Sin bien, varias ciudades de Colombia se rajan en cuanto a infraestructura inclusiva para que las personas en condición de discapacidad, sobre todo con movilidad reducida, puedan desplazarse por sí solas. La arriesgada maniobra de un hombre en silla de ruedas sobre la vía Vieja que lleva al corregimiento de San Antonio de Prado, en Medellín, despertó un llamado a la prudencia entre los paisas.
Y es que, según se aprecia en un video que otro actor vial compartió con plataformas de denuncia en las redes sociales, el hombre se aferró de un vehículo particular en marcha, que llevaba abierto el baúl, para obtener un aventón y llegara antes a su destino.
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La arriesgada maniobra, incluso, le habría ganado el apodo del Jhonny English Paisa, recordando cunado el personaje, interpretado por Rowan Sebastian Atkinson, recibió un disparo en la pierna y tuvo que huir en silla de ruedas de sus compañeros del servicio de inteligencia británico al ser incriminado.
“Qué nivel de irresponsabilidad el de algunos”, “Jhonny English versión paisa”, “Que peligro”, “Gravity a la old School”, “Que pecao´. Así tenía que ir de cansado”, “¿Para qué piensas si tienes ruedas?”, se lee en reacciones adicionales a la publicación con la denuncia. Una práctica, que por supuesto, viola las normas establecidas por el Código Nacional de Tránsito.
Domiciliario con movilidad reducida salió adelante realizando sus entregas en manocleta
Juan, un residente de Bogotá con problemas de movilidad de la cintura para abajo, ha decidido transformar su desafío en una oportunidad laboral única. A pesar de las dificultades físicas, el colombiano emprendió una carrera como domiciliario, realizando entregas diarias de panela en la capital.
Con la ayuda de sus seres queridos, Juan consiguió una manocleta, un triciclo adaptado que le permite desplazarse utilizando únicamente sus brazos. Gracias a este vehículo, Juan puede cubrir recorridos de hasta una hora, cumpliendo así con las entregas de panela a sus clientes en diferentes puntos de la ciudad. Su determinación y resiliencia lo han convertido en un ejemplo para muchos.
En una entrevista difundida a través de redes sociales, Juan compartió detalles sobre su rutina diaria. “Primero salgo de mi casa rumbo a la bodega. Don Carlos me está esperando con el pedido listo. Me ayuda a cargarlo y, como la seguridad es importante, no me pueden faltar mis lucecitas”. La seguridad vial es primordial para él, y a pesar de que su bicicleta tiene dimensiones mayores a las de otros vehículos de dos ruedas, siempre se asegura de cumplir con todas las normas de tránsito.
Juan recorre las ciclorutas de la ciudad, evitando obstáculos que encuentra en su camino y adaptándose a las condiciones del terreno. Incluso bromea sobre las dificultades: “Usualmente utilizo las ciclorutas, en todas partes hay. Y así como en la vida hay obstáculos, en las vías también, pero los esquivamos, salimos adelante y, a veces, también me toca en lancha”, haciendo referencia al agua que se acumula en algunos tramos debido a la malla vial.
Las jornadas laborales de Juan pueden incluir recorridos de hasta nueve kilómetros, durante los cuales debe cruzar diversas intersecciones y puentes. A lo largo del camino, Juan destaca la solidaridad de las personas que están dispuestas a ofrecer ayuda cuando la necesita. Lograr su objetivo diario es algo que lo llena de satisfacción, y a pesar de los desafíos, disfruta de su trabajo. “Yo me divierto en mi trabajo. Hago ejercicio y no contribuyo al trancón. Y todos los días entrego panelita, con mucho amor y espero que la gente tenga la misma energía que yo”, afirmó.
Con información y más detalles sobre su jornada, Juan ha sido protagonista de múltiples publicaciones en redes sociales, donde su historia de superación y su adaptación a las dificultades ha conmovido a muchos. Cada día, su presencia en las calles de Bogotá es un testimonio de perseverancia y de cómo es posible reinventarse ante las adversidades.