Luego de que se suspendieran temporalmente la mesa de diálogos entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la Conferencia Episcopal de Colombia hizo un nuevo llamado a las partes para que se concrete un nuevo espacio de diálogo, para evitar que se sigan presentando hechos violentos, como los recientes en todo el territorio nacional.
A través de un comunicado, los obispos aseguraron que es necesario que se den demostraciones de paz de aquellos grupos alzados en armas que están en las mesas de diálogo con el Gobierno.
“Los Obispos católicos de Colombia recibimos con profundo dolor el clamor de comunidades y territorios de diversas regiones del país que sufren diariamente las confrontaciones y amenazas de la violencia. De este complejo panorama hacen parte el desplazamiento forzado, el confinamiento, la desaparición forzada, el reclutamiento y uso de menores de edad para la guerra”, se lee en el comunicado.
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En la misiva, la Iglesia católica apuntó que la situación humanitaria de las comunidades permanecerá como su primera preocupación, y por ello insisten en que no se diluya una esperanza de paz para la población colombiana.
“El compromiso por caminar junto a ellas y compartir sus esperanzas y sufrimientos nos lleva a insistir con fuerza, una vez más, que la vida humana debe ser protegida y que se requieren demostraciones de paz de parte de quienes están en las mesas de diálogo y de quienes aspiran llegar a ellas”, mencionaron.
A su vez, manifestaron que “la paz se construye demostrando compromiso con la protección y el respeto por la población; por ello, uno de nuestros empeños es ayudar a generar las condiciones para que se dé el cese al fuego total, en espacios urbanos y rurales (...) hacemos un llamado para que no perdamos el rumbo en la construcción de la paz”.
Finalmente, la Conferencia Episcopal instaron al Gobierno y ELN para que avancen en la construcción de paz y de acuerdos. “El Papa Francisco nos ha recordado en numerosas ocasiones que la paz requiere más valentía que la guerra y cada día es tiempo precioso para avanzar en esta tarea. Estos esfuerzos no se pueden detener por ningún motivo (...) seguimos caminando con los que sufren y, de manera particular, acompañamos a las familias con nuestra oración y solidaridad”, concluyeron.
Extensión del cese al fuego con el ELN
En el mismo sentido que la Conferencia Episcopal de Colombia, la organización Defendamos La Paz también se pronunció sobre el congelamiento de la mesa de diálogos entre el Gobierno y el ELN, en donde instaron a las partes para que se reactiven las conversaciones y se pueda extender la medida del cese al fuego, que se vencerá el próximo 3 de agosto de este año.
“El escenario de un regreso a la confrontación armada sería francamente devastador, no solo para los actores directos, sino para la población civil que, como siempre, es la que más sufre y de manera más injusta, los efectos de la violencia (...) Ni ustedes, ni nosotros como defensores de paz, podemos permitir que se llegue a esa fecha sin haber reactivado la mesa de diálogos”, se lee en el comunicado.
Así mismo, la entidad mencionó que aunque el Gobierno y el grupo armado han concretado 28 acuerdos parciales, “falta mucho y el tiempo se agota. Así es que no es momento de desfallecer; no es ni siquiera pensable la opción de abandonar las banderas de paz que juntos han logrado levantar”.
Finalmente, el movimiento Defendamos La Paz recalcó a las representaciones de la mesa de diálogos que “no pueden claudicar ahora, justo cuando tenemos un gobierno que insiste en tender la mano y se la está jugando toda, por liberar a Colombia de la violencia. Es urgente volver a la mesa, retomar la participación de la sociedad y la agenda de los diálogos, y acordar la ampliación y prórroga del cese al fuego y de hostilidades”.