Alcaldía de Bogotá aseguró que se detectaron 187 riesgos graves para comunidad emberá en Bogotá

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, hizo un llamado urgente al Gobierno nacional para liderar el retorno seguro de la comunidad emberá a sus territorios de origen.

La situación de la comunidad en el parque Nacional de Bogotá es crítica, con condiciones deplorables y numerosas vulneraciones a sus derechos.

Desde el 11 de julio, el Distrito empezó a tomar medidas para abordar diversos problemas de violencia y otros riesgos relacionados con esta comunidad, identificando un total de 187 situaciones de riesgo, que incluyen violencia sexual, abuso infantil, abandono y exposición a sustancias peligrosas.

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Galán destacó la importancia de que las autoridades nacionales cumplan con los acuerdos establecidos, garantizando así un retorno seguro y digno de la comunidad Emberá. En una reciente reunión con el nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se abordó principalmente este tema. Cristo calificó el encuentro como “grato y productivo”, y afirmó que trabajarán conjuntamente para logar este objetivo común. “Trabajaremos mancomunadamente para garantizar un retorno digno”, aseguró el ministro.

Los miembros de la comunidad Emberá, un grupo indígena asentado en el Parque Nacional desde octubre del 2023, enfrentan una situación de vulnerabilidad que requiere de una acción inmediata por parte de las autoridades competentes. “La comunidad se encuentra en condiciones deplorables que no pueden ignorarse”, mencionó el alcalde Galán, haciendo hincapié en la necesidad urgente de tomar medidas efectivas.

No obstante, hasta el momento, no se ha definido una nueva fecha para el retorno de la comunidad a sus territorios. Al respecto, el alcalde Galán expresó su preocupación por la falta de avances concretos y reiteró su llamado para que el Gobierno Nacional lidere el proceso. “Se espera que este operativo se realice en agosto”, añadió, señalando la importancia de no retrasar más la solución a esta problemática.

El contexto de los Emberá en el Parque Nacional se ha caracterizado por múltiples riesgos que se hicieron más notorios desde principios de julio. Estos incluyen situaciones de violencia sexual, abuso infantil, y exposición a sustancias peligrosas, entre otros. Las autoridades distritales han implementado medidas para tratar de mitigar estos riesgos, pero la solución definitiva pasa por el retorno de la comunidad a sus lugares de origen.

Las conversaciones entre Galán y el ministro Cristo representan un avance en la coordinación entre los gobiernos local y nacional para abordar esta crisis humanitaria. “La colaboración entre las diferentes instancias gubernamentales es crucial para lograr un cambio real y efectivo”, afirmó Cristo después del encuentro.

Galán señaló la relevancia de cumplir con los acuerdos que ya han sido establecidos previamente, enfatizando la responsabilidad del Gobierno nacional en este proceso. “Es vital que el Gobierno Nacional cumpla con los acuerdos establecidos y garantice el retorno seguro de los Emberá”, insistió el alcalde.

Se decidió trabajar en la ampliación del modelo central de cupos. Este acuerdo tiene como finalidad prevenir violencias tales como el trabajo infantil y la explotación comercial sexual de niños y adolescentes. “Es imprescindible articular esfuerzos entre el territorio y la Nación para atender de manera eficiente a la niñez Emberá,” afirmó Cáceres.

El comité del Puesto de Mando Unificado (PMU) ha identificado 52 situaciones de riesgo para los menores Emberá en 38 recorridos. Entre los riesgos detectados se encuentran violencia sexual, abuso infantil, abandono y exposición a sustancias peligrosas. Los hallazgos del PMU subrayan la gravedad de la crisis y la necesidad de establecer medidas de protección inmediatas.

En vista de estos informes, el alcalde ha insistido en la necesidad de una respuesta rápida e integrada por parte del Gobierno para mitigar la crisis, se busca garantizar la seguridad y el bienestar de los niños Emberá, muchos de los cuales viven en condiciones extremadamente precarias.

Las problemáticas enfrentadas por la comunidad Emberá no son nuevas, pero la muerte de la menor ha intensificado las preocupaciones y aumentado la presión sobre las autoridades para encontrar soluciones efectivas. La creación de una mesa de sistema de información y la ampliación de cupos son pasos iniciales importantes, pero se requerirá un esfuerzo sostenido y coordinado para mejorar verdaderamente las condiciones de vida de esta comunidad.