Un total de 739,5 toneladas de cocaína fueron incautadas en 2023 por las autoridades en Colombia, posicionando al país como el primero en toda América Latina con los mayores decomisos de esta droga, según detalló InSight Crime en un informe.
De igual manera, en el territorio nacional se han incrementado los cultivos de hoja de coca, utilizados para la fabricación del alcaloide. La Policía Nacional informó que en 2023 se contabilizaron 246.693 hectáreas de coca sembradas en todo el país. En ese sentido, tanto la siembra como las incautaciones han aumentado en Colombia.
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Desde el punto de vista de la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal, el hecho de que Colombia se haya posicionado como el país latinoamericano con mayores índices de incautación es problemático. En su cuenta de X, la congresista de derecha resaltó el papel que cumple el país en la producción de cocaína, responsabilizando, de paso, al Gobierno del presidente Gustavo Petro.
“Colombia es el país que más cocaína produce en América Latina. Gracias al gobierno Petro que renunció a la persecución de la cadena de producción. Hoy debe haber más de 300.000 hectáreas sembradas con coca”, señaló la congresista de la oposición.
La persecución de la cadena de producción mencionada por la senadora ha generado críticas por parte del actual Gobierno, que considera que esta clásica lucha contra las drogas ha resultado todo un fracaso. Por eso, desde un inicio el primer mandatario planteo la necesidad de no enfocarse en ir en contra de los cultivadores, sino de impedir los envíos de los estupefacientes.
“La política llamada guerra contra las drogas ha fracasado, no sirve. Si la continuamos, no vamos si no a sumar otro millón de muertos en América Latina y vamos a tener más estados fallidos. Vamos a tener, quizá, la muerte de la democracia en nuestro continente”, detalló el jefe de Estado en 2023, en una Asamblea de las Naciones Unidas.
No obstante, la manera como se está manejando la problemática bajo la dirección del primer mandatario ha provocado una ola de críticas, al evidenciar el incremento de los cultivos ilícitos. La senadora Sandra Ramírez, del partido Comunes, citada por el Senado de la República, aseguró que la implementación del programa de sustitución de cultivos no ha sido fiel a los acuerdos establecidos en la materia, lo que ha implicado un aumento en la siembra.
Por su parte, el primer mandatario causó polémica por plantear otra posible solución para la problemática que desencadena la violencia en Colombia. Según aseguró en la Comisión de Consolidación de la Paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a la que asistió el 11 de julio de 2024, la legalización de la cocaína sería la opción más viable para que la guerra no persista en el territorio nacional.
“Si mañana la Comisión de Naciones Unidas sobre Drogas, etc., dijera la cocaína es legal, mañana se acaba la guerra en Colombia. Así de simple. Ahora, como eso no es posible por razones políticas, etc., o no será en mucho tiempo, la guerra en Colombia se mantiene. Podríamos aligerarla, podríamos llevarla aún en el contexto internacional adverso, a una situación positiva de paz, si transformáramos económicamente los territorios que están junto al mar hacia economías prósperas lícitas. Un poco esa transformación de lo ilícito al lícito es lo que determina la paz”, explicó el jefe de Estado.
La senadora de la oposición María Fernanda Cabal también se pronunció al respecto, indicando que la postura del presidente de la República es “absurda”, toda vez que la comercialización de estupefacientes ha permitido la existencia y el sostenimiento de grupos armados como las Farc, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el M-19, que integró en su momento Gustavo Petro.