Las autoridades de Medellín encontraron el cuerpo sin vida de un hombre flotando en el río Medellín a la altura de la estación Poblado del metro en la mañana de este sábado, 27 de julio. Este macabro descubrimiento se suma al de otros dos cadáveres encontrados en similares condiciones esta misma semana.
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A las 6:15 a.m., el Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín se dirigió a la avenida Regional, sentido norte-sur, para realizar las labores de recuperación del cuerpo. El cadáver fue llevado hasta la orilla de la vía, donde las autoridades procedieron a la inspección técnica.
Según el reporte preliminar, se trata de un hombre sin identificar, de entre 35 y 40 años, de contextura delgada y con abundante barba. El cuerpo evidenciaba en el rostro un gesto demacrado, además el cuerpo estaba vestido con una camiseta negra que le cubría la cabeza y ropa interior de color gris. Debido a las condiciones del cadáver, no fue posible determinar de inmediato si presentaba signos de violencia. Sin embargo, sí se pudo establecer que el cuerpo tenía heridas en sus costados, lo que podría atribuirse al fuerte caudal de la corriente hídrica.
De acuerdo con información del diario judicial Q Hubo, el fallecido era un habitante de calle que frecuentaba el punto donde fue encontrado. Las autoridades continúan investigando las causas de la muerte y trabajando para identificar al occiso.
Otros cuerpos hallados en la semana
El lunes 22 de julio, operarios del Metro hallaron el cuerpo sin vida de un hombre en el río, a la altura de la estación Madera. La víctima, un hombre sin identificar de entre 45 y 50 años, parecía ser un habitante de calle. Solo dos días después, el miércoles 24 de julio, otro cuerpo flotando fue encontrado en el río Medellín, esta vez a la altura de El Hatillo en Barbosa. El cadáver fue recuperado por un residente de la zona.
Estos hallazgos generan inquietud en la comunidad y plantean interrogantes sobre la seguridad en los márgenes del río Medellín, así como sobre las circunstancias que rodean estas muertes. Las autoridades continúan las investigaciones para esclarecer estos casos y ofrecer respuestas a una ciudad cada vez más preocupada.
La presencia de cadáveres en el río Medellín representa un grave riesgo para la salud pública. Los cuerpos en descomposición pueden liberar patógenos y sustancias tóxicas que contaminan el agua. Esto puede provocar brotes de enfermedades infecciosas entre la población que entra en contacto con el agua contaminada o la consume sin el tratamiento adecuado.
La descomposición de cuerpos en el agua puede alterar significativamente la calidad del agua, afectando a la fauna y flora acuática. Los procesos de descomposición consumen oxígeno del agua, lo que puede llevar a la eutrofización, afectando negativamente a los organismos que dependen de niveles adecuados de oxígeno.
La contaminación del río afecta actividades económicas como la pesca, la agricultura y el turismo. Los costos de tratamiento del agua para hacerla potable aumentan, impactando financieramente a las Empresas Públicas de Medellín (EPM) y, por ende, a los consumidores. Además, la percepción negativa sobre la calidad ambiental puede desalentar la inversión y el desarrollo en la región.
Además del hallazgo frecuente de cadáveres en el río puede generar alarma y miedo en la comunidad, afectando la calidad de vida y el bienestar emocional de los residentes. La constante exposición a noticias sobre cuerpos encontrados en el río puede desensibilizar a la población, afectando la cohesión social y la percepción de seguridad.
El manejo adecuado de estas implicaciones es esencial para proteger la salud pública, preservar el medio ambiente, mantener la estabilidad económica y asegurar la paz y seguridad en la región.