad correspondiente podría iniciar una investigación disciplinaria. Las sanciones en este ámbito podrían variar desde amonestaciones hasta la suspensión o cancelación de su licencia para ejercer la medicina. Además, la doctora enfrentaría un serio daño a su reputación profesional y personal, afectando su carrera y relaciones laborales futuras.