Qué pasará con el precio de los carros en Colombia tras la cancelación de la importación sin aranceles de Brasil: distribuidoras aclararon el futuro del mercado

El sector automotor colombiano se ha visto sacudido a finales de julio con la noticia de la solicitud del Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes, para terminar el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) 72 con el Mercado Común del Sur (Mercosur).

Este acuerdo, vigente desde 2017, ha permitido la importación de vehículos desde Brasil sin aranceles mediante un sistema de cupos, beneficiando significativamente al mercado automotor colombiano.

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Desde su firma, el ACE 72 ha facilitado la entrada de vehículos brasileños a Colombia a precios competitivos. Según datos del medio El Carro Colombiano, el 35% de los vehículos vendidos en Colombia provienen de Brasil, con marcas como Renault, Chevrolet, Volkswagen y Ford estableciendo plantas en Brasil para aprovechar el acuerdo.

Luis Carlos Reyes declaró que el acuerdo inicial establecía un cupo de 12.000 unidades de vehículos en el primer año, aumentando progresivamente hasta 50.000 unidades en el octavo año de vigencia. No obstante, la balanza comercial ha mostrado un desbalance desfavorable para Colombia, motivando a las autoridades a reconsiderar la continuidad del acuerdo.

El ministro también argumentó que Brasil ha sido el principal beneficiario del acuerdo, alcanzando cifras récord en exportaciones hacia Colombia y posicionándose como el líder en el mercado automotor: “Brasil ha logrado cifras récord de exportaciones hacia Colombia, y hoy es el principal jugador del mercado”, señaló Reyes.

Colombia no ha utilizado los cupos de exportación a Brasil debido a las altas exigencias técnicas del mercado brasileño. Esto ha creado un desbalance comercial desfavorable para Colombia, incentivando la decisión de no renovar el acuerdo.

Ariel Montenegro, presidente de Renault-Sofasa, expresó a El Carro Colombiano: “La carta del Ministerio de Comercio donde solicita la terminación del ACE 72 entre Colombia y Brasil nos tomó por sorpresa, pero no puede entenderse como el final del acuerdo comercial entre estas naciones”.

Montenegro explicó que desde la firma del acuerdo en 2017, se ha permitido la importación sin aranceles de modelos clave para el mercado colombiano, destacando la importancia de estos vehículos en la oferta local.

Montenegro también afirmó que los precios de los vehículos no mostrarían gran afectación en los siguientes meses: “Para la finalización del acuerdo hay un plazo estimado de un año y medio, durante el cual se negociarán nuevas condiciones más acordes con la realidad actual del mercado y la industria automotriz nacional. Mientras tanto, los precios de los carros se mantendrán como hasta ahora, al permanecer vigentes las mismas condiciones”.

También dijo que el proceso siguiente ante la terminación del ACE 72 es estar en constante atención para la firma de un nuevo acuerdo entre Colombia y Brasil para no afectar el mercado automotor.

Aunque según Montenegro no subirán los precios de los carros en Colombia, la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos) piensa lo contrario. En un comunicado, la asociación aconseja al Gobierno nacional pensar dos veces la terminación del ACE 72 con Brasil: “Elevar las barreras proteccionistas a la industria automotriz nos llevarán de nuevo a esquemas de desarrollo obsoletos que no permitieron robustecer la industria local, experiencia que vivió nuestra industria en las décadas de los 60 a los 80″.

Andemos aclara que los precios de los vehículos si pueden aumentar: “Esta decisión unilateral, pudiera ocasionar represalias comerciales por parte de Brasil a exportaciones colombianas y a un aumento en los precios de los vehículos, afectando tanto a consumidores como a fabricantes locales, impidiendo la crítica renovación de nuestro obsoleto parque automotor”.

El ministro Luis Carlos Reyes, durante el Congreso Anato 2024, enfatizó la necesidad de revitalizar la industria automotriz local y fortalecerla para la exportación. Reyes indicó: “La idea es dinamizar la industria local y hacerla fuerte en términos de exportación, a diferencia de políticas industriales del pasado que buscaban alejar de manera casi indefinida al mercado nacional de la competencia extranjera”.

El respaldo a esta decisión viene acompañado de un contexto desfavorable para la industria automotriz nacional, que ha experimentado una caída sistemática en las ventas de vehículos producidos localmente. Incluso General Motors-Colmotores, una planta de ensamblaje con más de 50 años de historia en Colombia, ha decidido cerrar debido a estos desafíos económicos y comerciales.