El peor día en la vida de Hansel David Guarnizo, probablemente, haya sido el último, o al menos es lo que se teoriza en redes, luego de que este joven, de tan solo 22 años, falleciera de camino al hospital de La Candelaria, en el municipio de Purificación, Tolima, luego de atorarse con un pedazo de carne.
Según allegados a la víctima, el sábado 3 de agosto, mientras se preparaba para hacer mercado junto a su madre, decidió pasar por la cocina y asaltar la cacerola de su tía, que se encontraba fritando algo de carne, con tan mala suerte que un buen pedazo se le quedó atorado en la garganta.
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Al no lograr recuperarse ni recibir la ayuda necesaria en casa, fue trasladado desde su hogar en la vereda Chenche asoleado, pero entrando al casco urbano de Purificación, la moto en la que se desplazaba tomó un sobresalto y por la velocidad a la que iba, Guarnizo terminó cayendo sobre el pavimento.
El impacto, sumado a su problema de ahogamiento provocó su deceso, antes de que pudiera ser atendido por el personal médico. Una tragedia, sobre la que la comunidad del suroccidente del departamento izo dos llamados a la precaución, tanto en vías, como en la cocina.
¿Qué hacer cuando alguien se atora?: recomendaciones de Mayo Clinic
No hay que subestimar el atragantamiento, pues, según Mayo Clinic es una emergencia médica grave que ocurre cuando “un objeto se aloja en la garganta o la tráquea y bloquea el flujo de aire. En los adultos, un trozo de comida suele ser el culpable. Los niños pequeños a menudo se atragantan con objetos pequeños”.
La Cruz Roja Americana y otros organismos internacionales han identificado los signos de alerta en un posible caso de atragantamiento. Gestos como llevarse una o ambas manos a la garganta, expresar pánico o confusión, y la incapacidad de hablar o respirar con normalidad, deben ser atendidos con rapidez.
Aunque, también se han registrado casos como la respiración forzada, sonidos chirriantes al intentar respirar, tos débil o fuerte, y cambios de coloración en la piel, labios y uñas, que pueden volverse azules o grises. En los casos más graves, la persona puede, incluso, perder el conocimiento.
El protocolo de primeros auxilios para el atragantamiento es muy claro. Si la persona afectada puede toser con fuerza, es recomendable dejarla continuar tosiendo, ya que esto puede ayudar a expulsar el objeto de forma natural, según La Vanguardia. Sin embargo, si el paciente no puede emitir sonidos, hablar, llorar o reír, es fundamental tomar medidas inmediatas.
La Cruz Roja Americana sugiere que, primero, se deben dar cinco golpes en la espalda. Para hacerlo, hay que posicionarse al costado y justo detrás del afectado. En el caso de un niño, hay que arrodillarse detrás. Con la persona doblándose por la cintura hacia adelante, se deben dar cinco golpes firmes entre los omóplatos con la palma de la mano. Si estos golpes no logran desalojar el objeto, se deben realizar cinco compresiones abdominales, también conocidas como la maniobra de Heimlich. Esta técnica implica envolver los brazos alrededor de la cintura del afectado, hacer un puño con una mano y colocarlo ligeramente por encima del ombligo, sujetándolo con la otra mano y realizando empujones rápidos hacia adentro y hacia arriba.
Es crucial alternar entre los golpes en la espalda y las compresiones abdominales hasta que se desaloje la obstrucción. En situaciones en las que la persona atragantada sea una mujer embarazada, o no es posible envolver los brazos alrededor de la cintura del afectado, se deben realizar compresiones torácicas en lugar de abdominales. En estos casos, hay que presionar con firmeza la base del esternón con movimientos rápidos hacia adentro utilizando ambas manos.
Para atender a una persona inconsciente, se debe recostar al afectado en el suelo con la espalda apoyada y los brazos al costado. Si se puede ver el objeto, se debería intentar extraerlo con el dedo, aunque es importante nunca intentar hacerlo si no se ve el objeto, para evitar empujarlo más adentro. Si la persona no responde, se debe comenzar con la reanimación cardiopulmonar (RCP), alternando compresiones torácicas y respiraciones de rescate, revisando regularmente si se ha eliminado la obstrucción.
En cuanto al atragantamiento en bebés menores de un año, los pasos a seguir son un poco diferentes. Se recomienda sentarse y sostener al bebé boca abajo sobre el antebrazo, apoyando este en el muslo para tener un mejor control. Con el bebé más abajo que el tronco, se deben dar cinco golpes firmes pero suaves en la mitad de la espalda. Si el bebé no responde, hay que voltearlo y realizar cinco compresiones torácicas con los dedos justo por debajo de la línea de los pezones.