En un nuevo y fuerte pronunciamiento en sus redes sociales, la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, que ha sido una de las más enérgicas en señalar irregulares en el proceso electoral efectuado el domingo 28 de julio en Venezuela, volvió a referirse el lunes 29 de julio a lo acontecido en el país vecino. Y comparó la decisión del CNE de proclamar al dictador Nicolás Maduro con su propio secuestro.
En efecto, Betancourt, que fue privada de la libertad el 23 de febrero de 2002 por parte de miembros de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), se refirió tanto a su flagelo como el que, según ella, vive el pueblo venezolano, que también se encontraría secuestrado por un régimen que ha gobernado durante 25 años; primero con el exmilitar Hugo Chávez Frías, y luego con Maduro.
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En su caso, Betancourt fue liberada el 2 de julio de 2008 como parte de la Operación Jaque: iniciativa de tipo militar con la que tanto la política colombo francesa como 14 secuestrados más, entre ellos miembros del Ejército y la Policía, y tres contratistas norteamericanos, regresaron a la sociedad; en uno de los golpes más contundentes contra la insurgencia, orquestado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
“Este fraude tan abyecto me despertó un sentimiento tan fuerte y hondo como cuando me secuestraron las Farc. Me ha dolido mucho, aunque era un fraude anunciado. Venezuela está secuestrada como lo estuve yo seis años”, indicó la también exsenadora, directora del partido Verde Oxígeno y que vive en Francia, alegando falta de garantías en materia de seguridad.
“Vamos a romper las cadenas, las de todos”
Acto seguido, Betancourt continuó con su paralelismo, e hizo mención de la necesidad de “romper las cadenas” que agobian a los ciudadanos de este país, que han salido a manifestarse de forma masiva en las calles ante lo que creen fue un fraude en la entrega de resultados del CNE, que con el 80% de los votos escrutados proclamó como presidente a Nicolás Maduro; con menos del 6% de diferencia.
“Pero venezolanos, eso que siento de nuevo y que ustedes están sintiendo, nos hace más recios. Es una fuerza que nos transfigura y nos libera, porque nadie nos quita la libertad de ser lo que queremos ser. Vamos a romper las cadenas, las de todos. Porque ninguno de nosotros puede vivir mirando cómo pisotean la dignidad de otro ser humano”, agregó la política de 62 años.
El pronunciamiento de la exaspirante a la presidencia contrasta con el llamativo silencio del jefe de Estado, Gustavo Petro Urrego, que en los últimos cuatro días solo se pronunció en una ocasión en sus redes sociales sobre el proceso electoral en un país que representa para Colombia su frontera terrestre más amplia. Y lo hizo el viernes 26 de julio, con un mensaje ambiguo en el que no rechazó la dictadura.
“Venezuela toma decisiones democráticas. Cualquiera que sea su voluntad será respetada por mi Gobierno”, indicó el presidente de la República en su perfil, en el que lleva más de un día sin actividad; lo que ha llamado no solo la atención de los medios de comunicación, sino también de los ciudadanos, que no se explican cuál es el motivo para que el dirigente político guarde silencio de esta forma.
Según indicó la líder opositora María Corina Machado, con el 73,25% de las actas digitalizadas que fueron allegadas a su despacho, el candidato Edmundo González obtuvo 6.275.182 votos, frente a solo 2.759.256 de Nicolás Maduro; lo que generó una fuerte polémica en redes sociales acerca de la magnitud de la que habría sido el fraude en territorio venezolano, pues difieren de los datos oficiales; 5.150.092 sufragios para Maduro y 4.445.978 para González.