Los sistemas antidrones que necesita el Ejército para combatir la nueva estrategia de las disidencias de las Farc: este es su precio

En el contexto de una creciente amenaza terrorista en Colombia, el Ejército Nacional se encuentra inmerso en una carrera contrarreloj para adquirir tecnología avanzada destinada a neutralizar los drones utilizados por las disidencias de las FARC. Los sistemas de antidrones, cuyo costo oscila entre 60.000 y 100.000 dólares por unidad, han demostrado ser cruciales para contrarrestar los ataques que han afectado a diversas regiones del país, particularmente en el Cauca.

El conflicto en Colombia ha experimentado un nuevo giro con el uso de drones cargados de explosivos por parte de las disidencias de Iván Mordisco. Estos dispositivos no solo han sido utilizados para la vigilancia, también para llevar a cabo ataques directos contra las fuerzas del orden y la población civil. Los recientes ataques han causado gran preocupación y han llevado al Ejército a reforzar sus capacidades defensivas.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

El alto mando militar ha confirmado que los sistemas antidrones están siendo evaluados y que ya se han observado mejoras significativas en las áreas donde han sido desplegados, señala la Revista Semana. En el municipio de Suárez, Cauca, uno de los puntos más críticos, se ha registrado una notable disminución de la actividad terrorista gracias al empleo de estos sistemas avanzados.

El general al mando de la operación, el comandante Federico Mejía explicó al medio citado que los equipos antidrones funcionan mediante la creación de un “escudo” que neutraliza las frecuencias utilizadas por los drones. Estos sistemas pueden ser fijos o móviles y están equipados con antenas que interfieren con las señales de los drones, además de contar con pantallas que permiten localizar y tomar control de los dispositivos no deseados.

En lo que va del año, las disidencias de las Farc han lanzado al menos 72 ataques utilizando drones, que han resultado en la lesión de nueve soldados. El uso de estos aparatos se ha convertido en una herramienta preferida para las disidencias debido a su capacidad para realizar ataques de forma relativamente segura y con precisión.

Un ataque particularmente devastador ocurrió recientemente en la localidad de El Plateado, en Argelia, Cauca. Durante una celebración cultural y deportiva, un dron cargado de explosivos causó la muerte de un niño de 10 años y dejó a otras diez personas heridas. Este incidente subraya la urgencia de la situación y la necesidad de una respuesta efectiva por parte de las autoridades.

El general Mejía reveló que las disidencias de Iván Mordisco han aprovechado el cese al fuego concedido por el gobierno para fortalecer sus capacidades y expandir sus estrategias de guerra. La tregua, en lugar de llevar a una disminución de la actividad violenta, ha sido utilizada para la incorporación de nuevas tecnologías, como los drones.

Iván Mordisco, líder del Estado Mayor Central de las disidencias, ha utilizado este periodo de calma aparente para diseñar estrategias de ataque que emplean drones cargados de explosivos. El general Mejía destacó que este fenómeno recuerda la evolución en el conflicto entre Ucrania y Rusia, donde el uso de drones ha tenido un impacto significativo en el desarrollo de las hostilidades.

El Ejército Colombiano continúa trabajando en la adaptación y mejora de sus sistemas antidrones, buscando contrarrestar las tácticas innovadoras empleadas por las disidencias. La inversión en esta tecnología avanzada es vista como una respuesta crucial a una amenaza que ha demostrado ser tanto impredecible como peligrosa.

A medida que las disidencias de las Farc expanden su uso de drones, la capacidad del Ejército para desarrollar y desplegar sistemas efectivos para neutralizar estos dispositivos será vital para proteger a las comunidades y a las fuerzas de seguridad. La situación en el Cauca y otras regiones afectadas continúa evolucionando, y la adaptación tecnológica del Ejército será un factor determinante en la lucha contra el terrorismo en Colombia.