Acompañe sus preparaciones con una deliciosa salsa bechamel: esta es la receta

La salsa bechamel, también conocida como salsa blanca, es una de las salsas madre de la cocina francesa, esencial en la gastronomía clásica europea.

Esta salsa versátil se puede utilizar como base para una variedad de otras salsas y platos, desde lasañas y gratinados hasta soufflés y croquetas. Su origen se remonta al siglo XVII, y se atribuye al chef francés Louis de Béchameil, que logró perfeccionarla hasta como se conoce hoy. Sin embargo, algunos historiadores sugieren que la salsa ya existía anteriormente bajo otros nombres y que Béchameil solo refinó su preparación.

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Sea cual sea su verdadero origen, la salsa bechamel ha trascendido fronteras y se ha convertido en un elemento básico en cocinas de todo el mundo.

La elaboración de la salsa bechamel comienza con la creación de un roux, que es una mezcla de mantequilla y harina cocida. A esta base se le añade leche caliente gradualmente, mientras se mezcla constantemente para evitar grumos y lograr una textura suave y cremosa. Finalmente, se debe sazonar con sal, pimienta y, en algunas versiones, una pizca de nuez moscada para añadir profundidad de sabor.

Para esta receta de salsa bechamel rápida y sencilla, se necesitan aproximadamente 20 minutos en total. Este tiempo incluye unos cinco minutos para preparar los ingredientes y utensilios, otros cinco minutos para hacer el roux, y 10 minutos para incorporar la leche y cocinar la salsa hasta que espese.

Ingredientes

• 50 gramos de mantequilla.
• 50 gramos de harina de trigo.
• 500 ml de leche.
• 1/2 cucharadita de sal.
• 1/4 cucharadita de pimienta blanca.
• Una pizca de nuez moscada (opcional).

• En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego medio.
• Una vez derretida la mantequilla, añade la harina y mezcla bien con una cuchara de madera o un batidor de varillas para formar un roux. Cocina esta mezcla durante unos 2 a 3 minutos, sin dejar de remover, hasta que tome un color ligeramente dorado.
• Retira la cacerola del fuego y añade la leche caliente gradualmente, mientras mezclas vigorosamente para evitar que se formen grumos.
• Vuelve a poner la cacerola al fuego medio y continúa removiendo constantemente. Lleva la mezcla a ebullición suave.
• Reduce el fuego y sigue cocinando, removiendo constantemente, hasta que la salsa espese y adquiera una textura cremosa. Esto tomará aproximadamente 5 a 7 minutos.
• Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Remueve bien para integrar los condimentos.
• Una vez que la salsa tenga la consistencia deseada, retírala del fuego y úsala de inmediato o mantenla caliente hasta el momento de servir.

La salsa bechamel es increíblemente versátil y puede complementar una amplia variedad de proteínas. Estas son algunas opciones:

• Pollo: esta salsa resulta un complemento ideal en pechugas de pollo al horno o gratinadas. También se puede usar para hacer un pollo a la king o un pollo con bechamel y champiñones.
• Ternera: se puede utilizar la salsa bechamel en recetas de lasaña de carne o canelones rellenos de carne molida. También queda excelente con filetes de ternera empanizados y horneados.
• Cerdo: combina muy bien con chuletas de cerdo, costillas al horno y jamón gratinado. Una receta clásica es el croque-monsieur, un sándwich de jamón y queso cubierto con bechamel.
• Cordero: solo añada la salsa bechamel en una moussaka, una cazuela griega hecha con capas de berenjena y cordero.
• La bechamel es ideal para pescados blancos como el lenguado o merluza, que pueden hornearse cubiertos con la salsa y queso rallado. También combina bien con salmón al horno y resulta perfecta para recetas de mariscos gratinados, como mejillones, langostinos, y para preparar cazuelas de mariscos.
• Los huevos cocidos con bechamel y gratinados son una opción deliciosa. También se puede incluir en unos huevos a la florentina, que se prepara principalmente con espinacas.