Antanas Mockus, que estuvo al frente de la Alcaldía de Bogotá en dos periodos, es conocido por sus innovadoras aproximaciones a la cultura ciudadana, las cuales implementó durante sus mandatos entre 1995-1997 y 2001-2003.
Su enfoque se caracterizó por utilizar estrategias no convencionales centradas en la pedagogía y el cambio de comportamientos colectivos. Según información difundida por diversos medios de comunicación y la oficina de prensa de la Alcaldía de Bogotá, estas acciones llamaron la atención tanto a nivel nacional como internacional.
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Durante su administración, Mockus introdujo medidas pedagógicas destacadas, como el uso de mimos para regular el tráfico y campañas de concienciación sobre el consumo de agua. Las campañas de Mockus pedían a los ciudadanos que redujeran su consumo.
Estas iniciativas se basaban en la idea de que, con los conocimientos adecuados, los ciudadanos podían autogestionarse y contribuir al bienestar común. Muchos coincidieron en la época en la que Mockus estuvo de alcalde Mayor en que estas acciones tuvieron un impacto significativo en la manera en que los bogotanos percibían su rol en la sociedad.
Las enseñanzas de Mockus, aunque menos estructuradas en la actualidad, persisten en la conciencia colectiva de los residentes de Bogotá, aunque con la “evolución” de la ciudad algunas de estas propuestas han quedado en el abstraccionismo o quizá en el olvido.
Por ejemplo, el interponer multas pedagógicas a los conductores que invaden las cebras o a los actores viales que infringen las normas de tránsito, aunque estas solamente se dan durante un periodo estipulado por las autoridades distritales. Después de ese periodo se empieza con la sanción económica.
Otra de las medidas que tomó el exalcalde de Bogotá Antanas Mockus fue la denominada Ley Zanahoria la cual se tomó como una forma de que los establecimientos en los que se consumía alcohol cerraran a la 1 a. m., hora que según Mockus era muy tarde. Con esta medida se buscó reducir los índices de violencia que eran ocasionados por el consumo excesivo de alcohol. En la actualidad, aunque pasó a ser hasta las 3 a. m., se mantiene con la misma finalidad que la estipulada por el exmandatario local.
Esta norma estaba ligada durante la administración Mockus del programa “Saber antes de beber”, el cual tenía como finalidad orientar a los consumidores sobre las consecuencias que se derivaban del abuso del alcohol. Fue tanto el éxito de la propuesta de Antanas que no se tardó mucho en dar resultados esta normativa ya que las muertes y conflictos que se desataban del consumo desmedido de licor se redujeron considerablemente, sobre todo los que tenían que ver con los accidentes de tránsito.
La visión innovadora de Mockus sigue siendo una referencia importante en los debates sobre gobernanza urbana y participación ciudadana. Las campañas de educación ciudadana y el fomento de la responsabilidad cívica aún resuenan en diversas iniciativas gubernamentales y de la sociedad civil, destacando la duradera influencia de su administración.
Por ejemplo, en la actualidad a causa del fenómeno de El Niño que azotó sin clemencia a nuestro país, se revivió una de las pedagogías del exalcalde Mockus y es la que tiene que ver con el consumo responsable de agua. Sin embargo, esta decisión no se hizo como una enseñanza, sino que la escasez del líquido en la ciudad obligó a que el alcalde Carlos Fernando Galán tomara la decisión de que por decreto la ciudad y varios municipios vecinos tuvieran que hacerlo de manera obligatoria por el racionamiento de agua que todavía sigue vigente.
La continuidad de estas estrategias ha tenido que enfrentar desafíos debido a los cambios de administración y las distintas prioridades políticas que han emergido desde sus mandatos. La herencia de Mockus se refleja en proyectos comunitarios actuales que buscan promover tanto el bienestar social como el respeto por las normas cívicas. Aunque algunas metodologías de Mockus están siendo referenciadas y adaptadas en otras ciudades del mundo, es evidente que la implementación de su visión enfrenta barreras significativas.
Otra de las medidas que aún se mantiene es la prohibición de la pólvora con la que se buscó evitar la muerte o las lesiones, principalmente en los niños. Esta prohibición se ha mantenido durante las administraciones siguientes a la de Mockus y también se ha adoptado en otras ciudades y municipios teniendo como objetivo principal el salvaguardar la integridad de los menores de edad.
En el gobierno de Mockus, la pedagogía fue esencial. Este enfoque pedagógico fue clave para su éxito en cambiar comportamientos ciudadanos. El uso de elementos como los mimos para crear conciencia vial y las campañas educativas fueron métodos innovadores que dejaron una huella en la historia de la administración pública. Actualmente, las administraciones siguientes a la del exrector de la Universidad Nacional han manejado grupos de teatro u otros artistas para lanzar campañas que buscan crear conciencia entre los ciudadanos.
Estos enfoques no solo tuvieron impacto local; la prensa internacional también subrayó la originalidad de sus métodos. A través de sus dos mandatos, Bogotá se convirtió en un ejemplo de cómo la pedagogía y la participación ciudadana pueden moldear una mejor convivencia urbana.
Aunque hoy en día no se observe con la misma prominencia la estructura que Mockus estableció, su legado influye en muchas de las actuales políticas de gobernanza urbana. La enseñanza de Mockus permanece en la conciencia de los bogotanos. Su enfoque en otorgar herramientas a los ciudadanos para su autogestión ha sido fundamental en perpetuar sus ideas.
El legado de Antanas Mockus sigue vigente en la promoción de diversos eventos culturales en espacios públicos de la ciudad que tenían como fin que los bogotanos y los visitantes de otras latitudes regresaran a los parques buscando generar mayor sentimiento de continuidad.
Las instituciones y proyectos comunitarios actuales en Bogotá aún se inspiran en las enseñanzas de Mockus. Varios proyectos se basan en la autogestión ciudadana promovida por Mockus. El impacto de sus políticas se refleja en la continua búsqueda de soluciones innovadoras para los problemas urbanos.
En conclusión, Antanas Mockus dejó una marca indeleble en el gobierno de Bogotá a través de sus enfoques pedagógicos y su énfasis en la responsabilidad colectiva. Sus estrategias, adoptadas y adaptadas alrededor del mundo, continúan inspirando tanto a la administración pública como a la sociedad civil para promover una convivencia urbana más armoniosa.