Gustavo Bolívar publicó particular “test” para opositores en sus redes sociales: “Respondan estas preguntas”

Gustavo Bolívar, director del Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), públicó en su cuenta de X un mensaje extenso al que denominó “test de opositores”.

En dicho mensaje, Bolívar cuestiona las comparaciones entre la situación de Colombia y Venezuela, sugiriendo que la opinión pública solo ha dado voz a personajes de la derecha continental para generar pánico.

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“Un sector grande de la prensa no cesa de comparar la situación de Colombia con la de Venezuela”, escribió Bolívar, y asegura que esas comparaciones carecen de fundamento.

Asimismo, invitó a responder una serie de preguntas con objetividad para desmontar lo que denomina como “calumnias” contra el Gobierno de Petro.

A lo largo del mensaje, Bolívar cuestiona si el presidente Gustavo Petro ha realizado acciones autoritarias, como cerrar emisoras, censurar periódicos, encarcelar periodistas, hacer fraude electoral o cooptar instituciones judiciales.

“¿Petro cerró alguna emisora? ¿Censuró algún periódico? ¿Encarceló a algún periodista?”, fueron algunas de las preguntas que formuló Bolívar, destacando la falta de evidencias para sustentar tales acusaciones.

Adicionalmente, Bolívar abordó aspectos económicos del país, comparando la situación actual con la de hace dos años. Planteó interrogantes sobre la devaluación del peso, el aumento de la inflación y el precio del dólar. “¿Está más devaluado el peso que hace dos años? ¿Ha subido la inflación desde que se posesionó? ¿Está más caro el dólar que hace dos años?”, escribió, sugiriendo que los índices económicos actuales no se comparan desfavorablemente con el pasado cercano.

En su mensaje, Bolívar también se refirió a temas de desempleo, turismo y deforestación, buscando demostrar que no ha habido un retroceso bajo la administración de Petro. “¿Hay más desempleo que hace dos años? ¿Hay menos turismo que hace dos años?”, preguntó, argumentando que el bajo crecimiento en 2023 se debe a las altas tasas de interés y no a políticas gubernamentales.

El director del DPS reiteró que Petro ha respetado la independencia del Banco de la República, no ha cerrado el Congreso ni perseguido a opositores, y aseguró que existe libertad de expresión en Colombia. “¿Ha desobedecido a algún juez? ¿Ha intervenido en la independencia del Banco de la República? ¿Ha cerrado el Congreso?”, cuestionó, sugiriendo que las acusaciones de autoritarismo carecen de base.

En cuanto a las posibles comparaciones con Venezuela, Bolívar fue enfático en rechazar tales analogías. Destacó, entre otros puntos, que no hay presos políticos en Colombia y que el gobierno no ha reprimido protestas ni ha cometido abusos contra manifestantes, afirmando “¿Alguien ha sido perseguido por sus orientaciones ideológicas? ¿No hay libertad de expresión en Colombia?”.

El mensaje de Bolívar aparece en un contexto de creciente polarización política y mediática en Colombia, donde las acciones del Gobierno de Gustavo Petro han sido objeto de constantes debates y críticas. Cerrando su mensaje, Bolívar instó a “desarmar el relato del Petro dictador” y aseguró firmemente que Petro es un demócrata que ha demostrado su compromiso con la democracia. “Petro es un demócrata y lo ha demostrado”, fueron las palabras exactas.

La posibilidad de que Colombia se convierta en otra Venezuela ha sido un tema destacado en el debate político y social del país durante los últimos años. La situación sociopolítica y económica de Venezuela, país vecino que enfrenta hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas, y una crisis humanitaria que ha provocado una migración masiva, ha sido utilizada como argumento en las campañas electorales colombianas. No obstante, esta comparación genera opiniones diversas entre analistas.

Durante las últimas elecciones presidenciales en Colombia, algunos candidatos y sus seguidores argumentaron que la victoria de ciertos aspirantes conduciría a una “venezolanización” de Colombia, alarmando al electorado con la posibilidad de un colapso económico y social similar al del país vecino. Según explicó un artículo en Semana, dicho argumento ha sido central en la estrategia de algunos políticos para descreditar a sus oponentes con propuestas más progresistas, sugiriendo que llevarían al país por el mismo camino catastrófico que recorrió el chavismo en Venezuela.

A pesar de estos argumentos, muchos analistas consideran altamente improbable que Colombia acabe en una situación similar a la de Venezuela. Los mismos insisten en que las diferencias entre ambos países son significativas y muestran los puntos clave que dificultarían esa “venezolanización”. El Economista recopiló opiniones de expertos que resaltan varios factores:

Uno de los puntos recurrentes en las discusiones es la solidez de las instituciones democráticas colombianas. Colombia cuenta con una larga tradición democrática, y sus instituciones, incluyendo el Congreso y el sistema judicial, tienen mecanismos de contrapeso y son menos susceptibles al autoritarismo. Según El Tiempo, cualquier intento de cambiar radicalmente el modelo político o económico requeriría un consenso amplio y enfrentaría múltiples barreras institucionales, haciendo muy difícil un cambio drástico hacia un régimen autoritario.

En contraste con Venezuela, cuyo colapso estuvo íntimamente ligado a la gestión del recurso petrolero, Colombia tiene una economía más diversificada y no depende en gran medida de los hidrocarburos. La ausencia de esa dependencia energética singular complica una crisis de las mismas dimensiones. Adicionalmente, Colombia ha demostrado tener una sociedad civil más dinámica y participativa, con protestas y movimientos sociales que vigilan de cerca las decisiones del gobierno, según analistas consultados por Semana.

Sin embargo, la retórica del “castrochavismo” ha sido usada como una herramienta electoral poderosa. Tal discurso tiene como fin generar una sensación de pánico entre los votantes para inclinar su apoyo hacia candidatos de derecha. De acuerdo con El Espectador, esta estrategia se articula sobre el miedo y no necesariamente refleja un riesgo real, aunque sí ha tenido éxito en ciertos segmentos de la población preocupados por la estabilidad y el bienestar del país.

Colombia enfrenta sus propios desafíos únicos, incluyendo la implementación de los acuerdos de paz con las Farc, la corrupción, y la desigualdad económica. Si bien estos problemas no deben ser subestimados, El Espectador recoge la percepción de que la robustez institucional y la diversidad social y económica de Colombia le brindan herramientas para enfrentar estos retos sin caer en la crisis sistémica que vive Venezuela.