El presidente de la República, Gustavo Petro, se enfrenta a un panorama complejo que revela inquietantes similitudes con las dinámicas políticas en Venezuela, sobre todo luego de las elecciones presidenciales del vecino país, que dio como resultado una polémica reelección de Nicolás Maduro. El 7 de agosto marca la mitad de su administración, un periodo caracterizado por escándalos de corrupción, propuestas de reformas controvertidas y una serie de acciones que suscitaron comparaciones con la dictadura venezolana.
La postura de Petro respecto a Venezuela es particularmente destacada debido a las crecientes evidencias de un posible fraude electoral, en Venezuela. Aunque el presidente colombiano mantuvo una actitud cautelosa, se reveló que mantiene conversaciones activas con el régimen venezolano, a pesar de las implicaciones sociales y políticas de esta relación.
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Esta situación provocó un enfoque crítico en la prensa estadounidense, como lo señaló recientemente el PanAm Post, donde el periodista venezolano José Gregorio Martínez detalló los pasos que Gustavo Petro sigue en relación con la dictadura de Maduro, según la perspectiva internacional.
Escándalos y reformas: el desafío de la administración Petro
Durante la primera mitad de su mandato, Petro enfrentó una serie de desafíos internos, entre los que destacan las acusaciones de corrupción que salpicaron a su administración. Uno de los casos más prominentes es el presunto desvío de todos públicos en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) para el pago de coimas a congresistas.
Además, el escándalo que involucró a la ex jefa de gabinete y actualmente directora del Departamento Administrativo de Presidencia (Dapre), Laura Sarabia, con su exniñera Marelbys Meza, que dejó una marca indeleble en la reputación del Gobierno, a pesar de que la alta funcionaria continúa en un papel fundamental para la administración gubernamental.
En la nota también se destaca que Gustavo Petro promovió una serie de reformas políticas y sociales que generaron un intenso debate público. Su iniciativa para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, que había prometido no impulsar durante su campaña presidencial, reavivó las críticas sobre su compromiso con la estabilidad y la legalidad.
Según el medio mencionado, los analistas políticos advierten que la postura de Petro podría tener repercusiones importantes para el equilibrio del poder en Colombia y su sistema democrático. Resaltan que el abuso de poder y los casos de corrupción no aclarados por el presidente lo convierten en cómplice, haciendo eco de situaciones similares en el régimen de Maduro. Este contexto de corrupción, búsqueda de perpetuarse en el poder y otros cuestionamientos sugieren una proximidad ideológica entre Petro y Maduro, según el informe del medio.
La influencia de Nicolás Maduro: un paralelismo inquietante
La relación entre Petro y el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela es un tema de creciente preocupación. A pesar de las evidencias de fraude electoral en Venezuela, comprobadas por organismos como el Centro Carter y la Misión de Observación Electoral (MOE), el presidente de Colombia mostró una actitud de notable cautela en su condena pública del régimen venezolano.
El fraude electoral del 28 de julio, en el que Maduro presuntamente se aferró al poder a través de prácticas represivas, fue ampliamente documentado, pero Petro redujo el tono de su crítica hacia el régimen. De acuerdo con el periodista Martínez: “Mientras el mandatario colombiano publica frecuentemente imágenes de los muertos en Gaza y hace constantes alusiones al nazismo para atacar al primer ministro israelí o a los presidentes de El Salvador y Argentina, nada muestra sobre los muertos, heridos, torturados y desaparecidos por la tiranía de Maduro en Venezuela que simplemente se manifiestan en las calles contra un descarado fraude, ni de la persecución emprendida por el régimen contra la población que, de acuerdo con el fiscal chavista Tarek William Saab, sirve para ‘depurar a la sociedad’ y según las confesiones de Maduro buscará ‘reeducarlos’ en dos cárceles de máxima seguridad, lo que sí recuerda claramente a la Alemania nazi (sic)”.
Reelección y reformas constitucionales: una ruta preocupante
Uno de los temas más controvertidos de la administración Petro es la posibilidad de una reelección presidencial, que está prohibida por la Constitución colombiana. A pesar de que el jefe de Estado no promueve directamente la reelección, el medio estadounidense señaló que sus aliados, como la senadora del Pacto Histórico Isabel Zuleta, avanzaron en la búsqueda de atajos jurídicos para reactivar esta posibilidad.
El medio recordó las publicaciones en la red social X (antes Twitter), la senadora fue abierta en su apoyo a la reelección e insinuó que la reforma constitucional propuesta por Petro podría abrir la puerta a una extensión de su mandato.
“En el oficialismo no descartan que la constituyente que está promoviendo Petro sirva para establecer la reelección y así extender su permanencia en el poder”, se lee en la nota.