Menor estaba retenida en una vivienda donde el Clan del Golfo guardaba explosivos: las autoridades la rescataron

Gracias a las labores operativas conjuntas entre el Ejército y la Armada Nacional, se logró un contundente golpe contra la delincuencia organizada al desarticular una subestructura narcoparamilitar que tenía una gran cantidad de explosivos además de una menor retenida en una vivienda en el departamento de Chocó.

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En una operación llevada a cabo en el municipio de Riosucio, tropas de la Decimoquinta Brigada del Ejército Nacional, junto al Batallón de Infantería Fluvial Número 16 de la Armada, encontraron una vivienda de la subestructura Pablo José Montalvo Cuitiva, del Clan del Golfo, donde los criminales guardaban explosivos presuntamente destinados a atentar contra las fuerzas públicas y la población civil.

Además de los artefactos explosivos, las autoridades encontraron a una niña de 12 años retenida por la subestructura criminal. Según el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, general Wilson Martínez, ya se lograron restablecer los derechos de la menor.

“La menor se encontraba en un estado de vulnerabilidad y riesgo, por lo que las tropas actuaron de acuerdo a los protocolos para ser entregada a la Policía de Infancia y Adolescencia, y a la comisaría de familia dónde está recibiendo la atención pertinente”, comentó a la prensa el general Martínez.

En la casa ubicada en Riosucio, las autoridades encontraron 34 artefactos explosivos, además de dos cilindros bomba, uno de ellos instalado debajo del inmueble. Fue necesaria la intervención de agentes antiexplosivos para realizar una detonación controlada.

En el operativo realizado por Ejército y Armada Nacional cuatro integrantes de la subestructura Pablo José Montalvo Cuitiva, de la organización delincuencial, se decidieron entregar ante las autoridades para someterse al Grupo de Atención Humanitaria al Desmovilizado del ministerio de Defensa.

El Clan del Golfo, también conocido como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), tiene una notable presencia en regiones como Chocó y el Urabá antioqueño debido a varios factores estratégicos y geográficos.

En primer lugar, la posición geográfica de estas regiones es extremadamente estratégica. Chocó y el Urabá antioqueño tienen acceso tanto al Océano Pacífico como al Mar Caribe, lo que facilita las rutas de tráfico de drogas hacia mercados internacionales. La ubicación costera permite el uso de embarcaciones para el transporte de sustancias ilícitas, lo que resulta en una mayor capacidad para evadir el control de las autoridades. Este acceso a rutas marítimas es crucial para las operaciones delictivas del Clan del Golfo, especialmente en su rol de exportador de narcóticos.

Según un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), “el control del Clan del Golfo en el Urabá antioqueño y Chocó está relacionado con su interés en las rutas de tráfico de drogas hacia Centroamérica y Estados Unidos” .

En segundo lugar, la topografía de estas regiones, con extensas áreas selváticas y montañosas, proporciona un entorno propicio para establecer campamentos y esconderse de las fuerzas del orden. La dificultad de acceso y la densidad de la vegetación hacen que las operaciones militares y policiales sean más complicadas, permitiendo a los grupos criminales mantener bases y operar con relativa impunidad. Estas características geográficas brindan ventajas tácticas significativas para el Clan del Golfo, facilitando el ocultamiento de personas y armamento, así como la realización de actividades ilícitas.

Por último, la situación socioeconómica de Chocó y el Urabá antioqueño también juega un papel importante en la influencia del Clan del Golfo. Estas regiones han sido históricamente afectadas por la pobreza, la falta de oportunidades y la presencia de conflictos armados, lo que crea un caldo de cultivo para la delincuencia organizada. La falta de presencia efectiva del estado en algunas áreas rurales permite que grupos como el Clan del Golfo se establezcan y recluten miembros, aprovechando la vulnerabilidad de la población local para consolidar su control.