Una nueva ola de críticas lanzó en su más reciente columna de opinión el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán) y miembro del equipo negociador del Gobierno nacional en la mesa de negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), José Félix Lafaurie, que cuestionó lo que para él es la falta de compromiso de la organización al margen de la ley con la paz en Colombia.
En su escrito, denominado Sin “propósito de enmienda” y divulgado a través de medios regionales, el dirigente gremial –que el jueves 25 de julio indicó que pedirá una cita al presidente de la República, Gustavo Petro para contarle cómo ve este proceso– destacó que, pese a lo manifestado en el proceso que se adelanta desde septiembre de 2022, esta estructura continúa con las prácticas violenta y secuestros.
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En su concepto, este tipo de hechos ponen en duda, justamente, “su propósito de enmienda” en relación con las garantías de no repetición. Y puso de ejemplo lo que sucedió en Remedios (Antioquia), en donde liberaron a dos líderes sociales secuestrados un mes antes. “Esto no fue precisamente un gesto de paz, pues nunca debieron haber sido ‘retenidos’”, señaló Lafaurie, pues la liberación de secuestrados no puede verse como un acto de buena fe.
A su vez, se refirió a lo que aconteció con el secuestro de 16 personas el 21 de julio, en las poblaciones de Puerto Rondón y Tame (Arauca), en medio de enfrentamientos con disidencias de las Farc de la Segunda Marquetalia. Según la comunidad, el ELN es el principal sospechoso, aunque este grupo no se ha pronunciado al respecto. “Si no son los responsables, deberían pronunciarse, porque ‘el silencio otorga’”.
Y recordó cómo en febrero de 2024, esta guerrilla se comprometió a suspender lo que llamaron las “retenciones con fines económicos”, pero incumplió su palabra dos meses después, al reiniciar los secuestros con la excusa de que el Gobierno no había implementado el fondo multidonante, ni negociado con el frente Comuneros del sur en Nariño.
Críticas al mecanismo de verificación y al cese al fuego
Según Lafaurie, desde ese entonces, “los diálogos están congelados”. Y se enfocó en lo que debería ser el papel del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV), creado tras el acuerdo de cese al fuego que empezó en octubre de 2023. El presidente de Fedegán, al respecto, lamentó que el ELN saboteara este mecanismo, pese a afirmar el acuerdo y el protocolo para su funcionamiento.
Lafaurie lamenta que el Eln empezó a sabotear este mecanismo desde octubre de 2023, después de haber firmado el acuerdo y su protocolo de funcionamiento.
“Como he sostenido, sin verificación, el cese al fuego es una burla y, sin cese al fuego, no habrá participación de la sociedad, ni transformaciones en los territorios, ni habrá más diálogos. La participación de la sociedad no puede darse bajo el sometimiento y la lógica del terror”, reiteró el miembro del equipo negociador del Gobierno.
En este sentido, Lafaurie cuestionó la postura del Consejo de Seguridad de la ONU, y afirmó que, aunque la misión de este organismo en Colombia conoce bien la violencia de este grupo armado, sus demandas de prolongar el cese al fuego no traen consigo condiciones ni compromisos claros. Y agregó que esto podría ser interpretado como aceptar la culpa que el ELN pretende imponer sobre el Gobierno.
“No muestra propósito de enmienda un grupo ilegal que dice defender a los más vulnerables, mientras persiste en hostigarlos, extorsionarlos, asesinarlos, desplazarlos, empujarlos a la ilegalidad del narcotráfico y reclutar a sus hijos”, añadió en su columna el dirigente gremial.
Y. frente a la intención del grupo armado ilegal de “arrodillar al Gobierno” cara a una segunda extensión del cese al fuego, Lafaurie valoró la postura del alto consejero comisionado para la Paz, Otty Patiño, que declaró que considera “viable y necesario” extender el cese al fuego, pero conminó al ELN a mostrar una genuina voluntad de paz. Y dejó en claro que, de parte del Estado, “no hay una actitud de ruego”.
El cese al fuego vigente vence el 3 de agosto y, según el presidente de Fedegán, su prolongación sin condiciones fuertemente comprometidas solo beneficiaría a esta organización insugente. Al punto que planteó la siguiente cuestión: “Propósito de enmienda, el propósito de no seguir destruyendo a Colombia… ¿Será mucho pedir?”