El 29 de julio de 2024, el Gobierno de Gustavo Petro presentó el proyecto de Presupuesto General de la Nación para el 2025. Esta información fue confirmada por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien detalló que posteriormente se radicará el plan de reactivación económica.
El presupuesto preliminar, presentado en abril para su discusión en el Congreso de la República, estima una cifra inicial de $523 billones. De este monto, $325,9 billones estarán destinados a gastos de funcionamiento, $128,7 billones al servicio de la deuda y $69,7 billones a inversiones.
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Paloma Valencia, senadora del Centro Democrático, criticó el presupuesto al señalar que está “desfinanciado” y que no se recortaron la burocracia ni los gastos innecesarios. Según Valencia, el Gobierno aumentará los gastos de funcionamiento en 19 billones y la deuda crecerá en otros $18 billones. Además, indicó que la inversión se verá reducida en $17 billones.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, indicó que uno de los puntos más destacados del presupuesto es el recorte de más de $30 billones en los rubros de inversión, destinados ahora al pago de deudas del Gobierno nacional. Esto ha generado preocupaciones respecto a la falta de recursos para programas que buscan mejorar la dinámica económica y fomentar la productividad.
Valencia también señaló que “los gastos en burocracia se incrementarán en $5 billones, mucho más que la inflación esperada al cierre de 2024″, mencionando los más de 12,000 cargos públicos nuevos creados por este Gobierno.
Ejemplificó con el Ministerio de la Igualdad, que desaparecerá en 2026 tras una demanda que instauró en la Corte Constitucional. Sin embargo, en 2025, el despacho de Francia Márquez costará $1.3 billones, de los cuales $798,000 millones se asignarán a burocracia y solo $498,000 millones a programas de inversión.
Valencia subrayó la falta de credibilidad en las cifras estimadas por el Gobierno, afirmando que “prometieron ingresos tributarios por $315,9 billones en 2024 y solo recolectarán $258,6 billones, un desfase de $57 billones”.
Según sus cálculos, la reforma tributaria de 2022, liderada por el entonces ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, quitó al sector productivo $17,2 billones, de los cuales cerca de $9 billones se destinaron a la burocracia en 2024.
Finalmente, la senadora destacó que “el Gobierno pide una nueva reforma tributaria cuando la economía solo crece un 0,6% y el sector privado decrece un -0,1%”. Este punto subraya la preocupación de diferentes sectores respecto a la sostenibilidad económica y la eficacia de las políticas fiscales del Gobierno actual.
Ricardo Bonilla ha defendido la distribución del presupuesto como una medida necesaria para cumplir con las obligaciones financieras del país y asegurar la estabilidad económica a largo plazo.
De acuerdo con el proyecto presentado por el Gobierno, los sectores con mayor presupuesto serán Educación, con $75 billones; y Salud, con $71 billones. Luego, están Trabajo, con $50 billones; Defensa, con $44 billones; y Hacienda, con $34 billones.
El director de Presupuesto Público Nacional, Jairo Bautista, afirmó en rueda de prensa que el Gobierno también le apuesta a “buscar un consenso para alcanzar una reactivación económica, logrando apuntar objetivos de gasto fundamentales en sectores clave de la economía como salud, educación e infraestructura”.
Agregó: “Es un presupuesto que está pensando en seguir apoyando los objetivos de transición energética y superación de la dependencia extractiva (...). Garantiza la sostenibilidad fiscal y estabilidad macroeconómica, es un presupuesto respetuoso de la regla fiscal”.
Bautista también manifestó que el presupuesto estará enfocado en estimular el sector privado y mantener la inversión en los principales programas sociales. Asimismo, mencionó que, de aprobarse una nueva reforma tributaria, se buscará generar mayor estímulo al sector empresarial, fomentando así una mejora en la dinámica de inversión y en las cifras de desarrollo económico del país.