Con 16 participantes, Masterchef Celebrity sigue su curso mientras la exigencia del jurado se hace mayor y los participantes deben prepararse cada vez más. Tras la salida de Maria Fernanda Yepes, el reality show del Canal RCN decidió darles algo de descanso a los participantes, y fue así que la primera prueba tras la eliminación no otorgó delantales negros, fuera del de Martina La Peligrosa, que debió ausentarse de las grabaciones ese día luego de aplicarse por error una gota de cloro en un ojo.
La prueba del domingo 28 de julio fue especialmente conmovedora para los televidentes y para los propios concursantes, debido a que el desafío consistía en hacer una preparación con el huevo como ingrediente principal, pero además con las madres como inspiración principal. Eso llevó a que los participantes compartieran sus historias particulares con sus madres y por qué fueron su inspiración.
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Incapaz de contener las lágrimas, el actor y productor contó que su mamá, Ascensión de Madariaga del Olmo, fue perseguida durante la Guerra Civil española y fue parte de los dos millones de personas que abandonar el país ibérico durante el conflicto armado. Ascencisón llegó a Colombia cuando tenía 20 años, perseguida por las tropas falangistas, siendo ella una declarada simpatizante de los republicanos.
“Tengo delante de mí a una mujer que llegó en un barco a Cartagena buscando a su padre, quien tenía dos condenas de muerte, estuvo presa tres veces y sufrió intentos de fusilamiento”, dijo inicialmente.
Sumado a lo anterior, atravesó un duro drama familiar debido a que mientras huía de la guerra, debía cuidar a su madre. “Ella se quedó allá porque mis abuelos más nunca se volvieron a encontrar después de que mi abuelo salió. Y ella se quedó cuidando a su madre que se murió de una complicación pulmonar, se murió de guerra”, afirmó Mallarino.
Víctor contó que tuvo la oportunidad de estudiar teatro con los poetas Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca, decididos simpatizantes del bando republicano. Ante el avance de las tropas falangistas capitaneadas por Francisco Franco, Víctor narró que su madre arriesgó su vida para llevar comida a los presos republicanos, desactivando minas antipersona junto con su hermano. En su huida, tenía hasta tres boletos distintos para entrar al mismo barco, debido a que no sabía desde cuál puerto podría escapar al continente americano. En el proceso, sus hermanos huyeron a otros países, lo que provocó la fragmentación de la familia.
“Ella decía que, siendo el barco español y estando fondeado en la bahía de Cartagena, aún estaba en territorio español, y que solo cuando pisó América sintió que estaba aquí. Sus dos hermanos terminaron, uno en Buenos Aires y otro en Caracas. Es el resultado de una guerra estúpida y tonta como todas las guerras, donde no gana nadie”, indicó Víctor.
Con eso en mente, Mallarino se inclinó por preparar una tortilla con camarones, papa y cebolla, evocando distintos elementos de la comida española, país en el que reside desde 2020. Esta elección también reflejaba parte de la historia de supervivencia de Ascensión, pues Víctor contó que durante el viaje en altamar se toparon con un barco camaronero que les proporcionó algunos camarones para sobrellevar el viaje.
Pese a la confianza del actor en su plato, la tortilla se partió en la parte final de la prueba, lo que, sumado a ciertas decisiones en la preparación, hizo que el jurado, y en particular Nicolás de Zubiría, afirmara que “estuvo más bonita la historia que el plato”. Eso terminó decantando la balanza a favor de Roberto Cano, el ganador de la prueba.