Dólar en Colombia subió de precio el 5 de agosto: posible recesión en EE. UU. hará que estos productos se pongan caros

El precio del dólar estadounidense en Colombia cerró la jornada del 5 de agosto en un promedio de $4.184,89. Esto significó una subida de $74,52 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que se ubicó en $4.110,37.

La divisa norteamericana tuvo un precio de apertura de $4.200,00, tocó un máximo de $4.215,00 y un mínimo de $4.142,00. Además, durante el día, de acuerdo con la plataforma Set-FX, se negociaron más de USD1.456 millones en 2.124 transacciones.

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Teniendo en cuenta la última semana, el dólar estadounidense registra un incremento del 2,36% y desde hace un año todavía mantiene una subida del 1,54%. Si se confronta la cifra con días previos, acumuló tres fechas sucesivas en cifras positivas. La volatilidad de los últimos siete días fue inferior a la acumulada en el último año, así que está teniendo un comportamiento más estable de lo esperado en fechas recientes.

De acuerdo con la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia, el dólar subió luego de que los datos económicos que se conocieron la semana pasada aumentaran las expectativas de recesión económica en Estados Unidos, lo que tendría implicaciones para las decisiones de la Reserva Federal en cuanto a la tasa de interés (rango entre 5,25% y 5,50%). Es de anotar que se registró un aumento de la tasa de desempleo al 4,3%, el nivel más alto en casi tres años, lo que genera temores de una posible recesión.

Ahora bien, se conoció que la actividad del sector servicios de dicho país en julio se ubicó en 51,4%, lo que quiere decir que repuntó desde mínimos de cuatro años gracias a un aumento de los pedidos y del empleo, lo que contrarrestó de manera parcial los temores de una recesión.

Por su parte, Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá precisó que con una probabilidad cercana a 100%, los operadores esperan que el primer recorte de tasa de la FED se dé en septiembre con un ajuste 50 puntos básicos (pb), mientras que las reuniones de noviembre y diciembre el descenso estaría entre 50 pb y 25 pb. “Si bien la expectativa de menor tasa en Estados Unidos derivaría en un debilitamiento del dólar a nivel global, esto solo se evidenció en las economías del G7 que exhibieron una apreciación intradía de 0,5%”, precisó.

En América Latina, las monedas experimentaron una depreciación de 0,4% ante la liquidación de posiciones de la estrategia de carry trade (o de diferencial de tasas) por la apreciación del yen japonés.

De igual forma, en el entorno local, las exportaciones totales retrocedieron por segundo mes consecutivo, tal que cayeron 5% anual durante junio (de USD4.021,4 millones a USD3.821,6 millones), como resultado de la reducción en combustibles y productos de las industrias extractivas.

Ante la situación, el director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa, Juan David Ballén, recordó que después de julio, mes que se caracteriza por ser el punto de inflexión de baja a alta volatilidad, se coincide con el máximo histórico que registran las acciones en Estados Unidos y sugiere que el dólar se mantendrá fuerte.

Entretanto, el gerente de Investigaciones Económicas de Davivienda Corredores, Germán Cristancho, anotó que hoy el mercado de acciones de Estados Unidos cayó de manera generalizada y llevó a que las desvalorizaciones alcancen 3%.

Sin embargo, aseguró que pareciera que el problema está concentrado en las valoraciones de un sector específico: tecnología. “Los resultados y desempeño financiero de esas empresas es bastante bueno, pero las valoraciones de las acciones están basadas en expectativas demasiado altas”, afirmó.

Asimismo, el profesor de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de La Sabana (Eicea) Daniel Gómez remarcó que el temor de la posible recesión en Estados Unidos puede explicar el aumento del precio del dólar, ante el aumento en su demanda, debido a la incertidumbre. Dijo que también los inversionistas pueden retirar su dinero de mercados emergentes como el colombiano.

“Una recesión en Estados Unidos genera expectativas de menor crecimiento global, lo que puede llevar a una menor demanda de exportaciones y a un encarecimiento del dólar”, añadió.

Sobre el impacto que puede haber en el mercado colombiano, enfatizó que esta coyuntura global podría devaluar el peso, con el encarecimiento de las importaciones y una presión a la inflación (7,18% anual, según el Dane).

Además, que podría registrarse una salida de capitales hacia mercados más seguros, con lo que se reduciría la inversión y, por ende, el crecimiento. Así las cosas, la menor demanda podría reducir las exportaciones nacionales de productos clave como petróleo y café.

Por supuesto, habrá productos que se pondrán caros. Ante esto, el experto puntualizó que el temor de una recesión en Estados Unidos y la devaluación del peso, podría traducirse en el encarecimiento de los bienes importados como los electrodomésticos y los autos, las materias primas importadas empleadas como insumos agrícolas y de productos industriales. De igual forma, la gasolina, lo que encarece los costos de producción.

“El encarecimiento podría notarse casi de inmediato a medida que los productores ajustan sus precios”, finalizó el profesor de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de La Sabana (Eicea) Daniel Gómez.