La Procuraduría General de la Nación se dirigió a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para solicitar la expulsión de Juan Carlos Rodríguez Agudelo, alias Zeus, un militar retirado involucrado previamente con el paramilitarismo y quien fungía como uno de los jefes de seguridad del narcotraficante conocido como ‘Don Diego’.
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El documento de 19 páginas al que tuvo acceso La W detalla dos principales factores que fundamentan la solicitud de expulsión de Rodríguez Agudelo.
El primer factor es la ausencia de Rodríguez Agudelo en una citación de la JEP para responder sobre las circunstancias que llevaron a su captura. El exmilitar fue sorprendido en una caravana que presuntamente transportaba armas desde Norte de Santander hacia el centro del país.
La razón presentada por su defensor para justificar su incomparecencia fue el riesgo de recaptura ante su comparecencia personal. Sin embargo, la Procuraduría consideró esta razón insuficiente, argumentando que era deber del compareciente asegurar las condiciones necesarias para presentarse ante la jurisdicción sin impedimentos.
El segundo factor mencionado en la solicitud es la presunta reincidencia en la actividad criminal, un elemento que Rodríguez Agudelo no debía incumplir para mantener los beneficios otorgados por la JEP, incluyendo su libertad.
La Procuraduría señaló varios indicios en su análisis, tales como la ausencia de escoltas del Unidad Nacional de Protección (UNP) durante el viaje en el que fue hallado el armamento y la mención de una reunión en Cúcuta que finalmente no se llevó a cabo. Estos comportamientos, según el Ministerio Público, fortalecen el caso para su expulsión de la JEP.
La relevancia de este caso radica en la implicación de una posible violación de las condiciones establecidas por la JEP para excombatientes y actores armados. Este proceso especial busca justicia para las víctimas del conflicto armado en Colombia y la reintegración de los actores armados a la vida civil bajo estrictos requisitos, incluyendo la no reincidencia en actividades delictivas.
El contexto histórico de alias Zeus se sitúa en la conexión con el paramilitarismo y su rol como jefe de seguridad del narcotraficante alias “Don Diego”, resaltando las dinámicas entre fuerzas militares, paramilitares y narcotráfico en Colombia.
La W citó textualmente parte de la comunicación de la Procuraduría: “Señaló su defensor que ante su comparecencia personal, lo que sin duda sucedería, sería su recaptura, ante lo que el Despacho consideró inoficiosa una nueva convocatoria presencial, causal de inasistencia que no es justificación válida para esta Procuraduría, ello porque justamente era un deber del compareciente preservar todas las condiciones que le permitieran acudir al llamado de la JEP sin impedimento alguno, lo que no sucedió”.
Asimismo, la Procuraduría encontró suficiente evidencia para determinar la infracción de las disposiciones de la jurisdicción, apuntando especialmente a la falta de escoltas y el uso de vehículos no oficiales en el transporte del armamento. Estos hallazgos sugieren una flagrante violación de las normativas de la JEP y de las expectativas de reintegración para quienes buscan beneficios de este proceso judicial.
También muestra la importancia de garantizar que todos los actores comprometidos con el proceso de la JEP cumplan cabalmente con sus obligaciones y no reincidan en comportamientos que puedan desacreditar el esfuerzo monumental de paz y justicia transicional en Colombia. Este tipo de incumplimientos no solo socava la credibilidad del proceso, sino también la confianza de las víctimas y la sociedad en general.
El caso de Rodríguez Agudelo simboliza un reto para la JEP y otras instituciones de justicia en Colombia, ya que deben trabajar incansablemente para asegurar que los mecanismos de justicia cumplan su propósito y mantengan la integridad del proceso de paz. La vigilancia constante y la estricta aplicación de los lineamientos establecidos son cruciales para garantizar que los beneficios otorgados se mantengan solamente a aquellos comprometidos con la verdad, la reparación y la no repetición de crímenes.
Con esta solicitud, la Procuraduría manifiesta su compromiso con la supervisión rigurosa y el cumplimiento de los compromisos de los actores implicados en el conflicto armado.