En respuesta a recientes posibles casos de maltrato contra estudiantes de medicina que se han conocido en Colombia, el doctor Carlos Arturo Manrique Torres, profesor de la Universidad de la Sabana y docente de la Especialización en Derecho de la Seguridad Social de la Pontifica Universidad Javeriana, se pronunció a través de una publicación en LinkedIn.
Y destacó las diversas formas de abuso que sufren los estudiantes y sugiriendo medidas para evitar la repetición de estos incidentes en el futuro. En su publicación, indicó que los hospitales universitarios deberían ser espacios de aprendizaje y colaboración, pero para muchos residentes y estudiantes de medicina pueden convertirse en entornos de estrés y maltrato.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
En ese sentido, el doctor identificó diez manifestaciones comunes de abuso que se pueden registrar en el contexto de la enseñanza de la medicina en el país, dado que son las que se relacionan en textos sobre este tipo de temas:
- Abuso verbal: incluye gritos, insultos y comentarios despectivos.
- Humillación pública: consiste en recibir reprimendas o críticas severas delante de otras personas.
- Asignaciones de trabajo excesivas: cargar a los residentes con tareas imposibles de manejar.
- Privación de descanso: impone horarios que no permiten un adecuado tiempo de descanso.
- Acoso sexual: comentarios, insinuaciones o tocamientos no deseados.
- Descalificación profesional: menosprecio de las habilidades de los estudiantes sin fundamentos objetivos.
- Asignación de tareas degradantes: encargar tareas inapropiadas y humillantes.
- Exclusión social: marginar a los estudiantes de reuniones y actividades formativas.
- Negación de oportunidades de aprendizaje: privarles de participar en actividades educativas.
- Amenazas y coerción: uso de amenazas para forzar comportamientos.
Manrique enfatizó que, aunque estas problemáticas no son exclusivas de Colombia, es vital no tolerarlas, ya que generan ambientes de temor y desconfianza que impiden avanzar hacia modelos participativos de seguridad del paciente y mejora de calidad.
“Es necesario abrir un proceso de introspección y un diálogo sincero para identificar protocolos de interacción que prevengan el maltrato y el abuso”, subrayó.
En su publicación, el doctor también enumeró numerosas estrategias para abordar el problema y fomentar un entorno de respeto en los hospitales universitarios.
Medidas para combatir el maltrato de médicos
Estas determinaciones se centran en identificar y prevenir riesgos, fomentar el reporte de señales de peligro y fortalecer los mecanismos de aprendizaje y búsqueda activa organizacionales.
Entre ellas se encuentran las políticas de respeto y humanidad, capacitaciones en ética y conducta profesional, y la formación de comités de bienestar y ética.
Además, sugirió la implementación de encuestas de clima laboral para evaluar periódicamente el ambiente de trabajo, y la creación de programas de mentoría y apoyo psicológico. “Es fundamental revisar y adoptar modelos de liderazgo inclusivos y colaborativos”, añadió.
La creación de canales de reporte confidenciales también es crucial, así como políticas de protección para los denunciantes: “Informar sobre la importancia de reportar maltrato y crear protocolos claros de investigación y respuesta rápida son esenciales”, señaló el doctor Manrique.
Igualmente, sugirió la determinación clara de prerrogativas y respeto a los horarios laborales para evitar sobrecargas excesivas. “Se deben establecer sistemas de seguimiento para casos reportados y realizar análisis de datos que se publiquen en informes periódicos”, acotó.
Manrique resaltó la importancia de las reuniones de revisión para discutir lecciones aprendidas, las auditorías externas para evaluar la eficacia de las políticas implementadas y la capacitación en detección temprana de maltrato como medidas complementarias.
Propone también incluir evaluaciones de bienestar en las revisiones de desempeño con el fin de garantizar un ambiente seguro y saludable para todos los profesionales de la salud en formación.
Finalmente, el doctor Manrique hizo un llamado a la comunidad médica y académica para adoptar estas medidas. “No se trata de cacerías de brujas ni de estigmatizar a docentes o estudiantes por su edad o generación, sino de realizar cambios en las estructuras y reevaluar los modelos de liderazgo para adoptar enfoques más inclusivos y colaborativos”, concluyó.