Creadoras de contenido para adultos se juntaron para ayudar a vendedores informales: “Lo que sea pa’ lograr nuestra labor”

Como heroínas sin capa fueron rebautizadas las creadoras de contenido para adultos Michelle Rabbit, Paola Vega, Isabelle Goncalves y su grupo de amigas, tras salir a las calles en busca de vendedores ambulantes que necesitaran de ayuda en sus ventas.

En videos, con cientos de ‘me gusta’, las influencers se visten con una versión ‘sexi’ de los uniformes que utilizan los vendedores informales para comercializar sus productos en las calles y se ponen manos a la obra.

“Estamos haciendo una labor muy bonita, así que nos pusimos la 10, y vean la ropita que tenemos yo y mis amigas. Tenemos que conseguir un vendedor que no haya vendido nada para que esto salga excelente”.

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Su objetivo no es otro que el de ayudarlos a completar la cuota del día y, de ser posible, vender hasta el último de los productos en sus cestas, para luego completar las ganancias con una bolsa de mercado que les pemrita volver a casa antes de tiempo.

“Vea, con mis amigas nos pusimos la 10. Eso le hacíamos carita a los manes y que nos perdonen las señoras, pero unas estrategias... pero lo que sea pa’ lograr nuestra labor. A los vendedores ambulantes no los dejan vender, pero nosotras estábamos decididas a hacerlo feliz por un día”, explicó una de las creadoras de contenido erótico, al finalizar uno de los videos que les han ganado nuevos adeptos y cientos de me gustas y comentarios de agradecimiento.

“Nada más humano que la regeneración de la puterí@%#$ a través de la conciencia de clases. Medallo es único. Me encanta”, “Está muy bien. Claro, a la larga, lo mejor es que ningún adulto mayor trabaje en esas condiciones, pero la ayuda está muy buena y divertida”, “Ejerciendo la puterí@%#$ de forma ética y humana”, “Gracias chicas! Ese trabajo es muy ingrato con la gente. Gracias por ayudarlos”, “Vacanisimo”, “Muchas cracks”, “Podrán cuestionar sus métodos, pero no sus resultados”, “Se llama stunt publicitario y les sirve más a ellas que a ellos. La forma más efectiva de marketing es la que se viraliza de manera orgánica”,

En el primer trimestre de 2024, la tasa de informalidad laboral en Colombia registró cambios importantes, con un indicador que muestra que el 56,3% de los trabajadores se encuentran en el sector informal. Aunque esta cifra representa una ligera disminución del 1,9% en comparación con el mismo período del año anterior, la informalidad laboral sigue siendo un desafío significativo en el panorama del empleo en el país, según los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), informó recientemente Frank Saavedra en su publicación.

Durante el período comprendido entre septiembre y noviembre de 2023, la tasa de informalidad laboral se mantuvo en 55,5%, la misma que se registró en los meses de octubre a diciembre. Sin embargo, en los meses siguientes, esta cifra experimentó un incremento, alcanzando el 56,3% en el intervalo de diciembre a febrero, detalló el informe más reciente del Dane.

En cuanto a las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas de Colombia, la proporción de empleo informal disminuyó a 41,4%, evidenciando una caída de 1,4 puntos porcentuales en comparación con el trimestre de enero a marzo de 2023, cuando se situaba en 42,8%. De manera similar, en el conglomerado total de 23 ciudades y áreas metropolitanas, la tasa de informalidad se ubicó en 42,7%, lo que supone una reducción de 1,5 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre del año anterior.

El Dane destacó que, en contraste, las zonas rurales y centros poblados menores reportaron una tasa de informalidad del 84,1% para el trimestre analizado. Estos números reflejan una arraigada problemática en la informalidad laboral en Colombia, que pese a los esfuerzos de las autoridades y entidades gubernamentales para mitigarla, sigue presentando desafíos serios en las dinámicas de empleabilidad del país.

La labor informal se define típicamente como aquella que no está sujeta a la regulación estatal, ni ofrece beneficios sociales básicos como la seguridad social, la pensión, ni la formalidad jurídica. Este tipo de empleo afecta a una gran parte de la población trabajadora y compone una porción significativa de la economía colombiana. Las cifras del Dane enfatizan que aún queda mucho trabajo por hacer para erradicar este fenómeno.

Dicha persistencia de la informalidad es preocupante dado que, según los expertos, los trabajadores informales suelen recibir salarios más bajos, carecen de estabilidad laboral y no tienen acceso a programas de capacitación y desarrollo personal. Esto último limita sus posibilidades de mejorar su calidad de vida y vulnera sus derechos laborales.

Luis Eduardo Garzón, exministro del Trabajo y actual analista laboral, comentó en una entrevista con El Espectador que, aunque las cifras muestran una ligera mejora, “la realidad es que miles de trabajadores aún se encuentran en condiciones precarias”. Garzón subrayó que “las estrategias para combatir la informalidad deben ser más agresivas y enfocadas en sectores específicos para lograr resultados sostenibles”.

Uno de los sectores más afectados por la informalidad es el de los vendedores ambulantes. Muchos de ellos no tienen un sustento económico garantizado y dependen del día a día para llevar el sustento a sus familias. Las condiciones en las que trabajan son, en muchos casos, insalubres y peligrosas, lo que agrava la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.

Para Carlos Sepúlveda, decano de Economía de la Universidad del Rosario, es crucial que se implementen políticas públicas que incluyan tanto la formalización del empleo como incentivos para que las empresas contraten formalmente a sus trabajadores. En un foro organizado por el Centro Nacional de Consultoría, Sepúlveda recalcó que “la flexibilización de los trámites administrativos y la reducción de costos asociados a la formalización podrían ser mecanismos eficaces para incentivar a los empleadores”.

El informe del Dane también pone de relieve la creciente brecha entre las áreas urbanas y rurales en cuanto a la informalidad laboral se refiere. Mientras las principales ciudades y áreas metropolitanas han logrado reducir parcialmente su tasa de informalidad, las zonas rurales no muestran un avance significativo. Esto sugiere la necesidad de una intervención más focalizada y adaptada a las características y necesidades particulares de las zonas rurales.

Además, en términos de género, las mujeres parecen estar desproporcionadamente afectadas por la informalidad. Datos adicionales del Dane revelan que un alto porcentaje de mujeres trabaja en el sector informal en comparación con los hombres, situación que agrava las desigualdades de género existentes en el mercado laboral colombiano.