Sobre las tres de la tarde (hora de Colombia) del primero de agosto del 2024, el presidente Gustavo Petro sostendrá un encuentro telefónico con sus homólogos de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de México, Andrés Manuel López Obrador (Amlo), para definir una posición clara de cada país frente a las elecciones en Venezuela, donde se mantienen las dudas frente a la victoria de Nicolás Maduro.
La noticia fue confirmada por el mandatario mexicano, durante su habitual conferencia de prensa, en la que afirmó que mantendrán la prudencia para no tomar decisiones injerencistas.
“Sí, es probable que hoy hablemos por teléfono con el presidente Lula y con el presidente Petro al mediodía de México. Vamos a platicar sobre las posturas que se tienen en el caso de Venezuela. Nosotros hemos actuado con prudencia, para no meternos en un asunto que corresponde fundamentalmente a los venezolanos”, sostuvo el jefe de Estado de México.
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Amlo sostuvo que, pese a que no está el resultado completo de la elección de Venezuela, insistió en que “no hay pruebas” del fraude que denuncia la oposición liderada por el candidato Edmundo González y la líder María Corina Machado.
“Por eso planteamos primero que no haya violencia; segundo, que se respete la voluntad de los venezolanos; tercero, que se presenten las pruebas, las actas del resultado electoral, y cuarto, que no haya injerencismo”, en respuesta a las declaraciones de las delegaciones internacionales, quienes consideran que hubo fraude en favor de Maduro.
Tanto Lula Da Silva como Gustavo Petro han manifestado que se publiquen las actas de votación, en aras de brindar transparencia al proceso electoral desarrollado en el vecino país, el pasado 28 de julio.
“Invito al gobierno venezolano a permitir que las elecciones terminen en paz, permitiendo un escrutinio transparente con conteo de votos, actas y con veeduría de todas las fuerzas políticas de su país y veeduría internacional profesional (...) Proponemos respetuosamente llegar a un acuerdo entre gobierno y oposición que permita el respeto máximo a la fuerza que haya perdido las elecciones. Dicho acuerdo puede ser entregado como una Declaración Unilateral de Estado al consejo de seguridad de las Naciones Unidas”, expresó el mandatario colombiano en sus redes sociales.
El cruce de trinos entre Gustavo Petro y María Corina Machado
La abstención de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), frente a una resolución que exigía a la dictadura venezolana mostrar las actas electorales, ha generado todo tipo de reacciones no solo en el sector político del país sino del continente.
Una de ellas fue la líder opositora al régimen de Nicolás Maduro, María Corina Machado, quien recriminó la actuación del embajador colombiano ante esta instancia internacional, Luis Ernesto Vargas, durante la asamblea extraordinaria celebrada en Washington, Estados Unidos.
“El embajador de Colombia ante la OEA cierra su pronunciamiento en esta sesión extraordinaria planteando tres cosas: Deben conocerse todas las actas. Que todas las actas sean auditadas por el mundo entero. Y que prevalezcan las garantías electorales para todos los sectores y despejar cualquier duda sobre los escrutinios”, escribió.
Sin embargo, en la mañana del primero de agosto, el presidente Gustavo Petro respondió a Machado que “no es un gobierno extranjero el que debe decidir quién es el presidente de Venezuela. Es a los venezolanos a quienes corresponde llegar a un acuerdo político para que cese la violencia en su país y establecer la forma transparente como se pueda adelantar un escrutinio con garantías para todos”, expresó Petro en sus redes sociales.
Minutos después de la publicación de Gustavo Petro, Machado le respondió al mandatario colombiano por esa vía. “Así es, señor Presidente Petro, y el pueblo de Venezuela ya decidió. Hoy, esto lo sabemos todos los venezolanos y el mundo entero, y puede constatarse acta de votación, por acta de votación”, comentó.
La posición de Colombia ha sido interpretada de diferentes maneras, pero principalmente se centra en la defensa del derecho de los pueblos a autodeterminarse y resolver sus problemas internos sin interferencias.