Disidencias de la Segunda Marquetalia rechaza acusaciones de retención de menores indígenas

En un reciente comunicado al que tuvo acceso la emisora colombiana Blu Radio, los comandantes de la columna Raúl Morales del frente “Iván Ríos” de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico - Segunda Marquetalia del Ejército Bolivariano negaron estar involucrados en la desaparición de cuatro menores indígenas de la comunidad Awá, quienes desaparecieron el 22 de julio.

Según el comunicado, los menores estarían bajo el control de un frente guerrillero liderado por alias “Iván Mordisco” en el Cauca.

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Benildo Estupiñán, secretario de Gobierno del departamento, confirmó en una entrevista con Blu Radio la autenticidad del comunicado, el cual circuló once días después de la desaparición de los menores. Estupiñán mencionó que se están estableciendo contactos con las estructuras armadas rebeldes en el Cauca, con el fin de asegurar la liberación de los menores desaparecidos.

El funcionario subrayó que la búsqueda de los menores de la comunidad Awá continúa en la zona, y expresó su preocupación por las acusaciones en el comunicado, que implican a algunos gobernadores indígenas asociados con Camawary en la situación.

Asimismo, Estupiñán hizo un llamado a todos los grupos armados presentes en el Pacífico a cesar el reclutamiento forzado de menores, calificando esta práctica como una violación de los convenios internacionales que protegen a los niños, niñas y adolescentes.

Desde la Gobernación de Nariño, se confirmó que la información proporcionada por el frente Iván Ríos de la Segunda Marquetalia indica que ellos no tienen a los menores en su poder. Además, desde la creación de este frente subversivo, se estableció una política de no incorporar menores de edad a sus filas.

Los menores desaparecidos han sido identificados como Elver Darío Guanga Guanga, de 13 años, del resguardo Palmar Imbi; Wilmer Gustavo Guanga García, de 15 años, del resguardo Ramos Mongón; Riber Fernando Nastacuas Guanga, de 17 años; y Jader Danilo Nastacuas Guanga, de 16 años, ambos residentes del resguardo Cuascuabi Paldubi. Los cuatro menores desaparecieron en la zona rural del municipio de Ricaurte, en el piedemonte costero nariñense.

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El comunicado del grupo subversivo afirma que el reclutamiento de los menores en Ricaurte-Nariño, pertenecientes a la comunidad Awá del resguardo Edén-Cartagena, fue llevado a cabo por disidencias bajo el liderazgo de Iván Mordisco, con la complicidad de algunos gobernadores indígenas de Camawary.

Los menores habrían sido llevados al departamento del Cauca, donde estarían siendo adoctrinados y preparados para la guerra, lo que constituye una clara violación a sus derechos.

El Bloque Occidental Jacobo Arenas, bajo el mando de alias ‘Andrés Patiño’, anunció un cese al fuego temporal contra la fuerza pública en la ciudad de Cali, que se llevará a cabo entre el 11 de octubre y el 6 de noviembre. Esta comunicación fue emitida pocas horas después de que Néstor Gregorio Vera Fernández, alias ‘Iván Mordisco’, líder de las disidencias de las Farc, reapareciera públicamente.

En un video divulgado por este grupo armado, ‘Andrés Patiño’ explicó que la decisión de suspender las operaciones militares ofensivas se tomó con el fin de facilitar el desarrollo de la COP16, un evento que busca educar a los colombianos sobre la importancia de la protección y conservación de la biodiversidad en el país. Este encuentro, que reunirá a destacados líderes internacionales, tiene como objetivo central fomentar el conocimiento y la sensibilización respecto al cuidado del medio ambiente en el territorio nacional.

A pesar del anuncio de este alto al fuego, las autoridades no bajan la guardia y han comenzado a preparar operativos de seguridad para prevenir posibles ataques tanto contra civiles como contra miembros de la fuerza pública. El general William Salamanca, al mando de las operaciones, destacó las nuevas estrategias y herramientas que se están implementando para garantizar la seguridad durante el evento, mencionando específicamente el uso de pistolas especiales diseñadas para interferir con la visibilidad de las cámaras de los operadores de drones, una táctica que se espera dificulte el lanzamiento de granadas u otros artefactos explosivos.