La sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), del miércoles 31 de julio, desató una fuerte controversia tras la decisión del Gobierno del presidente de la República, Gustavo Petro, de abstenerse de apoyar una resolución que exigía a Nicolás Maduro publicar las actas de votación de las elecciones en Venezuela: efectuadas el domingo 28 de julio y en la que se habría fraguado un fraude en favor del dictador.
La postura de Colombia representada por el diplomático Luis Ernesto Vargas, que compareció ante el organismo en Washington (Estados Unidos), causó sorpresa y críticas, dado que parecía ser una clara contradicción con el mensaje que, en sus redes sociales, el jefe de Estado emitió sobre este asunto, cuando se mostraba a favor de que se hiciera un conteo que brindara plenas garantías a los actores electorales, entre ellos Edmundo González.
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Como era de esperarse, desde diferentes sectores del país manifestaron su descontento. Y uno de ellos fue Daniel Palacios, exministro del Interior del gobierno de Iván Duque Márquez, que a través de sus redes sociales arremetió contra el jefe de Estado y afirmó que la posición del jefe de Estado estaba enfocada a mostrar apoyo a la dictadura de Maduro en lugar de la democracia del país.
“Muy claro de qué lado está @petrogustavo ante el robo de las elecciones en Venezuela. Su apoyo es a la dictadura, no a la democracia y a la libertad. ¡Ojo, Colombia, abramos los ojos!”, escribió Palacios en su cuenta, lo que generó comentarios tanto a favor como en contra, en especial entre quienes defienden a Petro y la manera en que de parte del Gobierno se ha asumido, si se quiere, una actitud neutral frente a este asunto.
Fracasó en la OEA resolución que instaba al régimen de Maduro a publicar resultados
De acuerdo con la Organización de Estados Americanos, la resolución pretendía instar al régimen de Maduro a revelar los resultados de las elecciones presidenciales recién celebradas, luego de las numerosas denuncias de fraude por parte de la comunidad internacional. En total, la resolución recibió 17 votos a favor, 0 en contra y 11 abstenciones, entre ellas la de Colombia, por lo que no se alcanzó la mayoría absoluta para su aprobación.
Tras las críticas, la Cancillería, en un comunicado de prensa, argumentó que la abstención se dio debido a que Venezuela no hace formalmente de la OEA desde 2019; que de parte del titular del organismo, Luis Almagro, había una especie de sesgo hacia la figura de Maduro y que aprobar la resolución se convertía en un “saludo a la bandera”, pues este organismo no era el indicado para abordar este tipo de iniciativas.
A su vez, la apuesta de Petro y sus aliados, Luiz Inácio Lula Da Silva y Andrés Manuel López Obrador, presidentes de Brasil y México, apuesta por una solución diplomática más a fondo que permitiese un mayor margen de maniobra para futuras negociaciones. Sin embargo, las justificaciones emitidas desde el Ejecutivo no han conseguido apaciguar a la mayoría de los detractores de la decisión, que no han dudado en calificarla como vergonzosa.
Sin duda, el abstencionismo contrarió al país político, pues el propio Petro, el mismo que guardó silencio durante más de 72 horas, había insistido en la importancia de un escrutinio transparente; sin embargo, la posición de no apoyar a la mayoría finalmente se mantuvo. En todo caso, lo que sí es claro es que el panorama electoral en Venezuela sigue siendo un tema delicado y agregó una nueva capa de tensión a las relaciones de la región.