Quejas y preocupaciones por supuesta politización en el Departamento Nacional de Planeación bajo la dirección de Alexánder López

La designación de personas sin experiencia técnica en cargos clave del Departamento Nacional de Planeación ha desatado críticas y preocupaciones sobre la politización de la entidad

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Al parecer López estaría favoreciendo
Al parecer López estaría favoreciendo contrataciones a personas que son allegadas a él - crédito DNP

El Gobierno Petro enfrenta críticas por la supuesta politización de entidades técnicas como el Departamento Nacional de Planeación (DNP). Una de las principales preocupaciones radica en que profesionales con trayectoria están siendo relegados en favor de personas cercanas al director, Alexánder López, que según diversas fuentes, no cuentan con la experiencia ni el conocimiento técnico necesario para desempeñar sus funciones.

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Funcionarios del mismo DNP, que han trabajado durante años bajo diferentes administraciones, señalan que López ha favorecido a miembros de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) en el Congreso, individuos que no poseen la preparación requerida. Estos funcionarios afirman que los nombramientos no solo están desvirtuando el carácter técnico de la entidad, sino que comienzan a afectar la eficiencia en la ejecución de sus funciones.

Uno de los casos más sonados es el de Elizabeth Cristina Correa Soto, que fue designada el pasado 15 de abril como subdirectora general de Descentralización y Desarrollo Territorial, cargo que obtuvo a través de una resolución firmada por el propio López. Según informan distintas fuentes a Semana, Correa estaría actuando como la mano derecha del director del DNP y filtraría las reuniones de este. De hecho, el verdadero control de esta área recaería sobre Andrés Santiago Villarreal, subdirector de Descentralización.

Elizabeth Correa fue contratada como asesora grado 18, con un salario mensual de 16.153.855 pesos, de acuerdo con la resolución firmada por López. No obstante, según registros del Congreso y testimonios de personas conocedoras de esta situación, hasta hace poco ella ocupaba el cargo de secretaria de López en el Senado y asesora en quinto grado, con un salario aproximadamente de 9 millones de pesos.

Las críticas hacía López podrían
Las críticas hacía López podrían implicar un cuestionamiento adicional a la administración Petro - crédito Luisa González/ REUTERS / Departamento Nacional de Planeación

La controversia aumentó cuando Correa fue nombrada en su nuevo cargo, desplazando a Paula Moreno Villalobos, quien había sido posesionada en ese mismo puesto solo horas antes. Esto ha generado un clima de insatisfacción y desconfianza dentro del Departamento Nacional de Planeación.

Otro aspecto cuestionado de la gestión de López es la presunta priorización de proyectos relacionados con alcaldes y gobernadores afines al Pacto Histórico, en detrimento de aquellos que podrían ser críticos con la administración de Gustavo Petro. Esta percepción de sesgo político ha motivado más quejas y ha creado un ambiente de inseguridad laboral entre los empleados de larga data del DNP que sienten que su trabajo está siendo subvalorado frente a designaciones más recientes y políticamente orientadas.

La percepción de politización de una entidad técnica como el DNP representa un desafío para la administración de Petro, que se encontró con un Departamento en plena reestructuración. Esta situación se agrava por las quejas internas y la percepción externa de que profesionales sin la adecuada formación están ocupando puestos de responsabilidad, lo que podría incidir en la efectividad y autonomía de proyectos cruciales para el desarrollo del país.

López no lleva mucho tiempo
López no lleva mucho tiempo siendo el director del DNP - crédito @infopresidencia/X

Descentralización y Desarrollo Territorial son áreas críticas para la planificación nacional, donde la experiencia técnica debería ser un criterio esencial para los nombramientos, y no las conexiones políticas. La percepción de que las decisiones en el DNP responden más a intereses políticos que técnicos podría socavar la confianza en la entidad y, por extensión, en el propio gobierno de Petro.

Alexánder López, claramente un hombre cercano al presidente, probablemente esperaba que sus decisiones fueran vistas como necesarias para la implementación de la agenda de Petro. Sin embargo, estos y otros movimientos polémicos dentro del gobierno podrían tener repercusiones en la visión pública de su gestión.

La confianza y eficiencia en entidades como el DNP son cruciales para la formulación de políticas nacionales y para la correcta ejecución de proyectos que afectan a millones de ciudadanos. Si la percepción de politización persiste, la administración de Petro podría enfrentar, de nuevo, aumento en la crítica pública y un posible desgaste político que afecte su capacidad de gobernar.

Este escenario muestra la importancia de mantener un equilibrio entre las decisiones políticas y técnicas en la administración pública, especialmente en áreas esenciales para el desarrollo y la planificación del país.

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